¿Lo peor está por venir?
Finalmente, pasó lo que muchos analistas ya habían previsto: junto con la pandemia sanitaria, apareció la pandemia económica. La contracción del Índice de actividad económica, Imacec, del mes de abril, con una cifra negativa de 14% es el peor desempeño de nuestra economía desde que se llevan registros, incluso superior a los años más complejos de la década del 80. Lamentablemente, además, los expertos aseguran que en los meses siguientes las cifras serán más negativas.
Sin duda, uno de los grupos más afectados por esta situación son las Pymes. De cierta manera, la mayoría de las grandes empresas tienen respaldo económico pertinente para sobrevivir durante este tiempo, o bien acceso a fuentes de financiamiento, dado que son modelos de negocios probados y rentables, con redes en los mercados muchos más profundas que el resto de las empresas.
A modo de ejemplo, Latam, una línea aérea con serios problemas de liquidez tiene una muy baja probabilidad de quiebra real, dado que habrá muchos actores que, de una u otra manera, irán en su rescate, por ejemplo, Qatar Airways ya anunció intenciones en ese sentido. Lamentablemente, estos "salvadores" no existen a nivel de la pequeña y mediana empresa, cuyo éxito o fracaso dependen básicamente de la gestión de sus gestores, los que muchas veces no tienen una formación profunda en aspectos como finanzas o contabilidad o administración.
En ese sentido, las Pymes se están enfrentado a un panorama donde solo las más preparadas, en términos de eficiencia, serán las sobrevivientes. Este hecho gatillará también un tremendo impacto en el empleo, dado que este segmento es el que más trabajo da en nuestro país. Es por eso que se hace imperante para nuestra economía establecer mecanismos de ayuda directa a estas empresas. Si bien los créditos Fogape anunciados por el gobierno son, en teoría, una buena herramienta, en la práctica, su aplicación ha sido muy lenta y no exenta de polémicas, como las evaluaciones inoficiosas que muchos bancos están realizando, contrarias a la velocidad que el gobierno y el mercado, esperaban de este instrumento.
Por tal motivo, se hace necesaria una intervención rápida y más eficiente hacia las Pymes, tal vez con la inyección directa de recursos, ya sea a través de subsidios más eficientes u otro mecanismo similar. De otra manera el Imacec del mes de abril será recordado como el mejor de la pandemia y con ello, se abrirá un oscuro capítulo en nuestra historia, con desempleo, malestar social e incertidumbre. No hay que perder de vista que, a favor o en contra de nuestro sistema económico, como país hemos experimentado un crecimiento inédito los últimos 40 años en términos generales, por lo que no tomar medidas ahora, nos hará retroceder.
Finalmente, todos estamos llamados a trabajar en torno a esto, el gobierno a liderar el proceso y generar las instancias necesarias, las pymes en generar procesos más innovadores y eficientes y el resto en preferir a las empresas más cercanas a nuestro entorno. Es la única manera de atravesar esta noche oscura y esperar la luz del alba.
José Navarrete, director de Ingeniería en Administración de empresas Unab
Formación dual
La pandemia mundial que enfrentamos hoy no sólo ha tenido un impacto sanitario sin precedentes, sino que también en el empleo.
Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo, una de cada seis personas ha dejado de trabajar desde el inicio de la crisis, siendo el efecto más fuerte y rápido en los jóvenes, ya que "no solo está destruyendo sus empleos, sino que también está interrumpiendo la educación y la capacitación, obstaculizando el camino de ingresar al mercado laboral o cambiarse de trabajo".
Frente a este complejo panorama, la Formación Dual se convierte en una gran opción de aprendizaje, ya que las personas ponen en práctica tempranamente lo que aprenden y están siendo capacitados en gran parte de su tiempo en la empresa.
En tiempos de Covid- 19 esto es aún más importante, para tratar de acelerar el aprendizaje, entregando las competencias claves necesarias para desarrollar personal altamente calificado, en puestos de trabajo que requiere la economía y de la mano de empresas totalmente involucradas.
Si bien la formación dual, a diferencia de la enseñanza tradicional, incluye una parte práctica importante dentro de la empresa, hemos tenido que adaptarnos a los nuevos tiempos.
Por ejemplo, en el Centro de Formación Técnica INSALCO, los profesores continúan impartiendo clases online y las compañías han logrado involucrar a los alumnos a través de videoconferencias y participando en reuniones de trabajo con ideas innovadoras y creativas. De esta manera, gracias al trabajo en conjunto de todos, se ha logrado garantizar que el contenido del aprendizaje se transmita, incluso en esta situación excepcional.
Estamos viviendo tiempos de desafíos a todo nivel, en el cual hay que adaptarse y aprovechar las nuevas tecnologías para seguir adelante.
Lo mismo pasa con la formación dual, es fundamental hoy preparar a los más jóvenes acorde a perfiles técnicos difíciles de encontrar y requeridos por las empresas para aumentar la empleabilidad y la productividad.
Avanzar en esta línea en medio de la crisis, puede convertirse en una gran oportunidad.
Lorena Olivares Smith
Gerente de Capacitación y Formación Técnica de Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria