Luego de un prolongado y mediático proceso judicial en Israel, la supermodelo Bar Refaeli fue condenada ayer por un tribunal de Tel Aviv por cuatro delitos de evasión fiscal, instancia en la que se le ordenó el pago de cerca de un millón y medio de dólares a ella y su madre, Tzipi Refaeli, quien deberá cumplir además con 16 meses de prisión.

Refaeli, quien a su carrera de modelaje suma las de animadora de televisión, actriz y empresaria, llegó a la corte con mascarilla junto a su familia para escuchar la sentencia de la justicia israelí, que en la misma instancia le conmutó la pena de presidio por una de nueve meses de trabajos comunitarios gracias a un acuerdo extrajudicial obtenido con la Fiscalía anteriormente.

Quien fuera presentadora del Festival de Eurovisión y su madre aceptaron en junio pasado un acuerdo de culpabilidad por los delitos tributarios imputados y cada una asumirá una multa por un valor de 2,5 millones de shékeles, cerca de 720 mil dólares, informó ayer el diario Times of Israel en su edición digital.

Los cargos

Según el diario israelí Haaretz, ambas deberán pagar los impuestos que no abonaron en su momento al fisco, según la cantidad que las autoridades fiscales determinen.

Los jueces consideraron que Refaeli evadió al fisco en millones de shékeles, aunque la modelo siempre se ha defendido argumentando que ganó ese dinero en los Estados Unidos, país donde residía, y que no estaba obligada a declararlo en su nación, una postura que el tribunal cuestionó durante el tiempo que duró el proceso judicial.

Los abogados de la modelo aseguraron que el acuerdo de culpabilidad conseguido ayer demostró que Refaeli no había evadido intencionalmente los pagos de impuestos y estaba a completa disposición de la justicia para cumplir con ello.

Ya el año pasado, en otro proceso judicial, un tribunal israelí había ordenado a la modelo a pagar cuatro millones de euros (US$4,6 millones) por ocultar gran parte de sus ganancias al fisco.

Un duro golpe recibió ayer el periodista y animador de "Mucho gusto", el matinal de Mega, luego que el canal donde trabaja confirmara que había tomado la decisión de sacarlo de pantalla en el espacio.

Mediante un comunicado entregado a todos los medios, la empresa informó de su medida, de la que no informaron si existe algún plazo para el retorno del rostro al programa.

"Dados los hechos ocurridos la semana pasada y que son de público conocimiento, Megamedia informa que a partir de este lunes 20 de julio José Miguel Viñuela no participará como animador en el programa Mucho Gusto", indica la misiva, en la que además el canal privado establece que los actos que desencadenaron la medida, el corte de pelo que Viñuela le hizo contra su voluntad al camarógrafo del matinal, José Miranda, no representan los principios y valores en el trato de sus trabajadores.

"Como medio de comunicación reafirmamos nuestra convicción de resguardar en todo momento nuestros principios editoriales de respeto a la dignidad de las personas y de nuestros trabajadores", remarca en su comunicado el holding.

La decisión de Mega fue tema obligado para muchos personajes públicos, del mundo televisivo e incluso político, quienes tuvieron disímiles opiniones respecto del caso.

"Se le está crucificando mucho más duro de lo que realmente corresponde", dijo el director de televisión Álex Hernández, quien aseguró que Viñuela, reconocido amigo de Hernández, estaba arrepentido por una situación que no ponderó en el momento en que la realizó.

Para el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, lo que hizo Viñuela no tiene justificación: "Creo que jugar con la dignidad de las personas no es un problema de madurez. Me da vergüenza que alguien que ya viste canas en su cabello, tenga que dar excusas diciendo que él es inmaduro y que todos conocen sus salidas un tanto juveniles".

Por el lado del camarógrafo afectado, José Miranda, ayer fue el abogado Roberto Ávila quien anunció la presentación en el 23° Juzgado Civil de Santiago una demanda en contra del animador. "Buscamos que se restablezca el derecho a la dignidad de las personas, cualquiera su sea su condición social, económica o profesional", y que "el tribunal declare que se cometió un acto abusivo, prepotente y arrogante", dijo a radio ADN.

Efe

En su décimo día de audiencias, el juicio que enfrenta a Johnny Depp contra el diario inglés The Sun por presunta difamación, a raíz de la publicación de un artículo en el cual retrataron al actor estadounidense como un abusador y golpeador de mujeres, tuvo su punto más alto ayer al conocerse por primera vez el testimonio de su exesposa, la también actriz Amber Heard, quien aseguró ante la justicia británica que Depp amenazó con matarla "muchas veces" durante su relación.

La estrella de Hollywood, de 57 años, exige una compensación al tabloide por dicho artículo de 2018. Él niega el contenido que se refiere a la violencia, aunque aunque admite que en la época a la que se refiere el texto tenía problemas con el alcohol.

"el monstruo"

Tras diez días de juicio, Heard, de 34 años, subió al estrado para contestar a preguntas sobre las 14 alegaciones de violencia machista presuntamente ocurridas entre principios de 2013 y mayo de 2016, en las que el diario basa su defensa.

En una declaración presentada al tribunal, Amber acusó a Depp de tener un comportamiento "extremadamente controlador e intimidante" y de someterla a abuso verbal y físico, incluidos gritos, insultos, amenazas, puñetazos, bofetadas, golpes en la cabeza y asfixia.

La estadounidense alegó en su testimonio que el actor era "muy bueno manipulando a la gente" y que solía culpar de sus acciones a una "tercera parte" creada por él mismo, a la que solía referirse como "el monstruo".

"Algunos incidentes fueron tan graves que tenía miedo de que me fuera a matar, intencionadamente o simplemente perdiendo el control y yendo demasiado lejos", dijo.

"Tenía una forma de hablar violenta y oscura: la forma en que hablaba de nuestra relación era 'viva o muerta' y me decía que la muerte era la única forma de salir de la relación", prosiguió la actriz.

Amber Heard también aseguró al juez que su exmarido "vive en un estado de victimización armada", sin que nadie le haga comentarios "directos u honestos".

"Es muy raro ver a alguien -profesionales, médicos, abogados o ejecutivos de cine- decirle que no. Yo lo intenté en su momento y no salió bien", remarcó.

La actriz detrás del personaje de la princesa Mera en "Aquaman" y otros conocidos filmes como "Machete Kills", "Zombieland" o "La chica danesa", negó además ser "consumidora habitual de drogas" y tachó de "absurdas" las acusaciones de que se casara con Depp por dinero o para avanzar en su carrera artística.

Según afirmó Heard, ella confiaba en que tras casarse con el actor podría "reparar a Johnny" y que mantuvo su relación por la esperanza de que Depp se pudiera "limpiar" y también por la "responsabilidad" que sentía al asegurarle el equipo del actor que "ella era su motivación para cambiar".

Los descargos de johnny

Depp, que el pasado lunes concluyó una declaración de cinco días en el tribunal inglés, había asegurado en su testimonio que "la abusadora de la relación" era realmente Amber, a quien también acusó de querer construir un "dossier" sobre su relación a fin de hacerse con una "póliza de seguros" y poder alinearse con el movimiento #MeToo.

Antiguos y actuales empleados de ambos, médicos, familiares y amigos de Depp y Heard testifican desde el pasado 7 de julio en el juicio, que concluirá previsiblemente el lunes 27 de julio, aunque la fecha del dictamen del tribunal aún no ha sido determinado.

La pareja de actores se conoció durante el rodaje de la película "Los Diarios del Ron", en 2011, se casaron en febrero de 2015 en Los Ángeles, EE.UU., y 15 meses después se divorciaron en medio de la polémica que hoy los tiene enfrentados verbalmente en el mediático juicio contra The Sun.