Atendiendo el complejo escenario económico en que ha entrado el país producto de las restricciones dispuestas para frenar el avance del Coronavirus, el Gobierno ha presentado un proyecto de ley que busca mejorar y ampliar el alcance de la Ley de Protección del Empleo (en vigencia desde abril) y del propio Seguro de Cesantía.

Se trata de una modificación legal, y transitoria, para extender el plazo, los montos y la cobertura de los fondos de cesantía, tanto del componente individual como del colectivo. Actualmente, el mecanismo que permite suspender la relación laboral y asegurar parte de los ingresos ha sido utilizado por más de 650 mil chilenas y chilenos, pero, ciertamente, esa cifra no representa la verdadera cantidad de connacionales que necesitan poder acceder a dichos dineros.

Entre otros puntos, el mensaje enviado al Congreso por el Ejecutivo, además de buscar compatibilizar la norma con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), propone flexibilizar el cargo a las prestaciones de los fondos de cotización individual ya los solidario para quienes hasta ahora han quedado fuera por no cumplir con los requisitos (cantidad de meses cotizados previamente); fija transitoriamente la escala de porcentajes de giros (o también "tasa de reemplazo") en 55%, a lo menos, desde el segundo hasta el cuarto mes, pudiendo extenderse, de ser necesario, por decreto de los ministerios de Trabajo y Hacienda; y amplía el cobro hasta un eventual séptimo mes en el caso de las personas con suspensión de contrato, con cargo al fondo solidario.

Si bien la red de protección social creada para ir en ayuda de los sectores más vulnerables y la clase media ha llegado a millones de hogares, sabemos que los trabajadores que han visto mermados sus ingresos o, dentro del marco legal, han sido desvinculados -por los estragos que la pandemia ha causado, fundamentalmente, en la mediana y pequeña empresa-, ven cuesta arriba sus posibilidades. De ahí la preponderancia de frenar la caída de la tasa de reemplazo cuando se haga uso del Seguro de Cesantía, tanto para quienes se acojan a la Protección del Empleo como para aquellos que finalicen su vínculo laboral. El desempleo se presenta como el principal efecto colateral de la presencia del Covid-19, qué duda cabe, y en tal sentido la focalización y priorización de los instrumentos para menguar tamaño impacto deben saber adaptarse a lo que la misma crisis sanitaria va demandando. En tal sentido, el Presidente Sebastián Piñera ha mandatado a los ministerios sectoriales revisar la bajada y puesta en marcha de las medidas que se han adoptado. El proyecto de ley para mejorar el destino de los fondos de cesantía es una muestra de ello. En suma, y pese a la premura con que se ha debido actuar, el Gobierno considera que la protección de los puestos de trabajo y de buena parte de los ingresos de los trabajadores es crucial para poder levantarnos como país en los próximos meses. En esa línea, tampoco nos podemos olvidar de la iniciativa para que padres, madres y cuidadores de menores lactantes o en edad pre-escolar no queden fuera de los beneficios existentes, a través de la Ley de Crianza Protegida que avanza en el Congreso. Chile enfrenta y seguirá enfrentando momentos difíciles, pero en la medida que las políticas públicas vayan en la dirección correcta este mal pasaje de la historia devendrá en una oportunidad para correr el umbral cuando se trate de proteger a los trabajadores.

Yeniffer Ferrada Canto Seremi del Trabajo y Previsión Social de Ñuble

Julio Utreras Rojas (Chillán 1961), profesor y artista visual. Realizó sus estudios en el Liceo Narciso Tondreau y en la Universidad de Chile, Sede Chillán, titulándose como Profesor de Estado en Artes Plásticas (1984). Realizó una pasantía en España, en didáctica de la especialidad (1997) y un Magíster en Gestión Curricular en la Universidad del Bío-Bío (2005). Hijo de los profesores José Utreras Vielma y de Julia Rojas Muñoz. Cuatro hermanos profesores. Casado Anamaría Vargas Duque, profesora, tres hijos, Nicole, Francine y Julio y un nieto Santiago, conforman su familia. Utreras, llegó a las Artes, a través de la motivación de sus padres, quienes consideraban que, paralelo a la enseñanza formal y obligatoria de sus hijos, éstos debían cultivar las artes. Los matricularon en la Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau. A José en guitarra, a Julio y Rolando en acordeón y a Ninette en ballet. Todo marchó bien con Julio, hasta que comenzó a mirar con ojos lánguidos la sala de los pintores, que dictaba Leonardo Pérez. Cuando tomó la decisión de cambiarse de taller, sus padres lo apoyaron. Utreras continuaría, perfeccionándose en pintura, en esa Escuela, durante su Enseñanza Media y en los Talleres de Tanagra. Cuando llegó el momento de dar la Prueba de ingreso a la Universidad, se encontraba entre dos opciones: Biología Marina y Artes, decidiéndose finalmente por esta última carrera. Sus maestros gravitantes allí fueron: Luis Guzmán, Benjamín Escalona, Sergio Vallejos y Enrique Gajardo.

Una vez titulado, laboralmente, se ha desempeñado en el Liceo Víctor Jara de Quiriquina, en los colegios

Creación y de la Purísima Concepción de Chillán. Actualmente, es docente y coordinador de Cultura del Colegio Padre Alberto Hurtado de la misma ciudad. Allí ha construido murales junto a sus alumnos, lo que le permite dejar un legado al colegio.

La crítica a su obra artística en Alemania, a través de Bernd Zachow, ha dicho: "Las pinturas del pintor Julio Utreras, representan una conexión sensible entre el arte europeo moderno y la tradición de pensamiento latinoamericana... Cuando evoca la "magia de la naturaleza" con su pintura, no se trata de un romance desvanecido, sino de la manifestación contemporánea de antiguas ideas mágicas indias de las almas, los árboles de la vida, todo tipo de ninfas del bosque, hermosas y sobrenaturales y "La Pachamama" ", madre Tierra…".Entre los reconocimientos más emblemáticos para él, se encuentran el Premio del Ministerio de Educación, por los aportes culturales a su región (1990) y el Premio Municipal de Arte y Extensión de la I. Municipalidad de Chillán (2013). Paralelamente, ha publicado dos libros: "Reforma Educacional en Chile de los 90" (2011) y "Pintores Enseñantes de Ñuble" (2015).

Los caminos del Arte, le han dado grandes satisfacciones a Utreras. Estos lo han llevado a observar obras universales en los principales museos europeos, como son los de Madrid, Lisboa, Roma y París y a exponer en Rio Cuarto, Argentina (1991); Madrid, España (1997) y en Nuremberg, Alemania (2016 y 2018).

Alicia Romero Historiadora

En los últimos años se ha hecho recurrente la frase "la clase media sigue esperando", segmento que tradicionalmente no se ha sentido reflejado en los mensajes y discursos, ni en muchas de las medidas que anuncian las autoridades. De ahí ha surgido el interés del Gobierno de hacer una serie de propuestas orientadas a este sector, afectado por la crisis económica de la pandemia.

Larga es la lista de las inquietudes, algunas de las cuales se expusieron en el llamado "estallido social" de octubre, pero tal vez los temas más recurrentes son las bajas pensiones, la delincuencia, el endeudamiento excesivo, los problemas de financiamiento de la educación superior y las dificultades para solventar la salud, sobre todo cuando alguno de los integrantes debe hacer frente a alguna intervención quirúrgica.

Lo más probable es que la mayoría de los chilenos se define y se identifica con la clase media, pero a la vez las encuestas revelan que esas familias se sienten el sector que ha quedado más desprotegido por décadas. Los gobiernos priorizan programas sociales para los más pobres, pero el estrato medio se siente postergado y vulnerable ante imprevistos, como los altos costos de la vivienda, de la salud, de la educación y la cesantía.

La clase media ha llegado a esa ubicación socioeconómica gracias a su esfuerzo. Son familias que hacen ingentes esfuerzos, ahorran o se endeudan, para llevar a sus hijos a un mejor colegio, para mantener una cobertura de salud a través de una isapre o pagar la universidad. Pugnan por renovar la casa y el auto. Es la fuerza emprendedora del país, pero a la vez es muy sensible a las crisis económicas, a las alzas de los impuestos, de los aranceles universitarios, de los planes de salud, etcétera.

Es usual que frente a la cesantía, un subsidio sea de gran ayuda para una familia pobre, pero para la clase media puede ser una gota de agua frente a su nivel de compromisos. Algunas familias sienten que van perdiendo el estatus que tanto les costó alcanzar, aun a costa de endeudamiento, y que van cayendo en un paulatino empobrecimiento, por lo que esperan que los paquetes de medidas para ese sector anunciados por el Gobierno realmente las ayuden.