Pese a que la última encuesta Plaza Pública Cadem registró que un 60% de las personas se manifestó de acuerdo las aplicaciones de transporte privado como Uber y Cabify, y ante la extensión del servicio en regiones, cinco son las razones que impedirían que este tipo de servicios opera en la capital de Ñuble.
El primero es tamaño de la ciudad: apenas 180 mil habitantes, extensible a 205 mil, si se considera la intercomuna, de los cuales una pequeña fracción estaría dispuesta a utilizar en condiciones puntuales.
"Es un servicio pensado para las megaciudades y nuestra ciudad aún estamos lejos de eso, por lo que no se justifica aún", indica Carlos Moya, con 17 años como conductor de transporte colectivo y tres años en Flota Amiga.
El segundo factor apunta la corta distancia de los trayectos -5 kilómetros promedio máximo- asociada a la tarifa, a diferencia de lo que ocurre en Santiago y, desde el lunes, en el Gran Valparaíso, con tarifas promocionales que pueden llegar a un 25% de descuento a Clientes Premium, como lo promociona en su portal radiotaxi chill@n.cl.
"Aquí nos movemos a distancias cortas y cada uno tiene clientes de empresas o para el traslado de niños al colegio, con tarifas convenidas", indica el taxista Jorge González, quien lleva ocho años trabando en FamiliaAmigo.
La tercera razón es la variedad de los servicios concentrados en 10 líneas de buses intercomunales y 24 líneas de taxis colectivos de Chillán.
"El parque automotor está saturado y por eso las patentes están congeladas. Y económicamente tampoco sería rentable seguir aumentándolo, porque sobrepasaría la población por auto", afirma José Toro, con casi 40 años en la conducción en distintas empresas y que actualmente presta el servicio como taxi privado.
Otro factor asociado es porcentaje de automóviles particulares que circulan por la comuna: un 62% de los casi 45 mil vehículos motorizados.
"Anda mucho auto, sobretodo temprano en la mañana", dice Juan Lillo, taxista desde los 18 años y que maneja desde la década de los 60.
Un quinto motivo se relaciona con la cultura de los chillanejos por un servicio más personalizado.
"Chillán es la ciudad precursora del radiotaxi en Chile y es difícil que se llegue a competir con nosotros. El chillanejo se fija mucho en sus raíces y confía en su gente", sostiene el santiaguino Teodoro Chandía, con más de 25 años tras un volante y ex conductor de una de las primeras empresas radiotaxi de la ciudad, Cotachi.
Sin embargo, existe un motivo adicional, todavía cuestionable por el reciente fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que rechazó el recurso de protección en contra del Ministerio de Transportes exigiendo la congelación de este servicio.
"No se trata de una acción popular que pueda interponerse por cualquier persona a nombre de otra", indica la resolución de la corte.
Para el taxista chillanejo Roberto Rojas, el servicio Uber debería cumplir con las mismas exigencias que los taxis y colectivos: esté inscrito en el registro de transporte público y privado de pasajeros, realice dos revisiones técnicas al año, e incluyan tarifa.
"Que una persona salga en su vehículo a trabajar como taxi no es justo", afirma.
Uber todavía no llegará a la zona
La Seremía de Transportes informó que hasta ayer no se disponía de antecedentes formales respecto a la llegada de Uber a la región. Entre enero y marzo la Seremi de Transportes a través de su equipo de Fiscalización ha realizado 14 operativos en la región para combatir la informalidad y cursado 19 infracciones a vehículos particulares por prestar servicios de taxis sin estar inscritos. "A la fecha, nuestro equipo de Fiscalización lleva 227 controles a la modalidad taxi básico en toda la región, quienes presentan una baja tasa de rechazo con un 3,4% de multas. A esto se suman 263 fiscalizaciones a taxis turismo y 33 a la modalidad taxi ejecutivo", informó.