Yo estuve aquí y nadie contará mi historia
Marginal desde una definición simple, sencilla y letal, es un adjetivo que significa "que está al margen. No pertenece a lo más importante, al centro". No quiero detenerme en preguntas filosóficas, porque no soy experta, pero es casi imposible no cuestionar: ¿quién decide marginar?, ¿por qué se permite esto?, y, los que todavía no somos marginados (o por lo menos conscientemente), ¿qué es lo hacemos al respecto?
Bueno, hubo alguien que sí se detuvo en este punto: Luis Sepúlveda. Él escribió desde su propia marginalidad acerca de aquellos, que sin voz (literalmente como somos testigos en algunos relatos), han sobrevivido a esta marginalidad histórica, a veces fría, solitaria o en compañía sin dejar de ser en ningún instante marginalidad. "Historias Marginales" se publica en el año 2000, con el escritor viviendo la marginalidad, siendo marginado; un escritor marginal, que desde la distancia siempre es cercano a Chile. Y de este libro, precisamente, es que quiero escribir.
No sé bien cómo llegó este libro a mi vida o cómo yo llegué a sus páginas, aunque sé muy bien el lugar en dónde estaba. Un sitio que también lo marginaba, pues no estaba considerado entre los Best Seller (Mejores vendidos), era una librería en el segundo piso del mercado techado de Chillán. Fue una ganga, para una universitaria con pocos recursos; encontrar libros rebajados, es una verdadera ganga. Ahora bien, la razón de la compra, simplemente fue el precio y el título, siempre es el título. Es que poco y nada sabía de Luis Sepúlveda, ni siquiera todavía, varios años después de esta compra, he podido recordar y asociar correctamente si es el gato que le ensaña a volar a una gaviota o es una gaviota que no sabe volar y requiere la ayuda de un gato. Así de trágico y patético.
Perdón por la sinceridad… es que siento que luego de la relectura de este libro, puedo libremente leer sus obras desde otra perspectiva. No obstante, el propósito de estas líneas es comunicar lo que marcaron en mí, las palabras de Sepúlveda con este compilado de relatos de hombres y mujeres golpeados por la marginalidad, comparten este dolor que se hace universal gracias a una persona que tuvo el detalle de hacer algo al respecto.
Comienza el relato con el brutal recorrido de Luis Sepúlveda por el campo de concentración Bergen Belsen, en Alemania. Fosas comunes donde yacen las miles de víctimas del horror de la Guerra. Buscaba a la pequeña niña que nos heredó la certeza de que la palabra escrita es el mayor refugio porque sus piedras están unidas a la memoria. Buscaba a Ana Frank. No la encontró, porque a los verdugos no solo les bastaba la muerte física sino que además debía incorporársele el anonimato para sepultarlos definitivamente en el olvido.
Paola Palma Medina, profesora
Adulto mayor y cuarentena
La pandemia del Covid-19 ha evidenciado, una vez más, que los adultos mayores son uno de los grupos más vulnerables en nuestra sociedad. Bajo este contexto, no hay que olvidar el factor socioeconómico como un elemento relevante y, al mismo tiempo, los factores personales de cada adulto mayor, que sin lugar a dudas juegan un rol importante respecto a su propia condición, sumado a que se pueden encontrar en una situación de soledad y/ o abandono.
En un escenario de cuarentena se acentúa la condición de dependencia de los adultos mayores y el requerimiento de asistencia de un tercero, que tradicionalmente y en el mejor de los casos es un familiar, el cual no es un profesional experto en los cuidados para personas de la tercera edad, sino que por lo general actúa de sentido común, desde su propia motivación o se le ha delegado esta labor. Por tanto, además de ayudar en tareas y acciones básicas al adulto mayor, un aspecto central de preocupación recae en el apoyo emocional.
Para el apoyo emocional lo significativo es que el cuidador pueda reconocer que dicho soporte se expresa en diversas acciones o situaciones; lo más probable es que muchas de las acciones que ya realiza se correspondan con el apoyo emocional, por ejemplo: acompañarlo en algún tipo de actividad física, reforzar sus logros de motricidad o incorporar tareas y objetivos (metas simples y claras). el apoyo emocional ideal debe ocurrir en un ambiente familiar, por lo tanto, en una situación de encierro, debemos tener una higiene relacional-vincular para cuidarnos todos (pues los síntomas ansiosos se expresan en cada uno de los miembros de la familia); por esto hay que tener una alta disposición a que el adulto mayor se haga parte de las conversaciones familiares, incluyéndolo en la toma de decisiones y dándole espacio para expresas sus ideas.
Luis Pino, académico Escuela de Psicología Universidad de Las Américas.