E n un predio ubicado en el kilómetro 15 el camino a Tanilvoro se dio inicio a la campaña del Programa Nacional Lobesia Botrana (PNLB) en plantaciones de arándanos en Ñuble.
"Aquí se colocaron 500 confusores sexuales por hectárea", indicó Jaime Peña, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) durante la fiscalización del proceso que considera 170 mil dispositivos en alrededor de mil hectáreas de la provincia.
Dada la importancia, el presupuesto del Programa de Control de Lobesia botrana aumentó de $7 mil millones en 2014, a $9.200 millones para la presente temporada. Un 33% de los recursos se están utilizando en la instalación y supervisión de este dispositivo, con el objetivo de cubrir 30 mil hectáreas entre las regiones de Coquimbo a Biobío.
Osvaldo Godoy, gerente agrícola de Carsol Fruit -empresa orientada a la producción de arándanos, kiwis y espárragos- dijo que era primera vez que se incorporan a este programa en conjunto con el SAG.
"Esta técnica permite reducir la propagación y con esta tecnología sin duda se va a controlar esta plaga", comentó el agrónomo.
A diferencia de la vid, el ingeniero agrónomo indicó que no se ha detectado presencia de la plaga en las plantaciones de arándanos.
"El SAG nos da las indicaciones para su implementación, que partió este año", señaló el gerente agrícola de la empresa que posee en la actualidad alrededor de 400 hectáreas de arándanos en el país. Osvaldo Godoy explicó que aún no se ha determinado el impacto de la plaga en los arándanos, pero agregó de acuerdo a la literatura científica esta polilla del Mediterráneo ha diezmado varios países en Europa de hasta un 30% en la producción de uva vinífera y de mesa. "En los arándanos no hay información, aunque el daño que podría causar a los productores de esta fruta es limitar el ingreso a algunos mercados en que consideran a esta plaga de cuarentenaria, generando un daño económico", comentó. Godoy aclaró que la colocación de emisores de confusión sexual de la Lobesia Botrana es una tarea emprendida por el Servicio Agrícola y Ganadero que apoya el sector privado.
"Nosotros tenemos que realizar aplicaciones de agroquímicos, cuando el SAG nos indica, de manera de garantizar que haya un control sobre la plaga en sí. Esto es más bien para disminuir los riegos de su proliferación y multiplicación", acotó.
"Esto es muy importante para nosotros y para que nuestra fruta salga en buenas condiciones", afirmó David Carrasco, propietario del predio con una superficie 44 hectáreas dedicados al cultivo de espárragos y arándanos Estos últimos con una producción el 2013 de 240 toneladas de las variedades Brigitta, Legacy, Duke y Ochlockonee y destinada al mercado norteamericano y europeo.
Los berries es un producto destinando principalmente a la exportación con un volumen de 86.700 toneladas, de acuerdo al Servicio Nacional de Aduanas. Los principales destinos en fresco son Estados Unidos 74%, Holanda 10%, Reino Unido 7% y Hong Kong 2%. En tanto en congelado son Estados Unidos 39%, Corea del Sur 13% y Australia 12%.
La superficie regional de 4.280 hectáreas (28% del país) según el Catastro Frutícola del Centro de Información de Recursos Naturales, de las cuales 1.873 hás. se concentran en la provincia de Ñuble. A su vez, cifras de Comité de Arándanos de Chile, la superficie nacional de este berry actual llega a 15.560 hectáreas entre las regiones IV a la X, incluida Los Ríos, con un rendimiento promedio de 7,8 ton/há.
M ás de cuarenta dirigentes de las Juntas de Vigilancia de los ríos Cato, Perquilauquén, Putagán y Achibueno, pertenecientes a las regiones del Maule y Biobío, se dieron cita en el museo de arte de Linares, para participar del acto de cierre del "Estudio Diagnóstico para el Fortalecimiento de las Juntas de Vigilancia Zona Sur", realizado por la Comisión Nacional de Riego (CNR).
"En un contexto de escasez hídrica, como Gobierno nos interesa que los regantes tengas las herramientas necesarias para gestionar de manera eficiente los recursos hídricos de sus respectivas cuencas y este estudio aparte de apoyar la constitución legal de las Juntas de Vigilancia, se preocupó de capacitar a los dirigentes para entregarle las competencias necesarias para una eficiente gestión", sostuvo el coordinador de la Macro Región Sur de la Comisión Nacional de Riego, Paulo De la Fuente.
El coordinador de la Unidad de Desarrollo de la CNR, Iván Pizarro explicó que el gran aporte de este estudio, tiene que ver con la entrega de competencias específicas a los dirigentes.
"El manejo de conflictos, el conocimiento de la institucionalidad pública que está en torno a la legislación, para poder gestionar recursos y así solucionar la necesidad de infraestructura de cada organización y contar con un reglamento operativo que permita normar la forma en que ellos funcionan", puntualizó el profesional de la CNR.