Las nuevas generaciones de "jactan" de tener acceso a internet cuando lo deseen, de tener dos, tres o más televisores en su hogar y mucha disponibilidad de tecnología lo cual es completamente destacable y positivo, sin embargo, actualmente hay familias que no tienen acceso a la energía eléctrica, algo básico para que lo anteriormente citado funcione como corresponde. Y si alguien piensa que esta realidad es lejana está completamente equivocado, ya que en la naciente región de Ñuble hay un total de 438 familias sin el suministro disponible en sus hogares. Es ante esta realidad de vivir si "luz" en pleno siglo XXI, el Gobierno anunció en mayo pasado el Mapa de la Vulnerabilidad Energética y lanzó el programa "Ruta de la Luz", que busca proveer el suministro a sectores de Chile que aún no cuentan con un servicio que pareciera estar al alcance de todo, pero que no es tal. Las cifras a nivel nacional indican que cerca de 30 mil familias, 25 mil que no tenían nada y las otras 5 mil, por algunas horas al día.
En Ñuble las estadísticas dejaron en evidencia que en Diguillín existen 92 familias bajo esta condición, 174 atraviesan por el problema en Itata y en Punilla el número es de 172.
Más allá de conocer cifras y dejar en evidencia una realidad, lo importante es buscar las herramientas para terminar con un problema y si bien algunos pueden pensar que no es trascendente, cabe recordar que cuando "se corta la luz" se transforma en noticia.
Ante esto el seremi de Energía de Ñuble, Enrique Rivas estableció que el compromiso de Gobierno es electrificar 2.500 viviendas al año a nivel nacional y ante lo cual se espera que en la región se avance en este desafío y pronto se pueda asegurar que en Ñuble nadie se queda sin energía.
La autoridad agregó que el catastro dejó en evidencia que la realidad se produce por el componente de ruralidad existente en la región y ante lo cual el iluminarse con velas es una tradición que se ha traspasado de generación en generación, aunque la modernidad siempre es necesaria.