Alteraciones culturales y el futuro
Los que somos mayores jamás habíamos presenciado algo semejante.
Me refiero a las múltiples instituciones que funcionan en los múltiples ámbitos culturales, sociales, políticos, científicos, artísticos, etc., diariamente, semanalmente, mensualmente, quincenalmente, anualmente, etc. Su compromiso, de mantener la normalidad que los rige, eso forma parte del orden establecido, ¿Seguirá imponiéndose? Esa es la gran duda, yo espero que sí, sobre todo cuando se trata de organizaciones con años de existencia.
Son tantas las situaciones que se plantean, leemos sugerencias tan curiosas como éstas, que a continuación señalo y que fueron publicadas por este mismo diario en su edición del reciente viernes 20, página 7 y que reitero a continuación: ante la propagación del virus COVID 19, como "colaboradores", le sugerimos: guardar un metro de distancia con los demás. Puede ser ante la cercanía de una persona contagiada con el virus, que tiene al mundo de pie.
La segunda sugerencia: Si toses tápate la boca con el brazo o ten puesta la boca con el brazo o ten puesta una mascarilla si ya estás enfermo y finalmente, intenta pagar con tarjeta y no con efectivo para evitar el contacto con la persona en la caja. Si uno aprecia con detenimiento cada una de estas observaciones, llega a la conclusión que estamos viviendo una etapa increíble de nuestro tiempo.
La sugerencia mayor de no salir de nuestras casas, sino de hacer intensa vida de hogar, también es algo muy curioso, hasta el extremo que las autoridades comprometieron a las fuerzas armadas para que colaboren con sus efectivos a custodiar las calle de día y de noche notificando a las personas, para que tan pronto puedan se reintegren a su casa. Además de eso, está el control de los negocios, incluyendo los grandes almacenes, tiendas y malls para que abran y cierren a horas determinadas.
Se habla de fronteras cerradas para las comunas, provincias y países y también cuarentenas para ciudadanos, ciudades y regiones. Los que somos mayores jamás habíamos presenciado algo semejante. Esperamos que, como experiencia, no la volvamos a vivir. Y por ser tan particular, nuestras autoridades no se equivoquen en su ejercicio y todos los ciudadanos podamos cumplir con lo que nos piden, haciéndonos cargo de aquel dicho "No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista".
Y roguemos al "Gran Arquitecto del Universo", que se porte como los grandes, con los méritos que le atribuimos.
Carlos René Ibacache I.
Miembro Correspondiente por Chillán de la Academia Chilena de la Lengua