Lluvias, frío y COVID
El invierno en el Hemisferio Sur implica un cambio en el clima de nuestro país, predominando las bajas temperaturas y una disminución de la radiación ultravioleta, condiciones propicias para el aumento de los virus invernales circulantes y del temido COVID-19, facilitando su propagación en toda la población. Todos somos susceptibles de enfermar, sin embargo, es necesario mayor precaución con las edades extremas, tanto en los niños como con los adultos mayores, las personas que tienen comprometido su sistema inmune y los grupos vulnerables que padecen asma y enfermedades pulmonares crónicas.
Es importante prevenir los contagios quedándonos en casa y limitando nuestras salidas del hogar a las actividades que son esenciales. Está comprobado que los mecanismos de transmisión de los virus pueden ser por contacto directo con la persona enferma y a través de superficies como telas, plásticos, madera, metal y equipos domésticos que contienen saliva o gotas de personas enfermas que se producen cuando tosen o estornudan. Es bueno recordar que el virus puede sobrevivir varias horas en estas superficies.
Existen múltiples medidas de prevención, la más efectiva es el lavado de manos de una duración de al menos 20 segundos, para esto debe utilizar abundante agua y jabón, recuerde cubrir su nariz y boca al toser, ocupe pañuelos desechables y elimínelos de forma inmediata luego de su uso, desinfecte las superficies de su hogar (puede diluir una dilución recomendada agregando 20 cc de cloro o 4 cucharaditas en un litro de agua). Si sale de su domicilio, mantenga el distanciamiento físico de al menos un metro, ajuste su mascarilla procurando que cubra completamente su nariz y boca, evite tocar su rostro con sus manos especialmente si se encuentra fuera de su hogar, después del contacto con objetos como manillas y botones de ascensor, realice una lavado de manos con alcohol gel con énfasis en las palmas de las manos, dedos, zonas interdigitales y muñecas.
Al regresar a su vivienda, se recomienda ingresar sin zapatos e inmediatamente retirar la mascarilla tomándola desde los elásticos laterales para depositarla en la basura, si su mascarilla es reutilizable retírela junto la ropa externa y deposítela en el área de lavado, concluya lavando sus manos.
Alejandro Lara, académico Escuela de Enfermería, Universidad de Las Américas
Ansiedad y estrés, consecuencias de la Pandemia
Con más de cien días de la presencia del virus COVID 19 en nuestro país y con todas las consecuencias en nuestra sociedad debido a la elevada cifra de contagiados y muertos, miles de chilenos se enfrentan a un escenario incierto.
Es sabido que algunos estados emocionales mantenidos en el tiempo pueden afectar en diversos ámbitos y de distintas formas la salud mental del ser humano.
Actualmente se presentan determinados estados relacionados con la salud mental y en los días futuros podrían sumarse otros, todo como consecuencia del actual escenario.
Sentir ansiedad de vez en cuando es esperable en la vida. Sin embargo, cuando la ansiedad se presenta con alta frecuencia genera preocupaciones, miedos intensos, excesivos y persistentes. Lamentablemente, en el escenario actual el sentir ansiedad se relacionan con situaciones diarias y cotidianas, donde el simple hecho de tener que salir a comprar al negocio del barrio ya es un motivo de vivenciar estas experiencias, manteniendo a las personas en un estado permanente de ansiedad lo cual no favorece a la salud mental.
El estrés en sí estará presente y lo importante será el cómo se sobrelleva. Si se tiene problemas para sobrellevarlo y el estrés se torna crónico, generará n impacto en el desempeño. La persona puede no tener un buen estado de ánimo, disminuir la productividad, ver afectadas las relaciones, problemas para dormir, incluso podría resultar difícil continuar con la rutina y actividades diarias.
Claudio Acevedo, académico Terapia Ocupacional U. Andrés Bello
Kinder para todos
Dada la contingencia mundial que estamos viviendo, podría parecer casi irrelevante la iniciativa que busca modificar el Decreto con fuerza de ley N° 2 de 2009 del MINEDUC, que hace exigible la obligatoriedad de cursar kínder para ingresar al primer año de educación básica. El proyecto de ley, que se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado, se votó recientemente para solicitar un segundo informe de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados, con discusión inmediata.
La verdad es que se trata de una gran noticia para la primera infancia chilena, ya que la educación en este periodo de la vida tiene un rol clave en el desarrollo de los niños, lo cual es crucial para nuestro desarrollo como sociedad. La participación en programas educativos efectivos desde la primera infancia tiene impactos positivos en el desarrollo cognitivo y socioemocional, sobre todo en aquellos niños que provienen de familias de mayor vulnerabilidad.
María Francisca Valenzuela