Jugadores aseguran que unión del equipo fue clave para ganar el torneo
TORNEO. Figuras del plantel chillanejo expresaron que el trabajo entre todos y la buena onda fue vital para tener una temporada que los dejó en la cúspide de la temporada en la B.
Fue una celebración larga para los jugadores y los hinchas de Ñublense, que hasta ayer seguía inspirando aplausos para el cuadro local desde todos lados tras alzar la copa. Si bien la alegría de la cancha, en un Nelson Oyarzún vacío por las medidas sanitarias, se trasladó hasta la Plaza de Armas de Chillán, con cerca de mil personas festejando en plena cuarentena de fin de semana por la Fase 2 del Paso a Paso, desde la Seremi de Salud informaron que no hubo detenidos y que el festejo se llevó a cabo de manera pacífica.
Tras una exitosa campaña, el equipo chillanejo no solo ganó el torneo de la Primera B, sino que retorna a la A tras un lustro, aún con dos partidos por jugar, pero con una ventaja de siete puntos con sus rivales de Unión San Felipe y Rangers.
Un escenario que los jugadores coinciden en que se forjó pese a las adversidades, principalmente dadas por el covid-19, en un inicio por tener que entrenar vía Zoom y, hace algunas semanas, por los contagios dentro del plante. Es ahí donde también, concordaron, fue vital el grupo humano que se formó entre ellos para alcanzar los resultados que hoy los tiene aún saboreando la marraqueta bien caliente del desayuno tras anotar cinco tanto a Copiapó.
El defensa central Jorge Ampuero manifestó, tras finalizado el encuentro del sábado, su felicidad por el ascenso. "No teníamos todas las condiciones para trabajar, pero sí sacamos adelante esto, con mucho esfuerzo, con mucha unión de equipo y gracias al profe (Jorge García) que fue el que lideró este equipo", comenzó, agregando que "venía a hacer historia acá. Este es el segundo título de Ñublense como equipo profesional, quería quedar en la historia del club y poder irme tranquilo a mi casa".
Si bien tuvo menos minutos que el resto en cancha, el arquero suplente Miguel Jiménez fue importante en la hazaña. Clave fue todo su apoyo desde afuera. "Este año fue especialmente complicado. Claramente la gente y todos lo hemos vivido de una manera muy especial por todo lo que nos aqueja a nivel global y nosotros tampoco estuvimos exentos de ese problema. Estuvimos mucho tiempo sin la actividad. De repente ser el papá de los más jóvenes, los muchachos me hacen sentir su respeto y claramente uno trata de hacerlo mejor. Queda graficado que hicimos un buen trabajo", expresó.
Giovanni Campusano, por su parte, comentó que "he jugado casi todos los partidos, este equipo entrena al 100, nos sacamos la mugre -como se dice- en cada entrenamiento. Se formó un grupo lindo de hartos jóvenes, que siempre peleamos por una ilusión y que, gracias a Dios, se concretó".
Añadió que "se armó un grupo fenomenal. Esto es de todos, no solo de los que entramos a la cancha, es de todos los compañeros que nos vinieron a ver, de la gente que está detrás de nosotros, donde siempre hay una historia. Por eso entramos a la cancha, fuimos justos campeones. Todo el campeonato estuvimos enteros, peleamos contra rivales difíciles y estuvimos ahí, dando la pelea. Con trabajo y humildad lo sacamos adelante".
Mientras que Iván Rozas, volante ofensivo, se sumó a la misma percepción expresada por sus compañeros del campeón de la Primera B. "Se formó un equipo muy bueno, con muchas personas humildes y trabajadoras. El cuerpo técnico se portó muy bien con nosotros. Cuando se tuvo que trabajar, se trabajó. En el momento del partido nos impusimos muy rápido y fuimos victoriosos. Fuimos todo el año punteros y nos merecíamos. Fuimos un equipo maduro en todo sentido", dijo.
Revanchas
El gran salto de Los Diablos a la Primera A no es solo una revancha del equipo centenario. También lo es de sus jugadores, muchos de los cuales ansiaban obtener un título que, previamente, no habían podido lograr con sus anteriores equipos.
Corría el año 2015, en el Estadio Sausalito de la Quinta Región, Everton se enfrentó a La Serena en la final de la liguilla de Primera B. En el minuto 28, su entonces jugador, Giovanni Campusano sufrió un golpe que terminó con una fractura. Y, con el rival viñamarino quedándose con el encuentro. Es por ello que para el lateral izquierdo de Ñublense esta es una revancha. "Han pasado momentos difíciles. En 2015, en una final igual me lesioné, ahí la perdimos, pero estas son las vueltas de la vida. Me ha dado recompensas, he seguido trabajando", recordó.
El temuquense Iván Rozas, por su parte, fue enviado en 2019 desde la Universidad de Chile como préstamo al equipo rojo. "El año pasado fue muy difícil para todos. Vine a préstamo a Ñublense con la esperanza de ganar algo. Mi paso por la U fue irregular, era muy chico e inmaduro. Con esto es una felicidad enorme para mí, para mi familia, para la gente de Temuco que siempre me está apoyando", expresó.
Duelos que quedan
Ñublense ya atesora en casa la copa de la Primera B como líder y campeón indiscutido tras una campaña muy bien ejecutada. Sin embargo, aún le restan dos encuentros, los cuales, el equipo saldrá a ganar sí o sí, como si aún buscaran ganar la final.
El primer partido será nuevamente en casa, este miércoles a las 19.15 horas, en el Estadio Nelson Oyarzún, donde recibirán en la fecha número 29 a Unión San Felipe, uno de los equipos que le venía pisando la cola con 42 puntos y un segundo lugar.
La última fecha será el 17 de enero contra San Marcos de Arica, lance que se jugará en el Carlos Dittborn.
2 partidos le restan al equipo para terminar el torneo, del cual, anticipadamente ya son los campeones.
6 puntos más en la tabla podría tener Ñublense de ganar los dos encuentros que le restan ante San Felipe y San Marcos.