Frases
"Las familias de campamentos nos necesitan más que nunca".
Carlos Urrestarazu,
Seremi de Vivienda y Urbanismo
"Chillán ha crecido muchísimo y eso no lo digo yo lo dice la gente".
Sergio Zarzar,
Alcalde de Chillán
"Las familias de campamentos nos necesitan más que nunca".
Carlos Urrestarazu,
Seremi de Vivienda y Urbanismo
"Chillán ha crecido muchísimo y eso no lo digo yo lo dice la gente".
Sergio Zarzar,
Alcalde de Chillán
El avance del covid-19 en el mundo impulsó a los países a tomar duras medidas sanitarias para aminorar la propagación. Entre las principales medidas adoptadas se encuentran las de distanciamiento social, las cuarentenas y el confinamiento parcial de las personas en sus residencias; lo que llevó a una repentina paralización de las actividades económicas, repercutiendo fuertemente en el mercado laboral. Y es que el impacto del coronavirus se ha hecho sentir y lo podemos ver en cifras. De acuerdo al último reporte del INE, la tasa de desocupación para el trimestre marzo-mayo llegó a su nivel más alto en 10 años, perdiendo casi 1,5 millones de puestos laborales. En medio de la delicada situación sanitaria y social que el país está viviendo, las medidas de fortalecimiento de la red de protección social que se impulsan desde el Gobierno y que se trabajan en el Congreso permiten hacer frente a esta crisis y navegar en medio de tiempos difíciles. Uno de los pilares de este plan es el refuerzo del Ingreso Familiar de Emergencia, el denominado IFE 2.0, acordado entre distintas fuerzas políticas y despachada con celeridad que permite apoyar los ingresos de millones de familias más vulnerables ante esta pandemia, incluida parte importante de la clase media, mientras dure la emergencia. Hasta finales de junio, el primer IFE benefició a 15.594 las familias en las región Ñuble. Sin embargo, tras el acuerdo este beneficio se robusteció permitiendo sumar nuevos hogares al ingreso familiar de Emergencia alcanzando al 80% de las familias más afectadas durante la pandemia, incrementar el monto del beneficio de 65 mil a 100 mil pesos y permitir compatibilizar la recepción de este beneficio con otros ingresos como pensiones básicas solidarias, de invalidez, o beneficios de los trabajadores independientes o de la ley de protección al empleo. Gracias a este modo, una familia de cuatro personas, sin ingresos formales, puede recibir un total de 400 mil pesos mensuales durante la pandemia. Si tienen algún tipo de ingreso formal, el IFE complementará la diferencia, es decir, suplementará esos recursos, hasta llegar al umbral máximo de 100 mil pesos por integrante del hogar.
El IFE 2.0 no se reduce a un aumento en los montos de financiamiento para aliviar la economía familiar de tantos hogares en tiempos de covid-19 sino que además es la señal de que el Estado no dejará solas a las familias chilenas, y que vamos a estar ahí, mancomunadamente, para apoyarlas en sus ingresos. Todo lo anterior, sin perder de vista la necesaria recuperación de la economía y del empleo que requerirá el país y que, al final del día, son los soportes más importantes para el futuro. Se trata de un gran esfuerzo fiscal y una ayuda directa al bolsillo de las familias. Pero también, es de suma responsabilidad barajar que una vez controlados los contagios, el proceso de reactivación requerirá necesariamente de la acción de la política monetaria y fiscal, considerando los altos grados de incertidumbre actuales y los que se avecinan. Por eso debemos ser responsables con los dineros y los tiempos que se avecinan.
Frank Sauerbaum Diputado por Ñuble
Ingeniero Comercial-MBA
Los cilindros son los envases de gas licuado que más se utilizan en Chile, para entregar la energía necesaria en los hogares con el fin de cocinar, obtener agua caliente o calefaccionar las casas. Durante 2019 se vendieron en todo el país 59 millones de unidades, cifra que aumenta cada año y que se concentra especialmente durante la temporada invernal, cuando las ventas se duplican respecto de los demás meses, porque hay mayor uso de calefones y de estufas. A modo de ejemplo, en febrero de 2019 se vendieron 3,4 millones de balones de gas en el país y en julio del mismo año se comercializaron 7,1 millones de unidades.
Sin embargo, en ocasiones hay un manejo inconveniente y riesgoso de esos cilindros, lo que puede poner en riesgo la seguridad de los usuarios.
Asimismo, debido a diversos casos de fugas y accidentes, en muchos edificios se ha decidido prohibir el uso de cilindros de gas en los departamentos, como una forma de proteger a los moradores. Hay que recordar que, según la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), la normativa vigente no permite el uso de cilindros de gas en edificios para aparatos fijos (cocinas y calefones) y solo se autorizan los de hasta 15 kilos para artefactos móviles, siempre que éstos se encuentren incorporados, como ocurre en las estufas y parrillas.
No obstante, durante las últimas semanas ha surgido una nueva inquietud respecto de los balones de gas licuado: la posibilidad de que a través de ellos se pudiera propagar el covid-19 al momento de su entrega. Por ello, el Ministerio de Energía ha instruido a las empresas de gas una serie de medidas de seguridad en la cadena de distribución y venta de los envases.
La Superintendencia de Electricidad y Combustibles ha señalado que los cilindros de 45 kilos, que son los más grandes, siempre deben ser instalados por personal de la respectiva empresa de gas, quienes también deben usar los elementos de protección, mantener una distancia adecuada y se debe sanitizar el cilindro en presencia del cliente.
Hay que considerar que la forma masiva en que se realiza la distribución de gas licuado en todo el país puede representar un riesgo de propagación del virus si no se toman las prevenciones necesarias.
Es el veneno que destruye todo tipo de relaciones humanas. Hay diferentes tipos de aprovechamientos como de aprovechadores, esto se manifiesta a todo nivel sin excepción, quedando en evidencia a través de una pequeña acción o una magnifica y descarada situación que devela los contundentes y rotundos hechos, sin embargo, el aprovechamiento indistintamente de su magnitud, nunca es ignorante., actúa a través del dolo, es decir, el aprovechador siempre sabe de quien se aprovecha.
Lo anterior queda de manifiesto en la realidad que observamos a diario. Personas que utilizan a personas, personas que vulneran a personas, personas que destruyen personas, personas que se aprovechan de la buena voluntad de las personas, personas que estafan a personas, personas que se aprovechan de las empresas, empresas que se aprovechan de las personas, instituciones que maltratan personas, personas que deshonran instituciones, empresas que estafan a empresas, empresas que se coluden con otras empresas, personas que se coluden en contra del sistema, gobiernos que se aprovechan de la confianza de las personas, personas que se aprovechan de las garantías y subsidios del estado, operadores que se coluden con otros operadores, religiosos que se aprovechan de sus fieles, fieles que van hacer lobby a la iglesia, hay tantos casos que nos demuestran la podredumbre humana que se expone en una sociedad que no conoce el respeto y la ética. Como bien hemos señalado, el aprovechamiento no es unidireccional, sino sistémico, no se conoce otra manera de hacer las cosas si no es buscar el camino corto, la ventaja a partir de la desventaja de otros, el lucro carroñero, o lograr una meta a partir de dejar heridos en el camino. Este aprovechamiento parte desde la base, la familia y se va replicando en los demás círculos de nuestra sociedad.
Como bien diría Confucio, el éxito de una nación radica en la ética y los valores de una familia.Las personas en el mundo están cansada de los abusos, de sentirse abusados y utilizados. Que no se respete su dignidad como persona quebrando las confianzas depositadas en quienes de una u otra manera los han deshonrado. El mayor dolor es la traición. El problema es que siempre juzgamos duramente al sistema, gobierno, empresa, instituciones y demás, pero pocos hacen el ejercicio de observar y darse cuenta en qué medida o grado contribuyen en ser parte de un sistema que ampara el aprovechamiento. Replicando a su vez este tipo de conductas anormales que normalizamos según nuestra conveniencia o contexto.
Pues bien, antes de tirar la piedra hay que ver dentro de uno. Dejar de ser ciegos y transformarnos en hombres y mujeres que quieran un cambio real para las nuevas generaciones. Entregarles un país con bases sólidas y valores integrados que se expresen el actuar de todos nosotros como ciudadanos.
Un país que valora y cultiva el respeto hacia las personas, tendrá como resultado una sociedad estable políticamente, socialmente y económicamente. Una sociedad virtuosa libre de malas prácticas y corrupción. La corrupción empobrece a un país y a una región completa. Aquella pobreza no es económica sino moral.
Camila Zarzar Líder Social.