Locura en la sociedad
Para avanzar y salir de los problemas que nos entrampan, necesitamos realizar cambios.
Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes". Esta frase, atrayente y de gran lógica, parece ser muy antigua y nadie sabe quién la acuñó, una novelista la pone en boca Einstein, pero es una novela, y no hay prueba de que sea así. Más allá del autor, tiene validez y, tristemente, parece ser la mejor descripción de los actuales grupos sociales y de nuestra sociedad en su conjunto. Aunque la realidad es una gran novedad nos comportamos como siempre. Para solucionar las deudas, seguir endeudándonos; para unir la sociedad seguir con las divisiones y rivalidades de siempre. La creatividad y la originalidad parecen tan ausentes en nuestra sociedad como sucede con los liderazgos.
No es algo exclusivo del mundo político, económico o de las iglesias. Todos seguimos haciendo las mismas cosas en un mundo y una situación que es totalmente diferente. Repetimos lo que sabemos y creemos (conscientemente o no) que como la situación es diferente los resultados serán diferentes. No logramos salir de las cosas que "siempre hemos hecho así." Basta mirar la realidad familiar, en donde se tiende a tratar de solucionar cualquier problema de la misma manera que se ha hecho siempre, o en los intentos curiosos de pretender que el teletrabajo sea de la misma manera que presencial, lo que vendrá después será que muchos querrán que lo presencial sea de la misma manera que como se hacía remotamente. Los ministros de las Iglesias hacemos lo mismo de siempre, solo que en vez de una asamblea, hablamos exclusivamente ante cámaras y micrófonos.
En la vida, para sobrevivir necesitamos hábitos y rutinas. Sin embargo, para avanzar y salir de los problemas que nos entrampan, necesitamos realizar cambios. Esto a todo nivel. Parece ser que el cambio de la realidad es tan grande que no logramos digerirlo, y nos comportamos como si no existiese, esperando que esto pase, y lo único que queda atrás es una manera de vivir y relacionarse que no volverá. El mundo ha cambiado. Más que un comportamiento insano, es una tontería.
A Jesús lo trataron de loco y no fue precisamente por repetir siempre lo mismo, muy por el contrario, su vida y mensaje está marcado por la originalidad y creatividad, lo que lo hace atrayente es su permanente actualidad y novedad. Pero sobre todo, porque en él se amalgaman mensaje y vida; él mismo en persona es el mensaje. Por eso aceptar su palabra es aceptarlo también a él. Más de alguien dirá que es una locura, pero es lo que le falta a nuestra sociedad; ser capaces de no repetir errores y abrirse a lo nuevo, a lo que puede ser diferente. Cada día es único y, con cada persona, podemos empezar de nuevo, sin mentir, sin corrompernos, sin agredirnos ni descalificarnos.
Luis Flores Quintana Sacerdote diocesano