La primera lectura de la encuesta que mide la pobreza en chile parece positiva. Efectivamente, tanto la pobreza como la desigualdad, disminuyeron. Al revisar más pausadamente los resultados, sin embargo, se constatan los efectos de las reformas y de la ausencia de políticas correctamente orientadas en estos años. Más de dos millones de chilenos viven aún en la pobreza. Con un desempleo al alza, salarios estancados y políticas sociales ausentes de la agenda difícilmente podrán superar esa condición.
En los dos primeros años de mandato de la Nueva Mayoría, tanto la economía, como el empleo, el aumento de los salarios y la reducción de la pobreza, han caído a menos de la mitad de lo registrado en el anterior período.
De haberse mantenido el ritmo de reducción de la pobreza observado en el mandato de del ex Presidente Piñera, hoy habrían 427 mil chilenos menos bajo la línea de la pobreza. En esta medición salen de la pobreza la mitad de quienes lo hicieron entre 2010 y 2013 y en su medición con la línea de pobreza actualizada, ésta cayó de 14,4% en 2013, a 11,7% en 2015. Esa cifra significa que, mientras entre 2009 y 2013 salieron de la pobreza 427.251 personas por año, entre 2013 y 2015, salieron de la pobreza 217.346 personas por año, es decir, la mitad que durante el Gobierno del Presidente Piñera.
Tanto la Presidenta Bachelet desde EEUU, como el Ministro de Desarrollo Social, adjudicaron los resultados de la encuesta a los efectos de las reformas que impulsa el gobierno. Sin embargo, el Gobierno se equivoca con esa conclusión. Primero, la encuesta fue tomada a fines de 2015, cuando el empleo se mantenía en condiciones significativamente mejores (la tasa de desempleo según INE, para el trimestre noviembre 2015 a enero 2016, fue de 5,8%, hoy es de 6,9%).
En segundo lugar, las reformas aún no están efectivamente implementadas, menos aun cuando fue tomada la encuesta: la reforma laboral aún no se promulgaba, la educacional escolar recién está implementándose, la superior todavía no se promulga y la gratuidad para los poco más de 100 mil alumnos no pudo tener efecto, porque la encuesta se tomó antes. En la práctica han sido varias de ellas aprobadas en el Congreso, con efectos políticos y económicos, por el clima que generan, pero no sociales.
En tercer lugar, es precisamente por efecto de las reformas, el menor crecimiento, el deterioro progresivo en las oportunidades de trabajo, el estancamiento en los salarios, entre otros, que el ritmo de disminución de la pobreza cae en este período a la mitad de lo alcanzado en el Gobierno de Sebastián Piñera. Debe observarse con claridad al menos esos tres puntos. El Gobierno induce a la opinión pública a percibir equivocadamente los resultados de la Encuesta Casen, un instrumento valorado en Chile.
Frank Sauerbaum, ex-Diputado por Ñuble
Ingeniero Comercial-MBA.