Un trabajo de búsqueda exhaustivo que durante esta jornada se extenderá hasta Cobquecura, es el que realiza la Armada, Bomberos y Carabineros, a tres días de la desaparición de un menor que naufragó en la desembocadura del río Itata, en Trehuaco.

El día lunes, la familia del sampedrino Héctor Patricio Gallardo Luengo, de 46 años, encontró la paz al hallar el cuerpo del hombre que se entró al río a navegar, ignorando la alerta emanada de la Onemi, que advertía la fuerte marejada a raíz de los vientos presentes en la zona.

Sin embargo, en el caso de Sebastián Pino Urrea, de 16 años, su búsqueda no ha tenidos resultados concretos.

Según comentó el teniente Ricardo Cartes, de la capitanía de Puerto de Lirquén, y encargado de las labores de rastreo, son 33 las personas que colaboran en esta labor que durante el día de ayer se extendió desde la mañana hasta la tarde, apoyados también por un helicóptero de la Armada.

"La búsqueda se enfocó en el sector de la desembocadura, pero por las condiciones del mar no es posible poder entrar con bote neumático, porque con las olas existe la posibilidad de que se genere un accidente y tengamos más situaciones que lamentar", dijo el oficial de la Armada.

Junto a su personal, ayer colaboró el grupo de rescate subacuático de Bomberos de Concepción y Quillón. Se espera que el día sábado regresen, en caso de no haber resultados positivos. Durante esta jornada, en el borde costero se sumará la primera compañía de Bomberos de Cobquecura. Según planteó el teniente Cartes, "tenemos la fe en que lograremos encontrarlos, aunque hay que entender que por la amplitud del mar y las corrientes, pudo ser derivado en dirección norte o noroeste".

Danny Fuentes Espinoza

Para las 10.30 horas de esta mañana se espera que la Fiscalía formalice a dos hombres, de Chillán y Coihueco, quienes fueron detenidos el lunes por su presunta responsabilidad en dos delitos de violación, los cuales se habrían cometido contra menores de edad y que generaron conmoción en la comunidad.

El primer caso ocurrió en la capital provincial, donde la familia de la menor afectada calificó como "un calvario" lo vivido en las últimas horas. Muy temprano se apostaron en el acceso al tribunal de Garantía para conocer el aspecto físico de quien, dicen, secuestró a su hijo de 9 años la tarde del lunes.

Según comentó la tía de la víctima, el menor salió desde su colegio a las 13 horas junto a un compañero de la misma edad, y al pasar por Avenida Collín, a la altura del supermercado Líder, se encontraron con un comerciante ambulante identificado como M.E.M.G., quien les pidió que lo ayudaran con la venta de frutas, a cambio de dinero y dulces.

El mismo hombre, de 44 años, a la fecha se encontraba en libertad y con firma mensual, cumpliendo una condena dictada por un tribunal capitalino por el delito de abuso sexual.

Una vez que comenzaron con la venta, pidió a su víctima que lo acompañara hasta su casa para traer mercadería, momento que aprovechó para intimidarlo con un arma blanca y posteriormente ultrajarlo sexualmente.

La fiscal Paulina Valdebenito dijo que se encuentran a la espera de los informes del Servicio Médico Legal para aclarar los hechos y determinar él o los delitos a formalizar en esta jornada.

Caso coihueco

De igual forma, se suspendió la formalización (por la misma causa), respecto a O.E.G.M., de 50 años, quien fue detenido por la PDI luego de ser denunciado por la hija de su vecina, a quien habría atacado sexualmente desde 2010.

Según comentó la comisario Carolina Zúñiga, jefa de la Brisexme de Chillán, la madre de la víctima compartía junto a su vecina en una iglesia evangélica, dejando a su hija al cuidado del esposo de su amiga, quien al parecer la habría agredido en diversas ocasiones.

"Se tomó declaración a la menor, informando que había sido violada cuando tenía 10 años", contó la comisario Zúñiga, quien añadió que con estos antecedentes se detuvo al hombre, quien a diferencia del primer imputado, no tenía antecedentes penales.

Un total de 930 litros de combustible y una camioneta incautada, además de dos detenidos, dejó un procedimiento de Carabineros de la Sección de Intervención Policial, quienes cerraron un local ubicado en el centro de Chillán que vendía de manera clandestina los derivados del petróleo.

Así fue informado por personal de la Segunda Comisaría de Chillán, desde donde precisaron que fue el denominado grupo Centauro el que concurrió hasta la calle Purén N°100, donde cerca de las 18 horas del lunes procedieron a fiscalizar un camión tres cuartos, del cual se estaba bajando una enorme cantidad de bidones.

Al consultar al arrendatario y encargado del local, señaló que el dueño llegaría con la documentación del local y también las facturas que justificaban la presencia de los líquidos comburentes.

Sin embargo, al no llegar el dueño del local se procedió a la incautación del combustible, del cual arrojaron bidones de 60 litros que contenían en total 840 litros de petróleo y otros 90 litros de bencina.

Personal uniformado señaló que hace ya un tiempo existía la sospecha de la existencia de este local de venta clandestino, en el cual se vendería el combustible a micros y taxicolectivos del transporte público, con la fachada de un taller mecánico.

De hecho, el local contaba con la patente vencida, por lo que también se les cursó una infracción. Respecto al arrendatario del local y un particular que estaba comprando la bencina a $600 el litro, fueron detenidos; sin embargo, la fiscalía instruyó dejarlos en libertad y citados a declarar posteriormente.

Carabineros hizo hincapié en que este combustible tiene una menor calidad y es peligroso para la comunidad, en tanto no se opera con la seguridad que tienen los servicentros.