Columna
Bendito patrimonio nuestro
No está saliendo fácil teletrabajar, mantener el espíritu en alto, acompañar (como profesores y también como apoderados) a los estudiantes en sus aprendizajes a distancia, cuidarnos del contagio, escuchar y ver ese tumulto de información que impacienta, mantener la casa en orden y -para muchos- constatar cómo los sueldos se reducen o, simplemente -vía la cesantía- desaparecen. Los tiempos están recios -al decir de Teresa de Ávila- y en ellos debemos desarrollar nuestras existencias, y con la mayor creatividad posible.
Como Fundación Futuro, los invitamos a aprovecharnos del patrimonio que nos pertenece a todos. Ahí está -silencioso- esperando que lo conozcamos y lo gocemos y, más relevante aún, que internalicemos que el Fuerte Bulnes, la Iglesia de Parinacota, el Viaducto del Malleco, las Salitreras de Humberstone y Santa Laura, el Estadio Nacional o la Caleta Tortel, nos hacen mejores chilenos. ¿Por qué? Simplemente porque nos recuerdan que hubo compatriotas antes que nosotros -y pese a las adversidades múltiples- que fueron armando Chile, piedra por piedra.
Pero no todo nuestro patrimonio es obra humana. La majestuosidad de la Cordillera de Los Andes, esas araucarias milenarias, el parque marino Francisco Coloane o el zorrito de Chiloé, bautizado por Charles Darwin cuando anduvo por estas latitudes en el siglo XIX, son también patrimonio de los chilenos. Llamados patrimonios naturales (para distinguirlo del cultural), nos dan el derecho de admirar belleza y (como contrapartida) el deber de protegerlos. ¿Cómo puede ser que actualmente más de 100 especies animales y otras tantas arbóreas estén en peligro crítico de extinción por culpa del ser humano?Los días 29, 30 y 31 de mayo celebraremos online el Día del Patrimonio. Visite -desde su casa- los múltiples sitios de patrimonio natural, cultural (incluido www.fundacionfuturo.cl) y también de Tesoros Humanos Vivos, esos personajes anónimos que con su trabajo diario permiten, por ejemplo, que la cerámica de Quinchamalí, la cestería en Voqui Pil Pil o la fiesta del Nazareno de Caguach sigan vivas y coleando. De seguro que ello nos reconfortará y, de paso, nos ampliará la mirada ante Chile, un país con territorios, flora, monumentos, fauna y personas de categoría.
Magdalena Piñera Echeñique
Directora Fundación Futuro