Entendida como la capacidad de un individuo para hallar y mantenerse en un trabajo, desarrollarse profesionalmente y adaptarse a las transformaciones del mercado laboral, la empleabilidad es un concepto que juega un papel clave en la actualidad.
Tal capacidad puede ser fortalecida en el tiempo a través de distintos factores. Uno de ellos se relaciona con la experiencia profesional, ya sea remunerada, freelance o voluntariado que se posea. Cualquiera sea la situación, lo anterior es una evidencia de lo que es capaz de realizar una persona en casos reales, usando para ello todos sus conocimientos. A la vez, ayuda a formar una red de contactos y potenciar su CV.
Un segundo elemento se vincula con el dominio de una segunda lengua, de preferencia el inglés. Hablar, escribir y leer en inglés representa una ventaja competitiva sobre todo si el individuo pretende postular a un trabajo en una multinacional o compañía con clientes en el extranjero.
Otro factor está representado por las habilidades blandas. En la medida que un profesional cuente con este tipo de destrezas podrá acceder con mayor facilidad al ámbito laboral y lograr un mejor desempeño al interactuar con el resto. Estamos hablando de capacidad de trabajar en equipo, liderazgo, comunicación efectiva, saber escuchar y empatía.
Una cuarta pieza que eleva la empleabilidad se relaciona con la formación permanente. Es decir, mientras un trabajador se capacite constantemente en nuevas herramientas TI, metodologías de trabajo y tendencias del sector e industria donde esté inserto estará en mejores condiciones para cambiarse a un mejor trabajo y tener una proyección profesional mayor. Estamos hablando en este punto de certificaciones, diplomados e incluso posgrados.
Un quinto elemento tiene que ver con los conocimientos que tenga la persona para afrontar con éxito los procesos de selección donde participe. En la medida que el profesional sepa elaborar un CV atractivo y adecuado para cada empleo al que postula, conozca cómo enfrentar una entrevista laboral, maneje muy bien los datos de su experiencia profesional (empresas, cargos, fechas, logros, etc.) y sepa aprovechar esa instancia para venderse lo mejor posible, sus posibilidades de ser el elegido para un cargo aumentarán significativamente.
Además, están aquellas acciones tendientes a construir redes de contactos profesionales (networking). Estas se van desarrollando con los años, desde el colegio en adelante, pasando por la universidad y el mundo laboral, y participando en instancias como seminarios, congresos y eventos de la industria donde la persona se desempeñe. También ayuda mucho contar con un perfil profesional en plataformas como LinkedIn.
Luis Rosas Asenjo,
socio director de Wiseplan