El incipiente movimiento contra la cárcel que emerge en San Carlos
JUDICIAL. También los vecinos de Ñiquén son contrarios a este proyecto y anuncian protestas.
Kilómetro 368,5. Ésta es la ubicación exacta del terreno en cuestión, que hasta ahora es propiedad de la Universidad de Concepción y el cual fue adquirido hace aproximadamente 20 años, al matrimonio compuesto por Armando Vidal y Luisa Zen con la mediación de Raúl Romero, conocido dirigente del sector agrícola en esos años y también uno de los principales opositores en estos momentos, al proyecto de construcción de la cárcel biprovincial en este sector de San Carlos.
Desde el propio Raúl Romero, pasando por diversos dirigentes sociales y vecinales del sector Buli, donde estaría emplazado dicho recinto penitenciario, nadie se explica por qué la Casa de Estudios superiores antes mencionada, decidió poner en venta el sitio de 37 hectáreas que fue escogido porque está emplazado en la zona agrícola más representativa de Ñuble.
"A pesar que el proyecto iba a realizarse en Pinto, logramos que la estación experimental de riego y cultivo de arroz se levantara aquí con una tremenda inversión para adquirir equipos los que ahora tristemente están apilados", aseguró un molesto Raúl Romero.
Este terreno fue puesto en venta hace más de tres años, explicaron los propios vecinos quienes llegaron en masa al lugar para solicitar que se de cuenta de su malestar y desaprobación por lo que aseguran es una decisión dictatorial de parte de las autoridades de Gobierno.
"El aviso se hizo público hace seis meses y por las razones que tenga la Universidad, ninguna se condice con el hecho de querer deshacerse de estas tierras, porque el primer anhelo tal como lo dice este cartel era seguir cultivando el espíritu de sus estudiantes y la región, una frase que hoy no nos cuadra mucho con el hecho de vender para la construcción de una cárcel, en medio de sectores poblados por miles de personas, porque éste prácticamente es un barrio de San Carlos compuesto por Buli Agua Buena, Buli Estación, Buli Caserío y Buli Gaona.
Para José Díaz, dirigente de Buli Caserío, la puerta sur de la comuna de Ñiquén "sería muy malo para el sector y la comuna instalar aquí una cárcel, los dirigentes estamos todos en contra nos vamos a movilizar en conjunto con el alcalde Manuel Pino, vamos a acudir a todo gesto de protesta incluso si es necesario tomarnos la carretera, estamos verdaderamente alarmados porque somos gente tranquila, de trabajo, esfuerzo, hemos pedido pasarelas, garitas y las autoridades hacen oídos sordos de nuestras necesidades, pero si pretenden instalarnos una cárcel, esto es una burla, quieren que seamos un nuevo Colina".
Precisamente uno de los vecinos de Buli Caserío, Eduardo Candia, contó que precisamente llegó hace tres meses desde esa comuna de la Región Metropolitana, donde es conocido el clima que persiste tras la instalación de dos centros carcelarios. "Yo viví casi 29 años allá y tuve que volverme porque era imposible seguir confrontando la delincuencia, tener una cárcel al lado del hogar afecta la vida de las personas, todo lo que yo vi no fue nada bueno, allá también hacía labores de agricultura y tenía que dejar personas para que cuidaran mi casa, cuando salía a trabajar, por eso decidí volverme a mi tierra, me vine para poder vivir tranquilo y mire ahora con lo que me vine a encontrar" contó este campesino dedicado al cultivo de verduras específicamente.
Para el presidente de la Junta de Vecinos de Buli Gaona, Manuel Fuentes, el tema no tiene vuelta " nosotros rechazamos rotundamente este proyecto porque somos los más perjudicados ya que estamos al lado; aquí hemos pedido a la autoridad que nos arreglan el camino alternativo donde existe un basural, hay veces en que los ratones no nos dejan pasar y ahora pretenden ponernos otra inmundicia, porque eso es una cárcel puesto que va a significar la llegada de la delincuencia, de drogas, para nadie es un misterio que estas cosas suceden, les pedimos que reaccione y nos eviten tener que llevar adelante fuertes movilizaciones".
Otro de los vecinos que se siente perjudicado con la decisión del Gobierno es Raúl Zúñiga, quien tiene su vivienda en el cruce Buli Estación a 50 metros donde se quiere construir el complejo.
"Yo tengo hijos con discapacidad y prefiero vivir aquí porque es un lugar tranquilo, contamos con cuatro establecimientos educacionales: Escuela Buli Caserío, Escuela Buli Estación, Escuela Gaona, Escuela Agua Buena, y por lo tanto el impacto sería terrible, es una decisión autoritaria del Gobierno, estamos todos dispuestos a movilizarnos", manifestó Zúñiga.
Eduardo, Candia
"Estamos muy disconformes con esta decisión del Gobierno, pero nos vamos a oponer con todo, para evitar que se construya".
Manuel, Fuentes
"Se nos acabaría la tranquilidad para vivir y realizar nuestras labores agrícolas, se va a llenar de delincuencia, es una realidad".
Raúl, Zúñiga