Exportadores de Ñuble mantienen cautela ante pausa de aranceles en Estados Unidos
ECONOMÍA. La medida anunciada por Donald Trump da un respiro al sector frutícola regional, pero no elimina la amenaza de un encarecimiento para productos como arándanos y frambuesas.
La reciente intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un aumento del 10% en los aranceles a productos importados desde Chile encendió las alarmas en el sector frutícola de Ñuble. Sin embargo, el anuncio posterior de una suspensión por 90 días en la aplicación de la medida para los países que no han tomado represalias comerciales, entre ellos Chile, abrió un compás de espera en medio de la incertidumbre.
Las proyecciones siguen siendo poco alentadoras para una región cuya economía depende en parte importante de la exportación de frutas como arándanos, manzanas, frutillas, frambuesas, moras y cerezas, cuyos valores de exportación regional en la temporada 2023/24 alcanzaron los 112,9 millones de dólares.
El economista agrario de INIA Quilamapu, Jorge González Urbina, analizó el escenario y las eventuales estrategias para enfrentar las consecuencias de una posible aplicación futura. "Las principales frutas que exporta esta región, con excepción del avellano europeo, poseen una balanza comercial deficitaria para Estados Unidos, lo que podría 'abonar' una intervención arancelaria. Estamos hablando de arándanos, manzanas, frutillas, frambuesas, moras y cerezas, cuyos valores (2023/24) de exportación regional alcanzaron 112,9 millones de dólares FOB para el arándano; 32,4 millones para las cerezas; 28,9 en frambuesa; 16,9 en frutillas; 7,6 en mora; y 5,8 en manzanas", puntualizó.
González advirtió además que "los estadounidenses son un destino importante en casi todas estas especies, aunque moderado en manzanas y menor en cerezas. Esto significa que la Región de Ñuble podría experimentar impactos arancelarios diversos". Respecto a cómo enfrentar esta amenaza, el especialista de INIA recalcó que "consensuando que eventuales aranceles a nuestra fruta son una amenaza, resulta acertada la prudencia de autoridades públicas y del sector privado, pues, además del tratado de libre comercio (TLC) vigente, las buenas relaciones económicas agrícolas con Estados Unidos darían espacio, al menos, a entendimientos bilaterales".
El economista sostuvo que reemplazar importaciones por producción interna "no es algo trivial ni inmediato en fruticultura", por lo que recomendó intensificar el uso de tratados internacionales para diversificar mercados. "Nuestra economía es muy pequeña, por lo que no parece aconsejable tomar represalias arancelarias, pues se corre el riesgo de que nos impongan más aranceles y se generen los efectos económicos internos negativos señalados", afirmó.Añadió que acciones como gravar productos estadounidenses -trigo, arroz, maíz, carne- podrían tener efectos contraproducentes: "Presionarían al alza el precio del pan, granos, carne y derivados que consumimos y no garantiza la eliminación de aranceles a la fruta chilena exportada. Por lo tanto, estrategias de negociación, disuasión, ajuste de acuerdos y diversificación de destinos, con trabajo integrado de los sectores público y privado, son las vías más recomendables para ocuparse, en lo inmediato, como país".
Preocupación
Desde el mundo agrícola local, el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, también expresó su preocupación. "Efectivamente esto nos va a afectar, ahora con el 10% va a hacer más dificultoso, pero nos queda esa ventanita de que nosotros producimos por estación", comentó. Sobre los productos que podrían verse más perjudicados, mencionó "los arándanos, las manzanas, las peras, la uva, la gran cantidad de fruta que se va a Estados Unidos y el otro producto donde tenemos una mayor presencia, logros y avances es el mercado del vino donde tendremos el 10% de arancel, pero nuestros competidores tienen el 15%, o sea que igual seguiremos en mejores condiciones", destacó. El dirigente también advirtió un posible efecto dominó global, señalando que "a nivel país y regional puede existir perjuicio a nivel de producción, una menor mano de obra y una baja comercialización, en especial con China, país que se ha visto afectado hasta con un 50% en el aumento de aranceles que les interpuso el país norteamericano". En esa línea, alertó que un menor crecimiento de China también impactaría al mercado chileno: "No vamos a poder vender la fruta a buenos precios porque la gente no tendrá plata, China se va a ver complicado y tenemos productos que llegan completamente desde el país asiático, por ende el valor de producción también se va a ver elevado", concluyó.

