Fin de la década y demandas sociales
Señor Director:Se cierra la segunda década del siglo XXI, que puso de manifiesto un incremento significativo de demandas por mejores condiciones sociales. Cómo no recordar las movilizaciones estudiantiles del 2011 y la necesidad de fórmulas para reparar los daños y desequilibrios de la desigualdad en Chile. Década que se cierra con el estallido social y se abre, a la siguiente, con un inédito proceso constituyente.
En esta década, se revaloró el proceso de democratización y participación y el papel de los gobiernos institucionales se vio tensionado. Las personas, convertidas en números, público o consumidores, fueron volviendo a su estado de conciencia ciudadana, expresando su parecer sobre el devenir del país.
Sin duda que fue una década compleja para las instituciones que no aquilataron los cambios que se estaban generando, muchas de ellas coaptadas por intereses individuales o corporativos. Así, el mundo institucional pasó estos últimos 10 años sin tener una visión, estrategias, objetivos ni prioridades claras.
La vida económica se convirtió en un aspecto central del debate social. Así, la dignidad, la igualdad y la democracia pasaron por análisis económicos y cuotas de poder, abriendo la puerta a respuestas cada vez hasta extremas que reflejan fundamentalismos y nacionalismos exacerbados. Responsabilizando por el éxito y el fracaso de esta década a ciudadanos que fueron invisibilizados y sometidos a las presiones de un modelo de consumo que prometía el camino a la felicidad.
En esta nueva etapa tendremos que apostar por procesos más reflexivos, respecto de nuestro desarrollo cultural y político. Esto nos llevará, quizás, a elegir el camino más largo, prefiriendo lo complejo a lo simple, lo lento a lo rápido, en pos de una sociedad más inclusiva y justa para todas y todos.
José Albuccó, académico de la Univ. Católica Silva Henríquez.
"Barras bravas"
Señor Director:En nuestra Cámara de Diputados existe un profundo clima de crispación y división. Las denominadas "Barras Bravas" de asesores e invitados de parlamentarios, han acrecentado aún más la división ya existente en el Congreso Nacional. Resulta necesario recordar que nuestros congresistas están para legislar, elaborar y reformar leyes, entre otras cuestiones más. No están para ver quién lleva más público a su galería de turno, eso déjenselo a los espectáculos.
Cabe destacar la labor del Senado, en él se han propiciado acuerdos, un sano debate y un intercambio de posiciones legítimo en una democracia. Se produce así una brecha enorme entre una legislatura y la otra. Al menos, el proyecto de reforma al reglamento de la Cámara de Diputados, para evitar este tipo de desórdenes, va en el sentido correcto. Aunque del dicho al hecho, sigue existiendo mucho trecho.
José Luis Trevia. Investigador Fundación para el Progreso.
Campaña sin acuerdo
Señor Director:¿Qué tan honroso puede ser hacer campaña por algo en lo que no se cree?
Durante los últimos meses hemos visto por estos días que el frente amplio anunció estar preparando una campaña para el plebiscito del 21 de abril, sin embargo, en reiteradas oportunidades hemos visto como varios sectores de dicho "bloque" desprestigian el gran acuerdo por la Paz que permitió iniciar el proceso constituyente.
Una situación que no deja de sorprender, por lo irónico que resulta ver a Frente Amplistas vanagloriándose del plebiscito y de realizar una nueva Constitución, cuando fueron los primeros en negarse al diálogo, en rechazar los acuerdos y en justificar cualquier acto en contra de restablecer el orden y la democracia de manera pacífica.
Francisca Matamala.
Virtud de enmendar
Señor Director:El informe del INDH no debe entenderse como un ataque ideológico sino como una guía para avanzar en nuestra institucionalidad y proteger con más fuerza los derechos de todos los chilenos.
Si bien, lamentablemente se han constatado violaciones a los derechos humanos, hemos sido testigos que el Gobierno ha puesto la disposición por favorecer la investigación de las denuncias, siguiendo con detención los informes nacionales e internacionales y en creando una comisión para entregarle apoyo integral a las víctimas acompañándose en todo el proceso y en lo que amerite.
Asimismo, se comprometió a cambiar los protocolos con la ayuda del Congreso para que estas situaciones jamás vuelvan a repetirse.
Es valorable cuando las instituciones asumen errores y buscan enmendarlo, la virtud siempre reina en quién se esmera en corregir.
Soledad Rodríguez.