La comunidad Bahá'í de Chillán se sumó la noche del viernes a las celebraciones internacionales por el bicentenario del nacimiento de Bahá'u'lláh, fundador de la fe, que tiene sus orígenes en Persia, actual Irán.
En un gran salón adornado especialmente para la ocasión, más de 60 personas, entre bahá'ís e invitados, dieron inicio a los festejos de esta importante fecha. "Hoy día es el bicentenario del natalicio del fundador de la fe Bahá'í, que se llama Bahá'u'lláh, que hace 200 años atrás nace en 1817, quien es el nuevo mensajero de Dios, que después de estar 40 años encarcelado, y pasar de exilio en exilio, muere en Tierra Santa, que es Israel", relató Farid Pakzamir, uno de los nueve miembros que vela por la comunidad.
La conmemoración fue parte de las 72 horas de júbilo que se celebraron en todo el mundo y que culminaron la jornada del domingo. "Porque son dos natalicios, uno es del fundador de la fe Bahá'í, que es hoy día (viernes), y el otro, dos días después, que es el natalicio del precursor de él -como Juan Bautista para los cristianos- a nivel de todo el mundo se están haciendo grandes fiestas, la Torre Eiffel está adornada por el bicentenario", señaló orgulloso Pakzamir.
Para Sergio Soto Carrasco, uno de los miembros más jóvenes de la fe en la comunidad chillaneja, celebrar los 200 años del natalicio de Bahá'u'lláh es un privilegio. "Vivir en esta época en que cada vez las enseñanzas de Bahá'u'lláh están cobrando más sentido, pues son más contingentes con el acontecer nacional e internacional, ya que los temas que se están tratando son los mismos temas que él promulgó en Medio Oriente hace dos siglos atrás", dijo emocionado.
Fe Bahá'í
En 1852, a la edad de 35 años, Bahá'u'lláh, cuyo nombre que significa "Gloria de Dios", estando encarcelado en Teherán por pertenecer al movimiento bábí, recibió el llamado de Dios para convertirse en el portador de una nueva Revelación Divina, la fe Bahá'í, que cumpliría las promesas del retorno hechas por las religiones anteriores y que traería los recursos espirituales necesarios para reorganizar la sociedad y unificar a todos los pueblos del mundo.
Bahá'u'lláh "es el nuevo mensajero para esta época, él nos viene a mostrar una nueva perspectiva de la vida, de unidad, de la libre búsqueda; nos trae revelaciones nuevas, revelaciones para esta época, nos trae enseñanzas", recalcó Cinthia Soto Cid, miembro de la asamblea.
Las enseñanzas bahá'ís abarcan varios temas, entre los que se pueden mencionar la nobleza inherente del ser humano, el desarrollo de cualidades espirituales y el respeto y la conservación del medio ambiente.
Los principios de la fe son doce, entre los que están "la igualdad entre el hombre y la mujer, el acuerdo entre ciencia y religión; educación y paz universal, entre otros", señaló la bahá'í.
La fe, que no tiene doctrinas religiosas secretas ni ritos, tampoco sacerdotes ni clero y cuyos nueve miembros de la asamblea local son elegidos, cada año, por todos los miembros de la comunidad, es considerada la revelación de Dios para la época de ahora, la cual explica todas las revelaciones pasadas y hace un llamado a un nuevo Orden Mundial.
Invitación
En Chillán hay alrededor de 50 bahá'ís inscritos y a ellos se suman otros tantos que participan en los talleres, cursos o actividades de la comunidad, sin profesar necesariamente la religión.
Dentro del año del bicentenario, la comunidad bahá'ís chillaneja continuará con las celebraciones en torno a Bahá'u'lláh. El 11 de noviembre se realizará una actividad artística cultural en el Teatro de Chillán, en la que el guitarrista Eduardo Rioseco ofrecerá un pequeño concierto; Francisco Amenábar tocará el salterio (instrumento antiguo de 60 cuerdas), además se presentará el coro de luz, que participa en el templo bahá'í de Santiago. La invitación es abierta a todo el público y la entrada es liberada.