Cronología
Hora A las 12:50 del días jueves 11 de junio, PDI registró el hecho.
Protagonistas De acuerdo a lo relatado por los testigos el acto delictivo fue realizado por 3 personas, con la cara tapada con mascarillas y capuchón.
Hora A las 12:50 del días jueves 11 de junio, PDI registró el hecho.
Protagonistas De acuerdo a lo relatado por los testigos el acto delictivo fue realizado por 3 personas, con la cara tapada con mascarillas y capuchón.
L a pandemia del coronavirus ha hecho que profesiones y funciones muten, que los estándares de referencia cambien, como es el caso de la cotidianidad laboral que vivía Sergio Barría, químico farmaceuta, jefe de la farmacia del Centro de Atención de Especialidades del Hospital de San Carlos, quien sigue al frente de los medicamentos, pero que el escenario de laboratorio y preparación de fórmulas, ha sido cambiando por bodegas, inventarios, recepción, distribución y entrega de medicamentos, donde el principal desafío es llegar a entregar a tiempo los medicamentos a las zonas de la provincia de Punilla.
Para Barría y el equipo que le acompaña, la responsabilidad que tienen literalmente en sus manos no es poca, porque deben asegurar la entrega de los tratamientos a pacientes crónicos, adultos mayores, donde en algunos casos el contacto es con un familiar que vive en Santiago, además que muchos de los habitantes de esta provincia se enfrentan diariamente a la realidad de la pandemia, habitan en lugares muy rurales, donde la conectividad se hace lejana, y muchos de los pacientes son analfabetos digitales.
-¿Cómo se ha reinventado la entrega de medicamentos en estos tiempos?
-Ha sido bastante difícil, porque no teníamos esta prestación de salir a domicilios, tuvimos que reinventar este servicio con unos recursos que teníamos y esperando que nos asignen más recurso humano, de camionetas y poder coordinar toda la red asistencial que nos compete, que en este caso es Punilla.
- ¿Cómo es el servicio?
- Es bastante nuevo, ha dado buen resultado en la población, porque nuestro objetivo es que los pacientes no vengan a los centros asistenciales para que se queden en sus casas y que no salgan.
- ¿A cuántas personas atienden?
- Nosotros en Punilla tenemos una población bastante amplia, porque a nivel de consultorios y hospital, fácilmente tenemos unos 5 mil pacientes crónicos, los cuales todos los meses retiran sus medicamentos. Entonces se ha armado una red de coordinación desde el consultorio, la posta, el hospital, para poder relacionar a todos estos pacientes, por el bien común y poder llevarles los medicamentos a los domicilios.
- ¿Toda la responsabilidad de distribución de los medicamentos en la provincia, recaen en ustedes?
- Exactamente y también coordinamos los medicamentos de hospitales más grandes, como las entregan que se hacen desde el hospital del Chillán, porque los pacientes se atienden es distintos lugares, y eso hay que coordinar.
- ¿Qué es lo que más les ha costado?
- Lograr tener las direcciones de los domicilios de los pacientes, porque existe una gran ruralidad, la mayoría no viven en la zona urbana, sino fuera de los radios urbanos y esto ha complicado los tiempos de traslados. Diariamente logramos visitar y hacer entrega de medicamentos a 20 ó 25 domicilios. Esto es desde las 8 hasta las 5 de la tarde, porque las distancias son muy, muy lejanas.
- ¿Cómo llegan a los domicilios sin mayores referencias?
- El primer contacto es a través de un teléfono, pero a veces es complicado porque hay mala señal, y por el tipo de población, que son adultos mayores, personas que viven solos, la gente ocupa poco el teléfono, entonces muchos de los medicamentos son coordinados a través de hijos, que viven en Santiago o Concepción, pero que necesitan los medicamentos para sus papás.
- ¿Ha sido un desafío?
- Sí, porque uno estaba acostumbrado a ver el paciente que iba hasta el hospital, le entregaba su medicamento y lo volvía a ver al mes siguiente. Pero es una realidad bastante diferente porque ahora uno ve donde vive el paciente, las limitantes que tienen, lo que les cuesta llegar a los centros asistenciales en una temporada normal.
- ¿Hay otra mirada?
- El desafío es mantener la entrega de medicinas, de aquí en adelante, en los domicilios, siempre a los pacientes que arrojen estas condiciones, así termine la pandemia la idea es seguir con el servicio, ojalá tengamos el apoyo para eso. Porque hemos entendidos que hay unas complicaciones muy altas para llegar hasta los centros asistenciales. Hemos puesto a disposición nuestros números de teléfonos personales y estamos trabajando con las juntas de vecinos para poder llegar hasta los domicilios.
- ¿Hacen una labor más allá de llevar medicamentos?
- Este momento nos ha hecho entender porqué de repente no se logran los objetivos en salud, porque nosotros somos clínicos, atendemos, estamos entregando medicamentos, damos atenciones, pero es en el domicilio donde nos damos cuentas ta que es difícil obtener otras cosas, porque hay otros factores condicionantes que afectan a este tema. El seguimiento, la soledad, a ausencia de los servicios básicos, los recursos. En la zona rural se ve mucho.