Cambio de gabinete
Un remezón de alto impacto ocurrió esta semana en la arena política nacional. El Presidente Sebastián Piñera anunció el quinto cambio ministerial en lo que va de su segundo mandato. La mayoría de las modificaciones parecían inminentes, el tiempo a Blumel se la había acabado, la vocería de Karla Rubilar se notaba desgastada y la necesidad de recurrir a la derecha dura para alinear las fuerzas políticas de Chile Vamos, parecía ser la única salvación para sacar el buque a flote, por lo que no sorprendió la inclusión de Andrés Allamand y Víctor Pérez en el nuevo gabinete.
Sin embargo, el nombre que sorprendió a todos fue el de Mario Desbordes, quien pasado el medio día del martes figuraba asumiendo la cartera de Defensa, lo que para muchos no tenia explicación lógica debido a la constante critica del ahora ex diputado hacia el Gobierno, desde las movilizaciones de octubre. Desbordes había sido unos de los principales activistas de la opción "apruebo" en el oficialismo, además, (dicho por la oposición) cumplió un rol fundamental en la aprobación del retiro de fondos de las AFP. Situaciones que lo comenzaban ha alzar como el símbolo de la denominada "derecha social". Desde el punto de vista estratégico pareciera ser una gran jugada del Ejecutivo, sacarlo del Congreso y evitar las públicas diferencias con el ahora ex timonel de RN, quien no contara con el mismo espacio mediático que tenía como legislador. El segundo piso de La Moneda le suplicó silencio y le ofreció poder, y el díscolo cosechó su propio exilio.
Héctor Gabriel Campos.
Virar a la derecha
El cambio de gabinete de este martes dejó sentadas las bases de lo que será el último tercio del actual gobierno. Se da un giro radical hacia los principales partidos de ChileVamos, como son RN y la UDI, en desmedro de Evopoli, que pese a ser el único partido cuadrado con el Presidente Piñera, es el más golpeado con esta reestructuración. Este mismo cambio, muestra también un giro bastante marcado hacia la derecha tradicional. Se trata de un gabinete que no apoya una nueva Constitución y que se opuso al retiro del 10% de las AFP. Sin ir más lejos, el ministro Víctor Pérez, es un UDI de los duros y Andrés Allamand, representa a los más extremos dentro de RN, quizá sólo superado por Carlos Larraín. A su vez, logran dejar a Desbordes en un Ministerio que lo anula en su rol de diputado "díscolo". Si se mira desde ChileVamos es un muy buen cambio de gabinete, entran políticos históricos que alinearán a sus partidos. No obstante, para la oposición también es bueno, porque concentrarán sus disputas en la Moneda y no en el parlamento. En tanto que para los alcaldes, figuras claves en este último período, es muy malo, porque nuevamente no han sido considerados. Para la ciudadanía es aún peor, porque sacan cuatro parlamentarios que han sido claves en las últimas discusiones y los ubican en la Moneda. Cuatro representantes elegidos que abandonan a sus votantes para asumir nuevos cargos. Emblemático es el caso de Andrés Allamand que, por segunda vez, renuncia al Senado para ocupar un cargo ministerial. Ya zanjada las dudas sobre el gabinete, ahora, las apuestas están en quienes serán los reemplazantes que asumirán en el parlamento. Si tendrán un perfil más dialogante, como Desbordes y Bellolio o representarán la corriente más dura de la derecha que caracterizada por Pérez y Allamand.
Felipe Vergara Analista Político Universidad Andrés Bello
Relevo
El último cambio de gabinete del presidente Sebastián Piñera tiene sus causas. Las múltiples derrotas y harakiris propinados por los díscolos oficialistas -aunque tal vez esto último sea un oxímoron-, sumado a un agotamiento del diseño personalista del piñerismo, provocaron irremediablemente un nuevo cambio de gabinete que, esperemos, involucre también un cambio en la gestión política.
Con una mezcla de renovación generacional (Jaime Bellolio) y experiencia (Andrés Allamand), junto a experiencia parlamentaria y tonelaje político, el presidente Piñera jugó sus cartas en búsqueda de un mayor orden de coalición para otorgar gobernabilidad. No nos engañemos, ninguna modificación habría dejado satisfecha a la oposición, por algo es oposición, y el gobierno no tiene razón para contentarlos. El nuevo gabinete cuenta con elementos suficientes para presentar sus cartas, dialogar y sellar acuerdos para las reformas necesarias e imprescindibles, como la previsional.
Jose Luis Trevia. Investigador Fundación para el Progreso..