Liceo Luis Cruz Martínez de
EDUCACIÓN. Recinto se adjudicó Fondo de Seguridad Pública para impulsar una iniciativa que beneficia a 300 alumnos.
Frente a un problema que se visualiza cada vez más por las redes sociales y que muestra la agresión psicológica y física entre estudiantes, en Quillón un establecimiento educativo decidió hacer frente al problema y postular al Fondo Nacional de Seguridad Pública para ejecutar un proyecto que irá en beneficio de unos 300 alumnos. Se trata del Liceo Polivalente Luis Cruz Martínez, que logró un financiamiento por $50 millones para ejecutar por un año el proyecto.
Este es uno de los planes que ofrece le Subsecretaría de Prevención del Delito para abordar el tema del Bullying con recursos que enfrenten este fenómeno de manera multidisciplinaria, con participación de la comunidad educativa y su entorno social. Para esto se incluyen estrategias con profesionales de diversas áreas: psicólogos, asistentes sociales, orientadores y profesores.
En el auditorio del establecimiento educacional se desarrolló la inauguración de esta iniciativa, a la que asistió el coordinador regional de Seguridad Pública, Alan Ibáñez, quien sostuvo que "este tipo de programas impulsado desde la Subsecretaría de Prevención del Delito apunta no solo al diagnóstico, sino a las soluciones y con ello a generar ambientes más gratos tanto al interior como afuera de las aulas de clases, uno de los muchos objetivos propuestos por el presidente Sebastián Piñera", dijo el kinesiólogo.
Angélica Pino, presidenta del Centro de Alumnos del establecimiento educacional, estima que este recién inaugurado proyecto vendrá a dar mayor tranquilidad a los alumnos, a sentirse más seguros. La alumna enfatiza que en el colegio no se han registrado hechos de gravedad, pero que es mejor prevenir y educar para no caer en situaciones lamentables y para esto existirán talleres y personal dispuestos a ayudar.
La directora del Liceo Luis Cruz Martínez, Irma Osorio Hernández, estima que enfrentar el bullying es un desafío en el que debe participar toda la comunidad, para determinar criterios comunes, desafíos en torno a cómo abordar el problema de las agresiones entre los alumnos.