Jubilación es un término que proviene del latino Jubilatio, que se refiere a la acción de retirarse de un trabajo, al cumplir una edad pre establecida, por enfermedad o por invalidez. Entonces, quien alcanza esa meta laboral recibe una pensión vitalicia que, basada en condiciones establecidas legalmente, alcanzan una cuantía determinada.
En Chile, ¿existe hoy una jubilación que haga realmente feliz a una persona? Me da la impresión que, en la gran mayoría de la población, la respuesta es no. Y ello se debe a un sistema de pensiones abusivo, descaradamente injusto. Sin embargo, también existe un origen etimológico de la palabra jubilación, que significa júbilo, alegría. Es decir, en este caso la jubilación es un acto feliz.
Permítanme, entonces, que abusando de mi carácter positivista, me centre en el júbilo que se siente al alcanzar las condiciones para el retiro laboral. Esto se debe a que varios de mis ex compañeros de trabajo en la Municipalidad de Chillán, que se han convertido en buenos amigos, se han subido a este peldaño de la escalera vital, transformándose en ciudadanos pasivos.
Son 17 personas que han consagrado su vida al servicio público. Quince de ellas en las oficinas municipales y dos en el Cementerio Municipal. Creo que es de justicia que, en su retiro voluntario, se les reconozca la trayectoria y se conozca sus nombres:
Vasco Sepúlveda, Carlos Bustamante, Amalio Sotomayor, Nilson Rozas, Carlos Goudet, Susana Mercado, José Alegría, Aurora Sepúlveda, Gladys Mora, Sandra Mondaca, Dionila Castro, Arturo Sepúlveda, Gabriela Ulloa, Gustavo Martin, Juanita Arias y Gabriel González Gallego. El primero de la lista se convirtió en el Secretario Municipal más antiguo del país, entregando prácticamente su vida activa a Chillán.
Los funcionarios municipales, sea la condición que sea, aportan no sólo sus capacidades técnicas y profesionales, sino que le agregan el plus de la cercanía humana hacia sus conciudadanos.
Lo viví durante más de ocho años y comprobé que existe el amor a la tierra y a su gente en el desempeño cotidiano de las labores de servicio público. A veces incomprendidos, tengan la certeza de que la inmensa mayoría de estos trabajadores intentan aportar permanentemente sus mejores capacidades.
En la hora de la partida de este grupo de "colegas amigos", creo que es importante destacar estos atributos, porque mucho de lo que es Chillán hoy se ha conseguido justamente por la entrega honesta y leal de la mayoría de estos profesionales.
Miguel Ángel San Martín Periodista.