A las madres, con cariño
El comercio, digna actividad de relaciones e intercambio entre los hombres, se ensució las manos cuando se volvió totalmente materialista e hizo del ganar su única ley. No podemos permitir que el afán de ganancia ponga sus manos sucias sobre el Día de las Madres y que esta fiesta, tan llena de profundidad humana, se reduzca a la propaganda y competencias entre supermercados y tiendas, esforzados en meternos por los ojos sus objetos. La madre es el símbolo de la vida, sin ellas no hay hijos, y son un signo de entrega generosa. Porque son no sólo las que gestan, sino las que educan y acompañan. Ellas merecen, como respuesta, algo más que un regalo comprado a prisa o impuesto por la propaganda. Cualquier regalo debe llevar el sello de ser algo personal, que se buscó y escogió con cariño. Las madres y en especial las madres con un hijo criminal o preso merecen nuestro sincero reconocimiento y la mejor de nuestras felicitaciones por su amor sacrificado que les lleva a nunca abandonar al hijo "problema". En la cárcel son ellas las que más visitan sus hijos. Ellas se sienten, a veces, marginadas socialmente. Las madres solteras, viudas o solas, las que con gran esfuerzo buscan para sus hijos el mejor pan del cuerpo y de la enseñanza, sienten tantas veces el cansancio y el frío de la soledad. Pero siempre las calienta el abrazo sincero de sus hijos en el Día de las Madres y, tal vez, en otros muchos días del año. Las madres espirituales, esas mujeres que no nos llevaron en sus entrañas, pero que nos ofrecieron su cariño materno abnegado y desinteresado son bendición de la existencia humana por el apoyo moral y económico prestado a tantos seres humanos. En la vida de mucha gente y a lo largo de nuestras vidas nos encontramos con muchas madres espirituales: abuelas, profesoras, vecina, amigas, profesionales con corazón de madres, etc. El día de las Madres es un hermoso día para reconciliarse con la madre ofendida y comenzar otra etapa de mejores relaciones. Es también el día indicado para hacer el mejor de los regalos: Un don de la persona misma, arrancar un vicio o cultivar una virtud. Es, sin duda el regalo que más agradaría a "Mamá". Vayamos a estar con ellas, más allá del regalo y en el abrazo mirémoslas a los ojos para agradecer a la que nos cobijó y soñó con nosotros. Ya que mucho de lo que somos, se lo debemos a ellas. Feliz día, Mamá!.
Pbro. Alejandro Cid Marchant