"Chillán en el día a día funciona con 235 mil personas"
Sergio Zarzar, Alcalde de Chillán, al defender sus proyectos aprobados.
"La idea es respetar a Carabineros y cumplir con la normativa. Esa es mi opinión y no justifico una agresión a Carabineros"
Juan Campos, presidente de la
Asociación de Colectivos de Ñuble.
Una preocupante postal se asomó en la cordillera luego de que el complejo
volcánico Nevados de Chillán presentara el mayor pulso eruptivo desde que entró en Alerta Amarilla, el 31 de diciembre de 2015. Según informó Sernageomin, el movimiento telúrico se originó a raíz de la actividad del macizo específicamente a las 13.03 horas.
Hasta ayer no tenía fecha definida, por haber dos proyectos con premura, pero eso cambió el mediodía cuando el Ejecutivo le puso "discusión inmediata", la comisión de Gobierno Interior de la Cámara y se retomó la votación del proyecto de Ñuble Región que cumplió 20 meses de trámite. Discusión seguirá en la sesión del martes.
La Contraloría General dictaminó que los cambios al protocolo de objeción de conciencia del aborto en tres causales hechos por el Gobierno no se ajustan a derecho. Según estimó, "los establecimientos públicos de salud no pueden invocar objeción de conciencia, debido a que es función del Estado garantizar el libre e igualitario acceso a la salud".
La falta de una Estrategia de Desarrollo Regional para Ñuble ha significado que en la práctica no haya una planificación ordenada del gasto que se realiza de los recursos que la región consiguió como parte de su primer presupuesto, y que totalizan la cifra récord de casi $49 mil millones para este 2019.
En el Gobierno Regional saben que al mes de julio próximo deberán dar cuenta de la ejecución del gasto de dichos recursos, porcentaje del cual dependerá si el cálculo del presupuesto para 2020 será superior o inferior. Este último escenario sería nefasto para la actual administración regional, cuyo intendente Martín Arrau defendió ante la Dipres una cifra todavía superior a la asignada, por lo cual una gestión deficiente impactaría en el erario regional.
Durante los primeros tres meses de este año, el gasto regional no supera el 14% del presupuesto global, lo que se desglosa en M$769.993 gastados el mes de enero, M$2.212.248 en febrero y M$3.924.975 en marzo, lo que da una suma acumulada para el primer trimestre de M$6.906.316. De esta manera, inclusive duplicándose el ritmo de entrega de recursos para proyectos no será posible superar el 45% del presupuesto.
Por esta razón, la estrategia que ha llevado a cabo el Gobierno Regional se centra en aprobar iniciativas que signifiquen un mayor desembolso de recursos públicos en inversiones que, si bien son necesarias para la región y sus provincias, no vienen a solucionar los grandes problemas que la aquejan. Así es como en las últimas sesiones del Consejo Regional se han aprobado fondos para maquinaria municipal, ambulancias, carros de bomberos, vehículos policiales, construcción de APR, de alumbrado público, luminarias, canchas, mejoramientos de caminos, entre otros. Así también, el Gobierno Regional se ha apurado en celebrar convenios con distintos Ministerios para -a través de ellos- hacer llegar esperados adelantos en comunas. Lo anterior ha perjudicado directamente a los municipios más pequeños y empobrecidos de la Región de Ñuble que, por no contar con profesionales técnicos en la elaboración de iniciativas de inversión, no reciben recursos directos del FNDR. Según cifras aportadas por el consejero regional DC Hernán Álvarez, hasta fines de abril los municipios habrían recibido apenas el 13,4% de la inversión regional.
La razón tiene que ver con la negativa a que funcionarios técnicos de gobierno trabajaran directamente con los municipios en la elaboración de sus iniciativas, de tal modo de obtener la condición de RS, es decir, que cumple con todos los requisitos técnicos y económicos para poder financiarlo y ejecutarlo. Por el contrario, se pensó en fortalecer capacitaciones, que a la larga permitirán ver mejores resultados, pero que en el corto plazo produce un desequilibrio, que explica porqué Chillán concentra hoy gran parte de los mayores proyectos de inversión en Ñuble.
Nuestros vecinos de la ruralidad chillaneja, especialmente del sector de El Huape, han iniciado una potente campaña en contra de las chancadoras que están arrasando con el entorno del Río Ñuble.
Se trata de una empresa comercializadora de materiales de construcción (áridos) que desea ampliar ahora su superficie de extracción, perforando una enorme extensión de terreno (más de un centenar de hectáreas) con hoyos de diez o más metros de profundidad. Eso dejará a 200 familias sin su potencial de trabajo en las labores del campo y alterará muy seriamente el ecosistema.
Esta vez, la empresa busca ampliar su zona de explotación, para lo cual ha solicitado los permisos correspondientes. Los vecinos del sector piden a las autoridades que no los autoricen, porque se va a perder una gran superficie de cultivo agrícola y la fauna local irá desapareciendo.
Estas empresas no llegan con las manos vacías, sino que consiguen sus correspondientes permisos institucionales y mantienen su documentación en regla. Por eso, el mundo rural chillanejo alza con fuerza su voz para limitar tanta licencia para expoliar. Las autoridades deberían escucharles, tomar nota y actuar en consecuencia, porque estamos destruyendo nuestro entorno y beneficiando a quienes se lucran con su destrucción.
Este no es un problema de política partidista, sino de ética humana. Estamos destruyendo nuestro planeta, no escuchamos a quienes nos advierten de los peligros que ello involucra, ni adoptamos las medidas suficientes para detener el proceso destructivo y menos para recuperar lo ya perdido. Lo que se vive en Chillán, que es una advertencia antes de que se produzca el desaguisado, ya se ha vivido en el norte de nuestro país. Varios ríos están desapareciendo o disminuyendo de tal forma su caudal, que su realidad ecológica es muy lamentable. Poco a poco la vida se va terminando y el paisaje se transforma en inhóspito. Para el beneficio de unos pocos, se desvían los cauces, se alteran los cursos o se entuban las aguas para trasladarlas a los lugares de explotación de aquellos intereses particulares.
Es la hora de alzar la voz y de adoptar medidas correctoras. No es posible seguir en la dirección que hoy nos conducen. Nuestras autoridades deberían informarse mejor para aplicar las medidas que aminoren el daño. Y deben ser muy contundentes para que consigan detener este proceso que nos conduce a la hecatombe. Nuestro planeta lo reclama y a nosotros nos va la vida en ello.