Tómbola y pedagogía
Señor Director:Hace unos días, a propósito de la llamada "gratuidad" de la educación, recordamos la divisa del presidente Pedro Aguirre Cerda: "Gobernar es educar". Resulta decepcionante que sea en el campo de la educación donde esta divisa choca contra el populismo imperante. Ahora no se postula a un colegio por méritos si no por medio de una tómbola.
¿A caso establecer que las aspiraciones de un estudiante se deben satisfacer por el reconocimiento de los méritos y no por el azar, no resulta verdaderamente violento para el razonamiento más elemental? ¿No parece absurdo que a un niño o a un joven que necesita más que nadie reconocer valores, se le diga que poco vale ser un buen estudiante, cuando la suerte buena o mala puede abrirle o cerrarle las oportunidades que busca para realizar sus sueños?.
Como "veterano de guerra" en el mundo educacional soy de los que aprendió desde el primer día de clases que debía reconocerse el esfuerzo para aprender y comprender las diversas materias de cada ciclo escolar, por lo tanto, me rebelo frente a esta fórmula que nada tiene de pedagógico y que "expertos" más el populismo que en pedagogía instalaron como una manera de cerrar las puertas con candado ideológico a quienes sostienen que en la sociedad debe premiarse a los mejores y no igualarlos con los peores.
Si se trata de igualar en la mediocridad habría que suprimir las medallas olímpicas, los concursos de oposición para ingresar al mundo académico o a la magistratura y, vaya paradoja, a los cargos de la alta administración publica. La igualdad en la mediocridad conduce inevitablemente a la igualdad en la miseria.
Alejandro Witker, Historiador.
Carlos Altamirano
Señor Director:Con la muerte de Carlos Altamirano comienzan a conocerse pasajes como testigo de la historia política de los convulsionados y decisivos años 60-70 dentro del contexto de la Revolución Cultural de mayo 1968 en París y la Revolución Cubana-Castrista en Latinoamérica en que el mundo nunca más sería el mismo.
Una de ellas fue la traída en forma clandestina por pasos cordilleranos de San Fabián, desde las pampas argentinas, el libro premonitorio "Frei el Kerensky chileno", clandestino, por estar prohibido paradójicamente su circulación por la "revolución en libertad" del Gobierno Demócrata Cristiano y el impacto anímico que tuvo en el Presidente Frei Montalva.
El libro "Altamirano", de la periodista Patricia Politzer, en conversación con Carlos Altamirano, pregunta: "¿Cómo y cuándo se había quebrado definitivamente la larga y antigua amistad entre Frei y Allende. Altamirano contesta: "fue a consecuencia del libro, lo había impactado brutalmente". A Frei lo considerarían un Kerensky, tal como el ruso entregó Rusia a los Bolcheviques, él entregaría Chile a los marxistas. Esa convicción le hizo cambiar a Frei la percepción sobre Allende y la drástica actitud opositora al Gobierno de la Unidad Popular.
Altamirano, conocedor de todo esto, llevó a reclamar en el discurso del 9 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile, culpando a Frei como Sergio Onofre Jarpa a incitar "abiertamente a la sedición". Son pequeñas historias de alto impacto de la que de alguna manera fuimos partícipes.
Alfredo Schmidt Vivanco.
Beneficio local del TPP-11
Señor Director:Desde que comenzó la tramitación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP-11) han circulado argumentos falsos y anacrónicos sobre las repercusiones que tendría el acuerdo, no sólo en nuestra economía, sino en nuestra calidad de vida.
Una economía pequeña y abierta como la nuestra no puede aspirar a mantener elevados niveles de crecimiento sin profundizar su estrategia exportadora. Según un informe de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Gobierno de Chile, más de 3 mil productos silvoagropecuarios que Chile envía a esos mercados mejorarán sus preferencias arancelarias.
Esto trae inusitados beneficios para las regiones de nuestro país: por mencionar algunos ejemplos, en la región de O'Higgins, el 50% del empleo regional es generado por actividad agrícola, ganadera, industrial y minera. En Coquimbo, a su vez, un 30% de las inversiones de 2018 fueron a países que están dentro del Acuerdo. En Los Lagos, por último, más de un tercio del mercado laboral se dedica a áreas beneficiadas por el TPP.
Podríamos seguir con cifras, pero el punto está claro: la suscripción de estos acuerdos, además de abrir valiosos mercados para nuestros productos y potenciar la capacidad productiva local, eleva nuestros estándares y desafía al país para ir alcanzando progresivamente un perfil de economía robustecida y desarrollada. Aprobar el TPP-11 no es un lujo, es una necesidad.
Renata García D.