Ocurrió hace pocos días. Una modesta emprendedora chilena fue a comprar botones y otros accesorios a la calle Rosas. Sin razón alguna, fue agredida por dos mujeres, que, junto con golpearla, le gritaron reiteradamente "Cuica…" y otros adjetivos irreproducibles. Una vez que superó el episodio, se atrevió a contarlo y lo atribuyó a que es rubia, de ojos claros, lo que algunos frustrados y frustradas interpretan como sinónimo de muy buena situación económica y social, con lo cual justifican sus ataques.

¿Un episodio inexplicable? No. Al contrario. Totalmente explicable. Estamos viviendo en país crecientemente endurecido. Según la psicología, la agresividad es parte de la conducta humana. A veces, puede ser hasta positiva, porque impulsa a las personas a actuar, a empeñarse más en lograr sus objetivos. Lamentablemente, éste no es el caso de Chile, donde se emplea para agredir, insultar, ofender, hacer daño, golpear, dañar, en las más variadas formas.

El Centro de Estudios y Cohesión Social planteó que el 75,88% de los chilenos vive en situación de alta tensión. Está dispuesto a agredir ante la menor provocación o si interpreta un hecho como tal. ¿Quién no ha sido víctima de episodios como estos? Lo peor: el 53% de la población justifica la violencia.

No es exclusiva de un sector. Hay agresividad en los trabajadores, sometidos a condiciones de agobiante estrés cotidiano, malas condiciones laborales y, muchas veces, penosas condiciones económicas. Los automovilistas viven en permanente estado de agresión: el 60% se ha enfrentado con otros o sale todos los días dispuesto a hacerlo. Existe estrés por el pésimo transporte urbano que impera en las principales ciudades del país. Ciclistas y peatones se disputan calles y calzadas. Aunque el diagnóstico sea penoso, lo cierto es que el insulto y la amenaza imperan hoy en muchas calles chilenas. Lo vergonzoso: los que ofenden y amenazan creen haber "triunfado". Olvidan que la agresividad y la violencia aparecen cuando no existen argumentos y que son iguales que el odio: nada engendran.

La cortesía, la amabilidad los buenos modales están en retirada. Fueron reemplazados por el grito, la mano empuñada, el ataque, el insulto. Estamos sufriendo una descompensación emocional colectiva: lo que antes era un problema, hoy se convirtió en un conflicto. Lo que provoca rechazo es que la mayoría piensa que la única manera de solucionarlo es ofender al prójimo, referirse a su madre, enviarlo a buena parte, lesionarlo y luego mandarse a cambiar. Es penoso plantear este tema. Pero se trata de la realidad que vivimos. Lo peor, según recordamos los chilenos veteranos, es que no siempre fuimos así. Igual que en el deporte, tuvimos mejores marcas en cuanto a amistad, buena voluntad, sentido del humor y respeto por el prójimo. ¡Por Dios que nos hicieron mal la modernidad y el cambio!

Raúl Rojas Periodista y académico

Hace 3 años | 19 de enero de 2014

Muertes de bañistas obligan a reforzar campaña

A la fecha se han registrado ya tres víctimas fatales en la provincia de Ñuble, una en el río Ñuble, en río Itata y otra la comuna de San Nicolás. Imprudencia e ingesta de alcohol son las causas más comunes de los accidentes que ocurren en ríos, playas y piscinas, de ahí el llamado de las autoridades a la prevención.

Hace 2 años | 19 de enero de 2015

Estudio prefactibilidad de tren rápido estaría en 8 meses

Presidente de EFE, Jorge Inostroza, dijo que se están recibiendo las propuestas de las consultoras interesadas. Iniciativa ferroviaria promete conectar a las ciudades de Santiago y Concepción en menos de cuatro horas. "Si las cifras dan, el estudio de factibilidad se hace", confirmó Inostroza

a Crónica Chillán.

Hace 1 año | 19 de enero de 2016

Evalúan ubicar farmacia popular en Paseo Las Palmas

Concejales del municipio de Chillán, propusieron ocupar oficina de administración del Mercado, para ahorrarse el pago de arriendo de la futura Farmacia Popular. El Departamento de Salud municipal revisará el lugar para determinar si cumple con normas que solicita la Autoridad Sanitaria para su autorización.

La estabilidad económica, el establecimiento de redes sociales y la percepción de seguridad en el país, son algunos de los aspectos por los cuales los inmigrantes quieren quedarse en el país, según lo precisa el estudio "Inmigrantes en Chile: Establecimiento y proyectiva", elaborado por el Centro Nacional de Estudios Migracionales de la Universidad de Talca.

El asunto, como es de público conocimiento, viene a sumar mayor conocimiento sobre un fenómeno que está sorprendiendo a Chile, pero que lleva años de desarrollo a lo largo de todo el país, y que s eha masificaod el último tiempo en nuestra provincia.

El análisis revisó el caso de extranjeros latinoamericanos, con más de cuatro años de residencia en Chile, viviendo en las comunas de Santiago, Estación Central, Recoleta e Independencia, de la Región Metropolitana. El estudio arrojó que el 57% de los entrevistados piensa seguir en el país. Asimismo, la mayoría de los que se quieren establecer en forma definitiva son los migrantes con mayor nivel educacional, los que ganan entre $400 mil y $600 mil y los que tienen hijos.

Pero no sólo eso: dos de cada diez estima que su intención es permanecer en el país por 10 años, lo que podría corresponder a una intención de permanencia mientras las condiciones económicas sean favorables, sostiene el análisis hecho por el gobierno.

Indudablemente, Chile -a pesar de ser un pequeño país- se ha convertido en un destino interesante para los migrantes de distintos países; esto es bueno, considerando la necesidad de crecimiento que tenemos por delante y el empuje que tiene esta población.

Ciertamente también se requiere modernizar la ley actual, pero por sobre todo, educar a la población respecto del sentido ético de valorar a quien viene a aportar y entender que este fenómeno es una realidad que enfrentan distintos países del planeta, incluido el nuestro.