Lo que tenía que ser una "nochebuena" terminó en tragedia para una familia del sector R20 Lautaro, en el kilómetro 10 camino a Pinto, límite entre la comuan preocrdillerana y Chillán.
"Antes de las 11 de la noche llegamos a mi casa, vivimos todos cerquita, íbamos a comer todos juntos, mis hermanos y algunos nietos, íbamos a comer una cena navideña en familia, cuando de repente vimos el fuego en la casa de mi mamá y lo destruyó todo", cuenta emocionada Juana Reyes, una de las hijas de Rosa Vizcarra de 95 años, quien perdió todo en un incendio que se registró el 24 de diciembre, poco antes de medianoche.
Esa noche la familia había asistido a la tradicional misa del gallo cuando, al ingresar a la vivienda de una de las hijas, se desató la tragedia. "Acá vivimos todos cerquita, mi hermano Jorge tiene su casita al lado de la de mi mami, que fue la que se quemó, y al otro lado está la mía y la de otra hermana, es una pena", cuenta Juana. A pesar de la tristeza Juana asegura que su mamá está bien, más tranquila, esto porque, si bien la casa quedó reducida a escombros, el milagroso hallazgo de unos recuerdos de Rosa hizo que todo fuera un poco menos angustiante.
"Cuando llegamos ya no se podía rescatar nada, mi mamita lo perdió todo. Lo curioso fue que lo único que pudimos rescatar fueron una fotografías antiguas que guardaba mi mamá, no sé dónde las tendría, pero ahora ella las tiene y se siente un poco mejor, pues recuperó algo de sus cositas", comentó.
La mujer llevaba más de 40 años viviendo en el lugar y ahora no sabe qué hacer, no sabe qué fue lo que sucedió. Si bien Carabineros no ha dado una versión oficial, Juana señaló que el fuego habría comenzado en un decodificador que era el único aparato que estaba enchufado en la vivienda.
"Por lo que pudimos ver nosotros el incendio empezó en una esquina donde estaba el televisor y el deco del tv cable, porque el pinito de navidad de mi mamá estaba al otro extremo de la casa y cuando nos dimos cuenta del incendio esa parte aun no era alcanzada por las llamas, por eso pensamos que pudo haber iniciado por un recalentamiento de ese aparato", indicó.
Vida de esfuerzo
Rosa Vizcarra tiene 95 años, se mueve en una silla de ruedas, sin embargo es una persona muy activa. Su hija Juana cuenta que hace poco una de sus nietas le había regalado un baño portátil ideal para ella, para evitar que hiciera tanta esfuerza; de ese regalo no quedo nada.
"fue una pena, porque mi mamá ha conseguido todo a punta de sudor y mucho trabajo y justo que una de sus nietas le regala esto y se destruye, una pena", dijo Juana.
Rosa es madre de 10 hijos, 40 nietos, 10 bisnietos y 5 tataranietos. Quedo viuda a los 50 años y tuvo que salir a buscar trabajo para poder mantenerlos, incluso si eso significaba caminar vario kilómetros para llegar a su puesto laboral.
"Mi mamá ha sido toda la vida una persona muy trabajadora, se ha sacado la mugre por nosotros. Cuando enviudó se puso a trabajar en el hotel Santiago en Chillan y como la plata era poca y no alcanzaba para nada más que para alimentarnos ella se iba caminando de acá del km 10 hasta el centro de Chillán", contó su hija.
Juana aseguró que ahora ellos como familia están viendo de qué forma pueden hacer que la señora Rosa se vulva a sentir en casa, ya sea construyendo un nuevo lugar o adaptando sus casas para que ella se sienta cómoda. "Mi mamá no ha visto como quedó esto, por eso nosotros limpiamos bien, sus nietos, sus yernos, porque no queremos que vea su casita en el suelo, todos sus recuerdos", dijo Juana.
Finalmente la hija de Rosa señaló que no ha solicitado ayuda a la municipalidad porque no lo considera necesario, además de consignar que en el municipio "siempre están muy ocupados".
"Yo no me he contactado con nadie de la municipalidad, porque no hemos tenido buenas experiencias; hace un tiempo se le quemó la casa a una niña y tenía hijos chicos, yo misma fui a pedir que la ayudaran, pero al parecer no pudieron hacer nada, por eso mejor esta vez limpiamos todo nosotros mismos y nos vamos a apoyar con la familia y los vecinos", concluyó la mujer.