"Esto nace desde que tenía seis años, en ese tiempo mi padre era presidente de Ñublense"
Muchos hinchas de Ñublense dicen extrañar la época de la dirigencia romántica del club, conformada por aquellos hombres que sin mayor poder adquisitivo trabajaban para generar lo que fuera posible para mantener viva a la institución. Algunos tuvieron éxito, pero otros fracasaron.
Entre este grupo de chillanejos se encuentra Leonardo Cusacovic Baabor, miembro del Club Atlético y Cultural Ñublense, y representante ante la Sociedad Anónima.
Cusacovich ha dicho presente como directivo en 1985 y 1992, cuando los chillanejos lograron el ascenso de Tercera y Segunda. Regresó en el 2003 y se mantiene hasta la fecha, siendo esta última una de las mejores épocas desde la perspectiva deportiva, aunque siempre con altos y bajos.
- ¿Cómo nace su relación con Ñublense?
Esto nace desde que tenía seis años, en ese tiempo mi padre era presidente de Ñublense a principios de los años 60 y desde ahí que estoy ligado a Ñublense, prácticamente sin despegarme como hincha.
- ¿Y alguien influyó para que asumiera funciones dirigenciales?
- Uno de los que me insistió harto y que nunca me dejó tranquilo fue Orlando Villamán. Todo eso fue en un momento en el cual la prensa se había hecho cargo de Ñublense, el equipo estaba prácticamente botado y cuando Orlando lo dejó, buscó un grupo de personas para que se hicieran cargo del equipo. Ese fue mi primer periodo en Ñublense y fue bien extraño porque después de eso decidí no participar más en el fútbol, porque en el campeonato hubo un incidente bastante lamentable con un grupo de jugadores que cuando jugaron contra Laja no tuvieron una actitud muy profesional u honesta. Perdimos, si ganábamos subíamos a Segunda, pero al arquero se le soltó la pelota en el último minuto, nos perdimos dos penales que los tiraron por las nubes. Uno de los jugadores reconoció que recibieron un incentivo de Laja. Después el equipo se desarmó y en el segundo campeonato logramos subir, pero no quería seguir más, fue algo que me dolió mucho.
- ¿Cómo fue el trabajo a comienzos del 2004?
Cuando se formó el directorio a fines del 2003 siempre pensamos que teníamos que partir de cero. Llegamos a tener 90 letreros publicitarios en el estadio y sin nadie que vendiera publicidad, todo se hacía a lo amigo. Junto a Sergio Zarzar y a otros dirigentes estábamos hasta ocho horas juntos planificando, era tiempo que cada uno le quitaba a sus actividades personales. Había poca gente que trabajaba con nosotros y es por eso que en los partidos estábamos en las puertas del estadio para controlar los ingresos; en mi caso me tocaba estar por donde entraban los autos. Después de los partidos hacíamos la contabilidad de las cajas. También tuvimos que poner el nombre de Atlético y Cultural Ñublense, ya que nadie le quería dar una factura o algo parecido al club porque hace muchos años que no había declarado nada. Tuvimos que armar todo.
- ¿Cuáles fueron las gestiones para integrarse al fútbol profesional el 2005?
Nos invitaron a una reunión de dirigentes en la ANFP y Reinaldo Sánchez nos dijo que para ingresar al fútbol profesional teníamos que pagar 1.000 unidades de fomento, más una deuda que se arrastraba del 2000 de más de 1.000 unidades de fomento y que también había que cancelar, sino no se podía jugar. Todo lo saldamos con los dineros que se entregaban del CDF y documentar el resto de la deuda. Tuvimos que normalizar todo para darle credibilidad.
- ¿Y en lo deportivo?
Me acuerdo que en el 2005 no podíamos subir, pero decidimos hacer un equipo que le diera alegría a la gente y que a la vez fuera la base para el 2006 cuando regresamos a Primera. Lo bueno es que al haber un buen equipo la gente respondió, nunca más he vuelto a ver el estadio con 16 o 17 mil personas. Esa fue la base para un trabajo estable.
- ¿Cuál es el mejor jugador que ha visto en Ñublense?
Son varios, pero me quedo con Óscar Roberto Muñoz, quizás fue uno de los que más me marcó. Claudio González era un jugadorazo. Por lo general Ñublense ha tenido buenos arqueros, pero de cuando era chico me gustó mucho Luis Pérez, era extraordinario. Del último tiempo me impresionó Danilo Aceval. No puedo dejar de nombrar a Manuel Villalobos, es un jugador muy completo.
- ¿El mejor dirigente?
Sergio Zarzar, tenía y tiene mucho liderazgo. Además, trabaja mucho en equipo y a todos les da responsabilidad, hace que cada uno se sienta importante en el sistema.
- ¿El mejor director técnico?
Nelson Oyarzún fue un muy buen técnico, lamentablemente estuvo muy poco tiempo. Isaac Carrasco también fue un buen técnico, al igual que Luis Marcoleta.
- ¿El partido más infartante que ha vivido con Ñublense?
Cuando se le ganó a Curicó en Chillán por 2 a 1 con gol de Wladimir Herrera. Todos nos tomábamos la cabeza porque el partido terminaba y estábamos empatando y con ello perdiendo en casa el título. Fue impactante, los jugadores entregaban lo último que tenían y hacer el gol en los descuentos, fue algo muy emocionante forzar ese partido de definición por la Tercera División, también ante Curicó.
- ¿Cuál es la diferencia de la época de la Sociedad Anónima con el estilo de los antiguos dirigentes de Ñublense?
Creo que ahora la forma de dirigir es mucho más fría. Todo tiene que ser más profesional, cada uno tiene su puesto, lo cual es bueno, pero lo malo es que se pierde la identificación. Creo que esto se podría mejorar tratando de acercarse a la gente, realizar promociones para hinchas de comunas, hacer clínicas deportivas en los colegios, la idea es generar identificación con la gente. Hemos planteado estas ideas al directorio de la Sociedad Anónima.
"Cuando en el 2003 me pidieron que me sumara a la dirigencia lo hice porque Sergio Zarzar era sinónimo de seriedad". "Hay que trabajar para que la gente vuelva a sentir cercanía con Ñublense".
2003 A la fecha
Cusacovich es parte de la dirigencia de Ñublense. El equipo estaba en Tercera y el 2007 jugó en Primera.