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Implementación de la Ley 21.057

Actores del sistema penal están en la tarea de poner en funcionamiento esta normativa en beneficio de los niños de Ñuble.
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De acuerdo a datos proporcionados por la prefectura de la Policía de Investigaciones de Ñuble, en 2020 se registraron 327 investigaciones por delitos de abusos sexuales y otros delitos sexuales que corresponden a víctimas menores de edad. En tanto, en 2019 el registro de la misma institución alcanza los 553 casos, por hechos de índole sexual, en contra de niños, niñas y adolescentes.

En el deseo de prevenir la victimización secundaria de niños, niñas y adolescentes que han sufrido delitos sexuales se implementará en la región de Ñuble a partir del 3 de junio la ley 21.057 que regula la entrevista videograbada.

Sobre esta el ministro de la Corte de Apelaciones de Chillán Claudio Arias sostuvo que se trata de un cambio de modelo en el trato que se debe dar a menores en el proceso penal que nos obligan a evitar la reiteración de sus declaraciones, reduciéndolas, por regla general, a solo una entrevista durante la investigación y solo una declaración judicial que serán realizadas por personas altamente capacitadas para ello, que cuenten con acreditación, y en lugares o salas con las condiciones técnicas adecuadas. El martes pasado se realizó una simulación virtual de esta situación procesal con la participación de todos los intervinientes.

El Poder Judicial informó que la implementación en la jurisdicción ha significado una inversión cercana a los 100 millones de pesos, pues además de la sala existente previo al 2018 en el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Chillán, fueron habilitadas 5 salas nuevas, en el Juzgado de Garantía de Yungay, Juzgado de Garantía de San Carlos, Juzgado de Letras y Garantía de Coelemu, Juzgado de Letras y Garantía de Bulnes y Juzgado de Letras y Garantía de Quirihue, además de una interconexión al Juzgado de Garantía de Chillán.

Las exigencias de la nueva ley no solo son técnicas, sino que requieren de conocimiento y experticia por parte de todos los intervinientes, jueces, policías, sicólogos y otros tantos profesionales. Deberá existir una oferta en materia de capacitación que permite cumplir con los estándares de calidad que la delicada situación requiere.

Es de esperar que este esfuerzo logre su meta, en beneficio de los niños y niñas de la región que sufren estos delitos y que permita la sanción penal de los responsables.

La Mujer en la Iglesia

En 2020 se registraron 327 investigaciones por delitos de abusos sexuales y otros delitos sexuales que corresponden a víctimas menores de edad.
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Mañana 8 de marzo celebramos el día internacional de la mujer. Esta celebración tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX. Era un tiempo de turbulencias en el mundo industrializado en el que la mujer comenzó a alzar la voz ante una continua historia de limitaciones. No teníamos derecho a voto, a manejar las propias cuentas, muy pocas posibilidades de formación e incluso hasta una limitada esperanza de vida producto de los malos tratos y partos precarios de la época.

Sin lugar a duda al mirar hacia atrás, al menos en occidente, hemos tenido grandes avances en el tema de ser consideradas y respetadas por nuestra dignidad, pero aún hay aspectos y áreas en las que debemos avanzar.

Dentro los espacios donde es necesario avanzar en la incorporación y valorización de la mujer está nuestra Iglesia. El Papa Francisco ha iniciado un camino de sinodalidad, que no es otra cosa que el caminar juntos, reconociendo que la vida la hacemos entre todos. En este camino es necesario escuchar e integrar a la mujer de manera que no sólo tengamos voz en la iglesia, sino que también voto. Es paradójico que las iglesias estén llenas de mujeres pero que no seamos parte de la conducción de esta, que siempre la voz autorizada sea la de un obispo o sacerdote, siempre un varón, nos debe hacer reflexionar. Creo que hay muchas cosas en que hubiéramos hecho un bien enorme si hubiésemos trabajo conjuntamente, especialmente en el tema de los abusos donde en gran medida ha estado presente el clericalismo basado en una figura patriarcal de un sacerdote todopoderoso, donde los laicos y las mujeres estábamos en un segundo plano.

Como Iglesia debemos ser más fieles a la mirada de Jesucristo respecto de la mujer. Él fue absolutamente revolucionario para su época. A pesar de su contexto histórico de una sociedad judía donde la mujer era una reproductora, él la dignifico y la miró como una igual. En el grupo que seguía a Jesús ellas estaban presente. En torno a su Madre se forja la nueva iglesia y viene el Espíritu Santo.

La teología nos dice que Dios no tiene sexo, pero como manifiestan algunas teólogas parece que los hombres se lo acapararon. Que bien nos haría como sociedad incorporar y valorar la parte femenina que tiene Dios, esa que está en las escrituras y que nos habla de un Dios que nos ama como Madre amorosa.

Que esta celebración del día de la mujer sea también la celebración de una verdadera incorporación de nuestra voz en nuestra Iglesia, así seremos de verdad más familia, más completos, más humanos.

Paulina Benavente

psicóloga, Diócesis de Chillán

Mujeres líderes

Las mujeres pueden, quieren y deben estar representadas en las decisiones políticas y legislativas del país
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El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer oficializado por las Naciones Unidas en 1975. Esta conmemoración tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y revueltas en el mundo industrializado, en el que las mujeres comenzaron a alzar cada vez más su voz en pro de sus derechos. Esto, pues su vida se encontraba marcada por las limitaciones: no contaban con derecho a voto, ni a acceder a formación educacional, sumándose a una esperanza de vida mucho menor que la masculina y los malos tratos recibidos en diversos contextos.

En la actualidad, el Día Internacional de la Mujer se constituye en un momento para conmemorar y reflexionar acerca de los progresos alcanzados en materia de derechos, pero también en una instancia para exigir el fin de la desigualdad de género.

De manera particular, ONU Mujeres ha propuesto para este año el tema "Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la COVID-19", enfocándose en reconocer los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia, resaltando también las deficiencias que persisten.

La pandemia ha demostrado no ser solamente una cuestión sanitaria, sino que ha provocado un profundo impacto en nuestras sociedades y economías. En este contexto, cada día las mujeres han realizado aportes fundamentales para contener el brote. Asimismo, la mayoría de quienes en nuestras comunidades cargan con las labores de cuidados y respuesta frente a la crisis en curso son, precisamente, mujeres. Y aún más: según datos de la ONU ellas corren un mayor riesgo de infección y de pérdida de sus medios de vida, existiendo una tendencia que indica que, durante la crisis, hay un aumento de la violencia doméstica.

Si pensamos en Chile, podemos afirmar que - sin lugar a dudas - se ha avanzado en igualdad de oportunidades, pero aún faltan logros por aplaudir. Es por ello que, para que los temas que afectan a las mujeres sean tratados con la rigurosidad que merecen y se otorgue respuesta a las más diversas demandas, deben encontrarse resguardos en la nueva Constitución. Las mujeres pueden, quieren y deben estar representadas en las decisiones políticas y legislativas del país, por lo que la paridad en la conformación de la Convención Constitucional surge como una gran oportunidad para que las más diversas voces encaminen el debate de los derechos humanos y la agenda de género.

El Día Internacional de la Mujer es una fecha para que todas y todos visibilicemos el papel crucial de las mujeres y nos comprometamos en la lucha contra todas las formas de discriminación y violencias que sufren las mujeres y las niñas a diario. Cada día, de cada año, debiese considerarse un 8 de marzo.

Cecilia Correa Beneventi Trabajo Social UST.