Nuestro deber con el Covid-19
En el marco de la expansión de los contagios por Covid-19 en nuestro país y el peligro que esto entraña para nuestro deficiente sistema de salud y los grupos de riesgo de nuestra sociedad, tenemos que entender que, si los jóvenes chilenos no cambiamos nuestra rutina y hábitos sociales, vamos a ser los responsables por la muerte de nuestros abuelos. Esa vida nocturna ya no podemos permitírnosla. No solo hablemos de solidaridad, practiquémosla en serio.
Hernán Felipe Páez Estudiante de Derecho UC
Deberes de empleadores y trabajadores frente a la llegada del Coronavirus
La llegada del Covid-19 a nuestra región implica una enorme toma de responsabilidad de todos nosotros. Esta toma de responsabilidad involucra la voluntad de adaptarnos a las medidas que sean necesarias y en las cuales, como Gobierno, hemos estado trabajando conscientemente con el fin de resguardar la Salud Pública.
En este sentido, es de suma relevancia que tanto empleadores como trabajadores conozcan el protocolo que ha establecido el Ministerio del Trabajo y Previsión Social en caso de contagio o sospecha de contagio. Tal como indica nuestro Código del Trabajo, "el empleador estará obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores (…) manteniendo las condiciones adecuadas de seguridad e higiene en las faenas".
Este deber considera, además, entregar información oportuna y con tendencia a la prevención en los trabajadores, más aún en la situación de emergencia que hoy enfrentamos. Siguiendo esta línea, es también deber de los empleadores permitir que todo trabajador concurra a los centros de salud a realizarse exámenes preventivos sin que ello implique un menoscabo en su situación laboral.
Por supuesto, cada trabajador tiene la responsabilidad de resguardar su salud y la de quienes lo rodean, tomando las medidas y acciones necesarias en caso de creerse contagiado. Ante ello, existe la opción de que, junto a su empleador, lleguen a un acuerdo de trabajo remoto, manteniendo su actividad sin necesidad de asistir a su sitio de trabajo habitual.
En tanto, en el caso de aquellos trabajadores que hayan sido diagnosticados, se deberá extender una licencia médica, justificando su inasistencia, la que deberá ser cumplida a cabalidad.
Cabe mencionar que, en caso de contagio, se determinó que habrá una diferenciación según su origen, pudiendo haber sido éste en el trabajo o fuera de él. En el primer caso, las prestaciones médicas y económicas serán responsabilidad de los Organismos Administradores del Seguro de Accidentes y Enfermedades Profesionales, mientras en el segundo caso, corresponderá al organismo previsional de salud entregar las debidas prestaciones. El llamado es a conocer esta normativa y a informarse sobre las medidas preventivas destinadas a mitigar el impacto negativo que el contagio podría acarrear. Es el deber de autoridades, trabajadores, empleadores y cada uno de nosotros como ciudadano.
Yeniffer Ferrada Canto, seremi del Trabajo y Previsión Social de Ñuble
Coronavirus y la economía
El Coronavirus ya está aquí y según el avance que ha ido teniendo el virus a nivel geográfico, tenemos la posibilidad de adelantar algunos escenarios y por ende aplicar medidas que aminoren las consecuencias de la pandemia. Afortunadamente, ya casi todos hemos recibido indicaciones y protocolos de actuación en caso de sospechas de contagio. Gracias a los medios de comunicación estamos más informados y sensibles con la prevención, que es de esperar que todos sigamos adecuadamente. También la Ministra del Trabajo ha explicado cómo funcionarán las licencias médicas y ha dado algunas recomendaciones respecto a la implementación del teletrabajo para contener la expansión del virus. Sin embargo, aún no se ha instaurado la discusión -o al menos no se ha hecho pública- de las consecuencias que podría tener una pandemia no sólo a nivel económico en general, sino en nuestro sistema financiero, fundamentalmente en la banca, como garante de la transmisión de políticas monetarias y crediticias de un gobierno o banco central al resto de la economía.
Es sabido que desde el 18-O, los bancos se han vuelto más restrictivos a la hora de otorgar préstamos bancarios ya sea de consumo o hipotecarios y eso tiene efectos en el corto y mediano plazo en la economía de un país. Si sumamos la posible pérdida de fuerza laboral por el virus, el incremento del sueldo mínimo, la inestabilidad política existente y la disminución de la oferta y demanda global, las perspectivas para no pocas empresas de nuestro país serán inciertas. Ya la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha advertido que el coronavirus puede hacer retroceder la economía europea a niveles de la crisis económica del 2008 y ha animado a los gobiernos de la zona y bancos a trabajar juntos para facilitar la financiación de las empresas en condiciones especiales.
Es de esperar que acciones similares se comiencen a debatir e implementar lo antes posible, antes que la evolución, no sólo del Coronavirus sino de nuestra situación sociopolítica, nos empuje a un escenario de mayor complejidad y donde las medidas lleguen a intentar curar y no a prevenir.
María José Muñoz, académica Unaba