Hace 3 años | 23 de enero de 2017

Desaparición de Irma Solís sumanueva arista

Desaparición suma nueva arista y amplían investigación en tres meses. Defensa de la ex pareja de profesora chillaneja desparecida en Punta Arenas, afirmó que testigos la vieron tras conocerse su desaparición. Eduardo Jara Verdugo sigue detenido como único imputado, y Fiscalía analiza la participación de una tercera persona.

Hace 2 años | 23 de enero de 2018

Sólo 11% de los municipios de Ñuble tiene Pladetur

Asociación de Municipios de Chile reveló en un estudio que el 52% sí tiene

alguna modalidad de planificación interna. Falta de recursos es uno de los mayores escollos para los alcaldes. Aún así, más de un 80% tiene alguna instancia municipal. Informe destacó además el alto grado de profesionalización que ostentan el 88%.

Hace 1 año | 23 de enero de 2019

Corte Suprema, próximo paso de familias desalojadas

Sentencia que rechazó recurso de protección solo afectó a parte de moradores de sector de San Fabián. Parlamentarios de Ñuble y seremi del Ministerio de Obras Públicas valoraron

fallo del organismo de justicia chillanejo. ONG Defensa Ambiental no apeló y cifra sus esperanzas en pronunciamiento del Tribunal Ambiental.

Durante muchos años, vivimos ilusionados con estudios internacionales que mostraban a Chile como uno de los países más felices del mundo.

En mis conferencias sobre el tema, reiteradamente pregunté al público si creían en esta afirmación. La respuesta fue siempre NO.

Y es muy sencillo. De una nación sobria, respetuosa de los demás, ajena al negativismo, nos convertimos en una sociedad consumista, cada vez más ambiciosa, que pensaba que los bienes -con un ingreso per cápita en aumento ilusorio- eran suficientes para tenernos a todos contentos. Planteé cómo dejamos de valorar al prójimo por su calidad y condiciones humanas y empezamos a medirlo por el precio y modelo de su automóvil, su casa, sus viajes al extranjero, joyas, relojes, ropa de marca, etcétera. La amistad y la convivencia casi desaparecieron.

Las encuestas, entre ellas una de la ONU, nos presentaban como la copia feliz del edén.

Todo este edificio, con cimientos de barro, se derrumbó. Los acontecimientos desatados a partir del 18 de octubre, conocidos como "estallido social" sacaron a la luz la verdad: la insatisfacción, el resentimiento, la desigualdad y factores similares determinaron que emergieran la violencia, el odio, el desprestigio de los poderes públicos y de buena parte de sus instituciones. El sector privado no escapó del rechazo nacional.

Sin embargo, no fue una sorpresa. Hace siete años, una encuesta de Bienestar Emocional, que abarcó 136 países, situó a Chile en el lugar número 124. Pese a ella, nadie escuchó la advertencia. La farra continuó y llegó el retroceso. Hoy, la mayoría dice inclinarse por la desaparecida sobriedad y todos sostienen poseer una enorme sensibilidad social. Cobraron millonarios ingresos durante mucho tiempo, sin ruborizarse, y ahora afirman que el dinero no hace la felicidad. Y por fin parecen comenzar a entender que la felicidad no es un estado de gracia, sino que la determinan muchos momentos de bienestar espiritual, producto de una visión positiva de la existencia. Entre ellos ocupan un lugar importante el respeto al prójimo, que comienza por el respeto a nosotros mismos, y la autoestima, correspondiente a saber valorarnos.

Así las cosas, nos encontramos a años luz de ser el pueblo alegre, ingenioso, "tallero", contento que creíamos ser. Lo que había de eso fue aventado por el consumismo, la ansiedad, la depresión (somos campeones del mundo) y, últimamente, por el miedo y la incertidumbre. Tememos lo que va a pasar mañana.

Pero no todo está perdido. La resiliencia, capacidad de recuperarnos frente a la desgracia, puede conducirnos a encontrar o reencontrar la felicidad.

Todo depende de nosotros, de nuestra actitud, de nuestras decisiones y de entender que no todo en la vida es recibir, comprar y poseer. También hay que dar. Y mucho.

El Gobierno decidió enviar al Congreso el proyecto de reforma previsional, una acción necesaria, si se consideran los problemas que enfrentan quienes entran a su proceso de jubilación. La iniciativa dada a conocer por el Presidente de la República incluye la instalación de un 6% de cotización adicional al 10% vigente en la actualidad, con cargo gradual al empleador, que será administrada por una institución autónoma, medida que dejaría afuera a las AFP en la gestión de este aporte extra. Sin embargo, sólo el 3% irá al fondo individual de cada trabajador, y el 3% restante se destinará a un fondo de reparto solidario, que hasta ahora no existía.

El sistema de pensiones nació con el decreto ley 3.500 de noviembre de 1980 y entró en funciones en abril de 1981. El Índice Global de Pensiones Melbourne Mercer 2018 lo ubica en la octava posición dentro de los mejores modelos del mundo. Pero en el país se plantea que está en crisis, no económica o financiera, sino porque ha perdido legitimidad y existe mucho desconocimiento sobre cómo funciona. En muchos casos, los trabajadores no cotizan por el total de sus ingresos, sino por un sueldo mínimo, mientras que la gran movilidad del mercado laboral hace que un sector importante tenga lagunas previsionales. Y quienes trabajan por cuenta propia no siempre se preocupan de aportar a su fondo previsional. En consecuencia, se piensa en el ingreso presente, pero no en preparar con la debida anticipación la pensión del futuro.

Así, Chile tiene pensiones bajas, reflejo de los problemas que muestra el mercado del trabajo. Desde 1995, expertos habían advertido que se requerían cambios, considerando que el país comenzaba a ver una tercera edad más prolongada y una menor tasa de natalidad. Hoy, tanto la esperanza de vida al nacer, como la tasa de sobrevida del pensionado es bastante mayor que la que existía hace cuatro décadas, cuando nació el mecanismo previsional.

Las AFP administran fondos previsionales de los trabajadores por $ 215.373 millones de dólares, el mayor nivel del que se tiene registro. Es una cifra impresionante, de los cuales dos tercios se explican por la rentabilidad del sistema, vale decir, el modelo es bueno desde esa perspectiva. No obstante, no es suficiente para que un gran segmento de trabajadores logre una pensión digna para su vejez. Sin embargo, el proyecto no aborda la necesidad de aumentar la edad de jubilación, que actualmente es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, con el fin de abordar la mayor esperanza de vida de los trabajadores y su ingreso más tardío al mundo laboral, lo que finalmente significa una menor capitalización en las cuentas.