"Así como vamos en 20 años se levantará un movimiento para separarnos de Chillán"
Alejandro Pedreros,
Alcalde de Coelemu por desigual — distribución de fondos regionales.
"Desarrollo Social jamás frenaría un proyecto que va en beneficio de la población más vulnerada"
Doris Osses, Seremi de Desarrollo Social por APR de La Invernada.
Entre consejeros regionales y en especial alcalde de la Zona de Rezago del Valle del Itata se han levantado voces de preocupación por la -hasta ahora- desigual distribución de los recursos del presupuesto 2019 del Gobierno Regional de Ñuble, a tal punto que jefes comunales de oposición hablan derechamente de un nuevo centralismo regional. Esta situación ha detonado con la información que dio a conocer el consejero Hernán Álvarez, quien ha puesto el énfasis en que de los poco más de $51 mil millones que ha aprobado el Core de Ñuble este año, no más de $7 mil millones han ido a parar de forma directa a proyectos postulados por lo propios municipios. Por el contrario, la estrategia utilizada por las autoridades regionales ha sido aprobar montos que son traspasados desde los ministerios sectoriales para iniciativas que van en beneficio de diversas comunas del territorio.
En este sentido, los dineros que son directamente administrados por los gobiernos comunales son escasos. Cabe destacar que esta lógica que ha impuesto el Gobierno Regional de Ñuble va en un sentido directamente opuesto al que -durante las campaña presidencial- expuso el propio Sebastián Piñera, quien abogó por otorgar mayores responsabilidades en la administración de recursos a las Municipalidades, entregándoles al mismo tiempo más responsabilidades.
Este sentido de descentralización se echa más de menos entre los alcaldes de las zonas más postergadas de la Región de Ñuble, con mayores indicadores de pobreza, ruralidad, falta de servicios e índices de educación más desiguales, como es el Valle del Itata. En la denominada Zona de Rezago, el Gobierno acaba de lanzar el "Plan Itata" que considera en lo fundamental recursos por casi $8 mil millones para alrededor de 40 proyectos y programas que son puestos en marcha por una decena de servicios públicos.
La crítica, sin embargo, proviene desde comunas como Trehuaco o Coelemu, donde sus alcaldes han señalado, cuyos proyectos no han sido priorizados con la misma celeridad como ha ocurrido por ejemplo con Chillán, donde los anuncios de inversiones en obras de mejoramiento vial, estudios para la gestión de tránsito o el futuro barrio cívico se encuentran en una etapa avanzada para su materialización. Si se analiza la críticas más en profundidad, se podrá observar que cuestionamientos similares han realizado pequeños productores agrícolas en las últimas semanas, en desmedro de grandes inversiones en Punilla o Diguillín.
Más allá de los esfuerzos por capacitar a los municipios para incorporar proyectos que beneficien a las comunidades, el Gobierno Regional debiera apoyar con profesionales técnicos en su elaboración, hacer un seguimiento, pero sobre todo priorizar de manera ecuánime las inversiones en las tres provincias de Ñuble, algo que hasta hoy se observa de manera desequilibrada y en desmedro de las zonas y habitantes con mayores necesidades.
Mientras la Presidente Michelle Bachelet inició el primer encuentro local auto convocado de los diálogos ciudadanos en el marco del Proceso Constituyente en el país, ayer el exPresidente Sebastián Piñera pidió a los partidos de Chile Vamos adoptar una decisión sobre su participación en el proceso para reformular la Carta Magna.
Con novedades Iansa inicia la nueva temporada remolachera: la puesta en marcha de su nuevo plan estratégico, la reapertura de la Planta Cocharcas, la creación de tres Unidades de Negocio, una planta de Pulpa de Fruta y Pasta Tomates y la fijación del precio del cultivo para la temporada sin negociación previa según la normativa.
Mientras la Asociación Parque Schleyer asegura que agotarán todas las instancias para que finalmente Chillán pueda tener el parque que Juan Schleyer anhelaba para la comunidad, el Movimiento Ciudadano Parque Regional Lantaño continúa sumando actores sociales y políticos que se comprometan proteger la reserva natural.
Se trata de una realidad: las noticias trágicas originan angustia y ansiedad en la gente. Lo comprobó una investigación de la Universidad de California, la cual advirtió que el tema se convirtió en un problema de salud mental, que afecta y agobia a todo el cuerpo social.
El estudio demostró que se elabora una cadena. Ocurre algo grave en el país natal o en cualquier parte del mundo. El hecho tiene connotación humana y puede provocar inquietud, desazón, incertidumbre, sensación de peligro a nivel personal. Estos sentimientos y emociones se multiplican cuando muchos medios de comunicación, especialmente la TV, inician transmisiones constantes y majaderas, en las cuales se refieren una y otra vez al mismo acontecimiento, muestran las mismas imágenes y difunden las mismas declaraciones. Simultáneamente, los mismos rostros aparecen en pantalla con expresiones trágicas y lugares comunes redundantes: "Horrible tragedia", "Un hecho espantoso", "Nunca había sucedido nada igual", etcétera. El fenómeno no se detiene ahí: a la noticia en sí agregan música dramática, pausas inútiles, tomas repetidas, testimonios que no aportan nada.
Y como estamos en el siglo XXI, el poder de la pantalla se transmite a los smartphones, que, pese a ser teléfonos inteligentes, se usan para difundir todo tipo de tonterías y calamidades. El resultado es el que confirmó el centro de estudios norteamericano: tensión máxima en el cuerpo social, estrés, mal dormir, temor por lo que pueda suceder. Angustia.
¿No podrían ser más sobrias las notas televisivas? ¿Es preciso agregar música, tomas aceleradas, sonido a todo volumen?
A todo lo anterior se suma el uso y abuso del "Último minuto" en los noticiarios, que generalmente corresponde a noticias ocurridas varias horas antes. Para justificarlas, sostienen que se trata de "información en desarrollo".
Claramente, no estoy planteando censura ni omisión. La realidad es dura, y muchas veces golpea con noticias correspondientes a la llamada "crónica roja", hoy predilecta de los canales locales, los que también eligieron incluir en sus noticiarios la promoción de sus teleseries, restaurantes supuestamente moda y otras yerbas. Pero lo dice la frase popular: "Bueno es el cilantro…"
Estoy sugiriendo retornar a la antigua sobriedad y menor extensión de ciertos noticiarios. Menos bombo, menos efectos especiales, menos parafernalia.
Tal vez harían bien con, por lo menos, acusar recibo sobre el daño que las noticias duras ocasionan a la salud mental de la población. Así, por respeto a esa realidad, tal vez todos viviríamos más tranquilos.
Raúl Rojas, Periodista y Académico.