La asociación de funcionarios penitenciarios de Ñuble realizó ayer una jornada de "reflexión", entre las 8:00 y 10:00 horas, en apoyo del personal centinela (vigilancia), que son los funcionarios más nuevos que trabajan en los penales de la provincia. En el caso de la cárcel de Chillán se trata de 18 funcionarios que laboran en las garitas. 15 de ellos llevan cuatro a cinco años realizando esta función.
"Muchas veces cumpliendo turnos extenuantes, han llegado a trabajar 25 días por uno de franco", aseguró Cristian Montesinos, vicepresidente de la Anef provincial.
Uno de los carteles que ayer se dejó ver en los alrededores de la cárcel hacía alusión a que no quieren jubilar en un muro o ver a sus hijos una vez a la semana. Para Montesinos al trasladar esta situación al plano familiar "va a causar estragos, por eso más del 60 por ciento de los funcionarios que realizan esta labor, su matrimonio ha colapsado", apuntó.
Según la dirigencia de Anfup, Ñuble, hace cuatro años que no llega destinado personal nuevo de la escuela de gendarmería a la región.
"Los dirigentes han tenido que mendigar a la dirección regional para que puedan llegar uno o dos funcionarios a la unidad de Chillán. Acá no hay un problema de falta de dotación, sino que la unidad está envejecida", agregó Montesinos. Los dirigentes explican que hay documentos que avalan la solicitud a la dirección nacional de que no envíen personal antiguo, es decir de grado sargento hacia arriba, "pero sigue apareciendo personal antiguo".
Centinelas
Los centinelas (entre 20 a 28 años) son funcionarios que trabajan en la guardia perimetral y que portan armamento, cubren las garitas y le dan custodia a todo el perímetro de la cárcel. Junto a los centinelas está la guardia interna y personal administrativo que son alrededor de 60 personas.
El actual sistema de turno fue evaluado por la dirección general y se determinó en su minuto que no podía durar más de tres años, asegura Luis Díaz, presidente de Anfup Ñuble. "Estos turnos se realizan 4x4, es decir cuatro horas de vigilancia y otros cuatro de disponibilidad, pero a veces de acuerdo a las necesidades que tiene el servicio los funcionarios tienen que desempeñarse cuatro a cinco días. Deben cumplir labores de visita, realizar servicios de urgencia, servicio hospital y una serie de otras labores", dijo Díaz.
Realidad provincial
La situación de centinelas que llevan cinco a seis años de garita se repite en los penales de la provincia. En Bulnes son 9 funcionarios bajo esta modalidad, en Yungay 6, en San Carlos 6 y en Quirihue 6. "Con esto se coloca en riesgo la seguridad penitenciaria, teniendo funcionarios con este sistema de turnos sobrecargados y con alta carga laboral", argumentó Díaz.
Durante la tarde de ayer dirigentes se reunieron con la autoridad regional para intentar sentarse a una mesa de diálogo y lograr redistribuir a los funcionarios de Ñuble de acuerdo a las necesidades y años de servicio. Tras la cita Díaz señaló que el director regional, Coronel Pablo Toro Fernández se comprometió a incorporarlos a una mesa de trabajo en febrero y en la primera quincena de marzo llegarían nuevos funcionarios a la unidad de vigilancia de la cárcel de Chillán para relevar a los más antiguos.
Demanda de funcionarios de larga data
El reclamo de los funcionarios penitenciarios no es nuevo. Ya en 2014 alegaban por el sistema de turnos de jornadas de ocho horas diarias por 18 días para optar a uno de descanso, sistema que rige en la cárcel de Chillán para los gendarmes que hacen guardia en el perímetro. Incluso en aquel minuto la Anfup aseguraba que esto se relaciona con los 40 intentos de suicidio y 30 que habían cumplido con su objetivo en 2013 a nivel nacional. Datos que ya manejaba Anfup de 2009-2010 a nivel nacional daban cuenta de 1.500 ausencias por motivos de salud. De ellas un 14% por licencias siquiátricas y depresión.