Mayores de 75 años relatan cómo vivirán la cuarentena obligatoria
CORONAVIRUS. Actividades como cocinar, leer, escribir, bailar, trabajar, tejer, pintar son los principales actividades en la temporada de aislamiento físico.
Quedarse en casa, aunque ya suene a lugar común, parece ser una de las medidas más implementadas a nivel mundial, para evitar los contactos físicos y con ello aminorar los contagios por coronavirus.
Mientras se está en la vivienda, el hogar y las actividades cotidianas como trabajar, tejer, estudiar, leer, pintar, bailar, compartir con la familia y reinventarse en el arte de la cocina, son los principales refugios donde los chillanejos mayores de 75 continuarán en resguardo, hasta que las autoridades sanitarias decidan otros caminos a transitar.
Cabe recordar que desde anoche a las 22:00 quedó prohibida la salida de todas aquellas personas mayores de 75 años en todo el territorio nacional, de acuerdo al decreto obligatorio emitido por el Gobierno, ya que este grupo etario integran la denominada población vulnerable a la pandemia del coronavirus, además que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, recordó que " más de 25% de los fallecimientos se registran precisamente en las personas que tienen 75 años o más", con o por la enfermedad de alcance mundial.
Una de estas chillanejas es María Eugenia Rondanelli, quien a pesar de estar jubilada por lo Municipalidad de Chillán, luego de 30 años de servicios como trabajadora social, aún sigue activa prestando su ayuda y conocimiento de manera particular a quien lo necesite, ella ha dedicado las últimas horas pre confinamiento a dejar al día temas de cobro de jubilación y pensión.
Manifestó a través de una amena conversación que "no he encontrada para nada terrible esta medida, porque trabajé toda mi vida, nunca trabajé mucho como dueña de casa, así que ha sido un buen tiempo para acercarme a la cocina y preparar nuevas comidas, que antes jamás había hecho, no gourmet, pero que si quedan ricas", comentó la madre de dos hijos, a sus 75 años.
Este momento ha sido propicio para que la hija de Chillán, pueda observar detenidamente su línea de vida, porque "uno tiene mucho tiempo para evaluar y analizar la vida y darse cuenta que la vida ha sido más positiva que negativa".
Ella consideró que "estoy viviendo la última etapa de vida, y por eso este momento es ideal para el reencuentro con sí mismo, y que uno debe hacer lo que lo haga feliz".
Además la hoy abuela con sus nietos en España cada tarde les envía un video donde le lee cuento a sus descendientes, "porque hoy el mundo se ha adaptado a las condiciones en que nos toca vivir", por lo que recomendó para estos días que aún no avizoran fecha de caducidad que "debemos cuidarnos, si no lo hacemos le vamos a hacer un tremendo problema a los que nos quiere, por amor a nosotros mismos, a nuestra familia, no salgamos".
Otro que llama al resguardo de sus contemporáneos, pero a mantenerse activo, sin las condiciones físicas y de salud lo permite, es Marco Aurelio Reyes, académico de la Universidad del Bío Bío, quien a sus 80 años realiza de manera diaria al menos dos videos conferencias, en promedio, en el ámbito educativo y universitario, "aunque hay días que hemos llegado hasta tres", comentó el actual decano de la facultad de Educación y Humanidades del Campus La Castilla.
Durante estos casi dos meses de paralización presencial de la actividad educativa, a lo que se le une el decreto de paralización de salido de las personas mayores de 75 años, manifestó que "los humanos siempre deben estar dispuestas al cambio, yo soy un hombre muy asertivo en ese sentido, siempre me he adaptado a todos los cambios, y creo que por eso he podido permanecer tanto tiempo en el trabajo activo, siempre apuesto por el cambio".
Este tiempo es un nuevo capítulo de historia de la humanidad que está viviendo Reyes como protagonista, ante ello compartió que ha tenido que incorporar a su cotidianidad el uso de nuevas tecnologías de comunicación, con orgullo relató "imagínate, he tenido que aprender muchas cosas que no sabía antes, por ejemplo yo nunca había manejado un notebook, nunca, porque siempre trabajaba con secretarias en la universidad, y no tenía necesidad de andar con el notebook para arriba y para abajo".
Así que la medida de resguardo para la población de la cual forma parte Reyes no afecta en gran medida el ritmo de vida que ya venía cumpliendo el académico, desde casi dos meses atrás, puesto que cuenta con el apoyo de su familia para el tema de adquisición de alimentos, además que con orgullo afirmó "que gracias a Dios tengo muy buena salud, estoy muy bien cuidado médicamente, no tengo nunca enfermedades, tengo todo controlado, una alimentación muy sana, aunque no me limito en nada".
Para el profesor lo mejor para enfrentar este momento pandémico es "contar con buena salud, además que uno hasta el último día de su vida tiene que estar con un proyecto de vida, los proyectos de vida no se deben nunca nublar en nuestra existencia, todos los días estoy pensando en algo nuevo, ya sea para mi trabajo, para la universidad, para mi familia, para mí mismo, son metas, porque eso es los que nos hace mantener la mente activa".
Justo Carlos René Ibacache, es uno de los poseedores de una de las mentes que se mantienen activas en Chillán, con 96 años, mucho antes de la llegada de la pandemia a Ñuble, el miembro de la Academia Chilena de la Lengua, por su años y condición, ya se encontraba bajo resguardo en su casa ubicada en el centro de la ciudad, vía telefónica comentó "hace mucho que no salgo, pero en estos momentos no tenemos otra opción sino que tener paciencia", consejo que es emitido por un hombre que ve cada día más cerca la llegada de su ocaso.
A pesar del momento de la emergencia sanitaria mundial, el otrora profesor de lenguaje le mortifica que "no podamos salir, por más que protestemos, es terrible la situación de no poder salir, pero debemos someternos al rigor de las distintas asociaciones, no queda de otra".
Aunque Ibacache, hijo ilustre de Chillán, ha vivido una serie de eventos históricos, locales, nacionales y mundiales, expresó que "nunca pensé que iba a ver una cosa como esta, que es absolutamente nueva en todos los sentidos".
Mientras que la pandemia está presente y los más jóvenes siguen en la calle, Ibacache se mantiene informado a través de la televisión, hace lecturas diarias de los periódicos locales y nacionales, sin dejar de nutrir su mente de los artículos científicos especializados.
Un lugar íntimo de reencuentro constante con sí mismo es el taller del acuarelista Luis Guzmán, quien manifestó, ante este escenario de incertidumbre, medidas que son tomadas en medios de aciertos y desaciertos que "mi tiempo lo empleo pintado, qué más puedo pedirle a la vida a mis 79 años".
Para el también profesor de acuarelas en la Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau, "este momento es necesario para el reencuentro, para poder reencontramos".
Estimó que su ritmo de vida no tendrá un gran cambio a partir de ahora, "porque desde que me jubilé, salgo poco, tomo poco vino, pero siempre un poco, pero sólo un poco cuando la ocasión lo amerita, así que no creo que esto me afecté, porque pasó más tiempo en mi taller".
En cambio que Gloria Moya, ex directora de Sernatur en Ñuble, de manera muy sincera expresó "yo no estoy preparada psíquicamente para vivir este momento, en cuanto a lo material, creo que sí, me prepararé, hice compras como para un mes".
Para ella el principal desafío, tal vez no es la medida radical de no poder salir, ya que explicó "yo salgo poco, pero con mi marido siempre salíamos a caminar, él no ve nada y vivir en un departamento por tanto sin salir lo veo complicado".
Al igual que algunos de sus compañeros de edad, ella está invirtiendo su tiempo en "tejer, bailar, cantar, mi marido yo cantamos, y bailamos, siempre y así hemos llevado esta pandemia".
Uno de los mayores temores de esta mujer de 77 años que vive junto a su esposo, algunos años mayor de ella, es el de enfermarse, "la verdad es que siempre pienso que si nos enfermamos, lo hagamos los dos al mismo tiempo porque él es mi apoyo y yo soy todo el apoyo de él, nosotros sin el otro no nos vemos".
En tanto que no le preocupa reponer la lacena, porque tiene sobrinas que le ayuda a comprar las verduras y las frutas, "porque ya nos colaboraron en la cuarentena total y no creo que eso vaya a cambiar".
Anoche comenzó un proceso de cuarentena total para las personas mayores de 75 años, medida que lejos de ser castigadora, busca evitar que se contagios con coronavirus, una enfermedad que se ha esparcido por el mundo producto del comportamiento irresponsable de los más jóvenes en cuanto a respetar el aislamiento social y el autocuidado.
25% de los fallecidos por coronavirus en el pais pertenecen al rango etario superior a los 75 años.
34.264 personas en Ñuble entran en cuarentena obligatoria. 14 mil 798 están entre los 75 y 79 años y 19 mil 466 de los 80 años y más.