Cultura laboral
Chile está atravesando una crisis sanitaria de gran envergadura debido a un virus -Covid-19- que arrasa rápidamente a nivel global. Ello tiene a las autoridades instruyendo restricciones de reuniones masivas y recomendando evitar el contacto social, para disminuir la propagación del fenómeno. Esta semana, de hecho, se declaró estado de catástrofe por 90 días.
Esto, sin dudas, viene a cambiar al paradigma de trabajo que conocimos por tantos años y quienes no habían evolucionado hacia la transformación digital, hoy no tienen opción. Contar con todos los procesos digitalizados será la única salida para seguir produciendo, lo que es vital considerando las paralizaciones que varias empresas experimentaron los meses anteriores por el estallido social.
Lo que determina, no obstante, el éxito del home offices no radica solamente en contar con excelentes servidores en la nube y saber disponer de las distintas herramientas tecnológicas, sino también en la propia cultura laboral. El poder confiar plenamente en que cada uno de los colaboradores son responsables y se hacen cargo de sus tareas sin importar dónde estén, el que exista un compromiso real.
Será un gran desafío para todos. El llamado es a cuidarnos, tanto en el ámbito de la salud, pero también en cuanto a las responsabilidades.
Carlos O´Rian, presidente de KMA e Inmobiliaria ICALMA.
Sugerencia
Sugiero que todos los parlamentarios se pongan a legislar como sea y, como sus mandantes, les pongamos plazo el 31 de julio de 2020 para tener aprobada toda la legislación atrasada y la social y económica necesaria.
Que dejen la farándula en TV y cambien sus discursos que dividen, desprestigian al otro e incitan al odio.
Jorge Porter Taschkewitz
Antes que nada ¡son médicos!
Todo indica que antes que nada, los diversos grupos que participan en el gran debate que busca las mejores soluciones para enfrentar la crisis del coronavirus, deberían dejar afuera de la mesa virtual de discusión, todas sus pertenencias, creencias, afinidades, fobias, animadversiones, alergias personales y grupales, etcétera, principalmente el Minsal y el Colegio Médico, como también los alcaldes, otros ministros, políticos en general, empresarios privados, etcétera, y solo teniendo como objetivo final el resguardo de la población.
Aunque es obvio decirlo, pero bien vale la pena repetirlo, los integrantes del Covid-19, no hacen ninguna distinción, no pierden el tiempo entre ellos discutiendo con mutuas y tediosas declaraciones virulentas, de a quién atacan primero, si es de aquí o de allá, simplemente, ante la presencia de vulnerabilidades, infectan y comienza el temido contagio masivo.
¿Por qué les costará tanto a los primeros citados ponerse de acuerdo, liberándose por un buen rato, de sus ataduras político partidistas considerando que si se pudo en un momento sentar a conversar Trump con el líder norcoreano Kim Jong- un, por qué no podrán hacerlo el Colegio Médico con el ministro de Salud? Los primeros lo hicieron por la paz del mundo, y los segundos lo harían por la preciada vida de los chilenos y chilenas ¿que me imagino es el principal objetivo de los cargos que ostentan hoy día?
Luis Enrique Soler Milla
No es tiempo para políticos
Este no es tiempo para los políticos. Es tiempo para los expertos en salud pública. Confiemos en las autoridades que saben de salud y que han dirigido la estrategia para combatir este flagelo.
Los alcaldes no tienen la información, los conocimientos ni las competencias para intervenir. Hoy el mejor alcalde será el que apoye la estrategia técnica que están llevando las autoridades de la Salud.
Chile es el país que mejor está manejando la detección y las medidas de contención en Sudamérica. Tenemos índices parecidos a los que muestra Dinamarca en Europa. Somos el país que más exámenes puede realizar y las medidas de aislamiento social son las correctas. No es tiempo de políticos. No es tiempo de alcaldes pidiendo cuarentenas sin conocer sus consecuencias y efectos. Es tiempo de confiar en los que saben. Solo así saldremos de esto.
Antonio Cordero Kehr