Mejorar las condiciones del transporte público es necesidad que se arrastra hace más de 20 años en Chillán y es por ello que el llamado Perímetro de Exclusión que adelantó el subsecretario de Transportes José Luis Domínguez para la ciudad puede ser un paso clave para mejorar un gremio que cuando Ñuble pertenecía a la Región del Biobío siempre fue postergado.
El Perímetro de Exclusión busca establecer condiciones de operación para regular el transporte urbano mayor de pasajeros, con la finalidad de dar un servicio de mejor calidad y que redundaría en mejores frecuencias, horarios e incluso la extensión a la noche, algo que beneficiaría a miles de chillanejos que con suerte tienen micro hasta las 20:00 ó 21:00 horas. En contrapartida, las empresas recibirán un incentivo o un subsidio económico. El Perímetro de Exclusión va asociado a un pago, por lo que se va a negociar para hacer un contrato con el Ministerio que dependiendo las ciudades puede ser de 7 ó 10 años, lapso en el que habrá un pago mensual a la empresa operadora. Ello se traducirá que el dueño del taxibus recibirá mensualmente un subsidio de manera permanente. Eso a cambio de comprometer frecuencia en los distintos horarios, lo que implicaría contar con locomoción nocturna.
De esta manera se espera mejorar el transporte en Chillán, una ciudad en la cual a los taxibuses se les llama simplemente micro y cuya mayor necesidad, más allá de la calidad de las máquinas, es la frecuencia. Los días feriados la aparición de las micros es escasa, mientras que en la noche para muchos sectores, salvo Los Volcanes, los recorridos desaparecen cerca de las 21:00 horas.
Sería una positiva para los chillanejos, para quienes utilizan el sistema por necesidad y que a ciertas horas se les dificulta movilizarse.
Sin embargo, faltan las negociaciones finales, sentarse y llegar a un acuerdo, uno que en caso de no llegar a buen puerto podría derivar en la licitación y ante lo cual la competencia podría afectar a los empresarios locales.