Hace un par de años, Chillán luchaba para quedarse con la sede regional del Consejo de la Cultura y Las Artes, en desmedro de Concepción. Si bien se cumplió, pero fue solo a medias, pues de igual manera las decisiones se tomaban en la capital penquista.
El argumento principal pasaba por ser la cuna de grandes héroes y artistas, pero de ahí nada más. Hoy, a casi un año de la remodelación del Teatro Municipal, este hecho ha cambiado.
Junto con la realización de una variada cartelera de espectáculos, se suman exposiciones, y diferentes muestras artísticas y culturales. Fue esa premisa que hizo que el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, determinara que la capital de la futura región de Ñuble, fuera la sede de la entrega de los afamados premios pedro Sienna. Un orgullo para Chillán.
Este premio tiene como objetivo reconocer a un autor, artista, técnico o productor que destaque por su calidad artística o proyección de su obra, y a las actividades relevantes de difusión y preservación patrimonial de la producción audiovisual.
Este "espaldarazo" de parte de las autoridades nacionales, nos hace pensar que hoy el mundo de la cultura se está reivindicando. Cada vez son más los interesados en el mundo de las artes, las visitas a los museos sigue en alza, lo que se refleja en la celebración del mes del Patrimonio, que este año tuvo una masiva participación, pese al frío que amenazaba.
Chillán comienza a convertirse en la capital cultural, y de cara a la nueva región, debe seguir potenciando esta área. Ahora deben ser las políticas públicas las que lleguen en auxilio de todos aquellos artistas, en los diferentes ámbitos, que quieren dejar una huella, pero ven en el tema económico, un factor en contra para su progreso.
Tanto el Teatro como otros espacios de la ciudad, deben abrirse al talento local, potenciarlos y ayudarlos para poder sacar nuevos Claudio Arrau, Ramón Vinay o Marta Colvin, entre otros grandes que han llevado en l nombre de la ciudad por el mundo entero.