Durante la jornada de ayer se realizó un encuentro en las dependencias del Instituto Nacional de Investigación Agraria Quilamapu (INIA) con el fin de presentar una degustación de la primera variedad de manzana chilena. Tras 10 años de trabajo conjunto, directivos de INIA, ASOEX y la Universidad Católica llegaron para degustar a ciegas 26 selecciones avanzadas de manzana, cada una de las cuales provienen del Campo Experimental Santa Rosa de INIA en Chillán.
El investigador Pablo Grau encargado del programa de mejoramiento genético de manzana de INIA, indicó que las frutas evaluadas se obtuvieron de cruzamientos realizados entre 2009 y 2013, utilizando métodos de mejoramiento convencional, a partir de variedades comerciales existentes tanto en el mercado local como otras introducidas desde Estados Unidos.
Entre los atributos destacados en la degustación a ciegas, los panelistas resaltaron características que no son habituales en las variedades comerciales existentes en Chile, como su elevada crocancia, alta jugosidad, gran firmeza e intenso sabor. Incluso las notas de cata de las potenciales variedades superaron a las variedades comerciales presentes en panel.
Grau resaltó también que las potenciales variedades contienen en su genética características de resistencia al daño generado por el sol que de manera creciente se está presentando en el país producto del aumento de la radicación solar vinculado al cambio climático. "Ello porque esta fruta se desarrolló y seleccionó en las condiciones de clima chileno que se caracteriza por tener alta radiación en los meses de verano, a diferencia de todas las variedades comerciales actuales que fueron obtenidos en las condiciones climáticas de sus países de origen".Asimismo, el especialista en frutales de INIA Quilamapu señaló que de las 26 selecciones presentadas, siete de ellas son resistentes al hongo venturia, que es la enfermedad fungosa más importante que ataca al manzano en Chile y el mundo. "Ello significa que no requiere aplicaciones de fungicidas (químicos) para proteger la fruta y la planta de este hongo que puede llegar a requerir hasta 20 aplicaciones por temporada".
Con ello la industria de la fruta se verá ampliamente beneficiada por cuanto la producción de fruta resistente a venturia permitirá tener fruta más sana para el consumidor (sin químicos), abaratar costos de producción, disminuir el impacto ambiental, acceder con mayor facilidad al mercado orgánico que en forma creciente es demandado por los consumidores y con mayor rentabilidad que el mercado convencional.
Finalmente, el experto destacó que la futura manzana chilena se caracterizará, además, por ser muy buena viajera, aspecto muy buscado en la fruta producida en Chile al tener que recorrer grandes distancias para acceder a los mercados de destino (desde algunos días hasta dos meses).
La degustación técnica de selecciones promisorias del programa de mejoramiento genético de manzana, estuvo inserta en el "Programa de Mejoramiento Genético de Manzano" que financian CORFO y el Consorcio Tecnológico de la Fruta de Asoex, y que ejecutan el INIA y la Universidad Católica de Chile.
Producto de exportación
Pedro Bustos, director nacional de INIA señaló que esta asociación público privada tiene por finalidad obtener un producto de exportación. Enfatizó la necesidad de tener fruta con características distintas al resto, como, por ejemplo el que soporte en perfectas condiciones el viaje. "Generalmente el transporte de nuestra fruta a los mercados de destino requiere más de 30 días y si va a China, casi 60 días. Es una fruta que tiene que competir en esos mercados", sostuvo Bustos. INIA está trabajando también junto al Consorcio Tecnológico de la Fruta y a la Universidad Católica.