"Que la mitad de los cotizantes activos quede sin ahorro previsional, será una tragedia social en 20 años"
El exdiputado responde a las duras críticas por su pasado político, dice que no siente nostalgia del Congreso, aborda el tercer 10%, el difícil momento del empleo, el sueldo mínimo, la reforma previsional y explica por qué ve necesario "guardar recursos".
Hace 10 días que abandonó su escaño en el Parlamento, un sillón en el que estuvo desde 1990, y lo hizo para encargarse del ministerio del Trabajo y Previsión Social. No solo llegó en el momento más arduo de la discusión del tercer retiro de fondos previsionales, sino que su sola designación generó una ola de críticas de la oposición, que van desde atribuirle un cartel de "negociador duro y pragmático", lo que él califica como una caricatura, hasta decirle homofóbico y que habría sido informante de la CNI.
No evade temas el ingeniero agrónomo Patricio Melero Abaroa, quien llega por primera vez a un gabinete y con dos desafíos inmediatos, uno de corto y otro de largo plazo: el tercer retiro del 10%, que está en la puerta del Senado, y la reforma de pensiones, que ha sido pospuesta, opina él, demasiado tiempo.
-¿Cuáles son las diferencias entre ser diputado y ministro?
-Yo diría que la fundamental es que cuando uno es diputado tiene un rol más colectivo dentro de una Cámara donde participan 150 diputados que imponen sus posiciones de acuerdo al sistema democrático y las votaciones. Por consiguiente, son decisiones más colegiadas. En el caso de un ministro de Estado, uno es parte de un Gobierno, pero a la cabeza de un ministerio las decisiones son más individuales y tienen una trascendencia mucho mayor. Un diputado representa a un sector político que lo eligió y forma parte de una coalición política y de un partido que tiene sus formas de expresarse. Cuando uno pasa a ministro, pasa a ser ministro de todos los chilenos y tiene una responsabilidad respecto del Presidente de la República y de la conducción del programa de Gobierno y las decisiones políticas que se adopten.
-¿Eso entonces significa que debe hacer concesiones de sus convicciones personales?
-Sin duda uno posterga sus visiones personales y asume las posiciones del Gobierno. Uno representa fielmente lo que el Presidente de la República va trazando como los lineamientos generales o especiales que se tienen frente a una determinada situación, y se forma parte además de una estructura del Estado que se coordina con otros ministerios y que permite llevar las políticas públicas a buen término.
-¿Echa de menos algo del Congreso?
-La verdad es que uno va dejando etapas en la vida. No tengo una nostalgia respecto del Parlamento, sí grandísimos recuerdos, tengo grandes amigos, buenos profesionales que ayudaron mucho a la tarea legislativa. Hay gratos recuerdos, pero no hay nostalgia.
-Cuando asumió dijo que iba a ser un continuador de lo que había hecho su antecesora, María José Zaldívar. ¿Qué significa eso y cuál va a ser su sello?
-María José Zaldívar fue una gran ministra. Me tocó acompañarla como diputado y miembro de la Comisión del Trabajo en la aprobación de la reforma a las pensiones en su primera etapa, cuando pasó hace un año al Senado. De ella aprendí muchísimo, ella es una de las mejores en Chile en materia de pensiones, de sistemas previsionales. Ha dedicado parte de su vida a esto. Y cuando dije que voy a ser el continuador, lo hice porque esta reforma de pensiones es algo que está en proceso, ya aprobamos la primera etapa y ya está en curso todo lo que es el pilar solidario, la ayuda directa a través de las pensiones básica solidarias y el aporte previsional solidario que ya se está pagando.
-¿Ve posible que la reforma salga este año?
-Es un desafío mayor el que me
"Yo creo que haber sido alcalde en el Gobierno del presidente Pinochet no me inhabilita para actuar en la vida pública, porque mis credenciales democráticas
son vastas y de muchos años".
plantea. Estamos avanzando rápidamente en la Comisión de Trabajo del Senado. La idea es que este lunes (mañana) quede totalmente tramitado el proyecto de la reforma en la Comisión y que vaya a Comisión de Hacienda y luego a la Sala. Lo he dicho, creo que la gran definición se va a dar en el marco de la Comisión Mixta a objeto de encontrar ahí el mayor nivel de acuerdo posible. Lo que sí tengo es la convicción de que va a haber disposición a mejorar las pensiones en Chile. Vamos a tratar que sea lo más amplio posible y que también podamos avanzar en las reformas integrales, en la industria y una serie de otras materias. No es un desafío fácil, hay visiones bastante encontradas en algunos aspectos, como por ejemplo el destino del aumento del 6%, si debe ir íntegro o parcialmente a una cuenta individual o si debe ir a un fondo colectivo solidario.
-Las pensiones son un tema urgente, pero que ha demorado demasiado.
-Llevamos 10 años discutiendo cuál es el sistema de pensiones que queremos. Los jubilados y jubiladas no pueden seguir esperando más tiempo. Y me temo que si no damos un paso importante ahora, la postergación podría demorar tres o cuatro años más, porque tenemos que elegir un nuevo Gobierno, un nuevo Parlamento y hay un proceso de constituyente que va a ser factor importante. Yo creo que los actuales y futuros jubilados merecen una decisión antes.
-¿Y qué pasará con el sueldo mínimo? La CUT habla de 500 mil pesos.
-Este es un tema que está viendo Hacienda, pero la visión nuestra tiene que ver con que hoy el salario mínimo, que está en 326 mil y fracción, no debe verse solo esa cifra, sino que recordar que hace dos años existe el Ingreso Mínimo Garantizado (IMG), que es el apoyo o subsidio del Estado para que ninguna remuneración esté por debajo de los 300 mil pesos líquidos, descontadas imposiciones. Entonces hay que mirarlo desde la perspectiva o efecto sumatorio que tiene el sueldo mínimo más el IMG. Con todo eso, creemos que hay espacio para mejorar el salario mínimo, pero también cuidando que no tenga un impacto en la contratación de gente, porque al final la mejor política social es la que da trabajo en forma permanente, y ojalá no sólo un trabajo, sino que digno y bien remunerado. No hay mejor bono o subsidio que tener trabajo.
-¿Cuántos empleos se han recuperado y cuál es la meta para este año?
-A la fecha el subsidio a la contratación que se implementó por el covid a través de los programas que crean empleos y otros que los recuperan, han beneficiado a poco más de 620 mil chilenos. Y otro es el plan Protege, que permite darles a las mujeres con hijos menores de dos años, con empleadores que no tienen la obligación de sala cuna porque son menos de 20 trabajadores, una ayuda que permite poder sortear la dificultad de no poder ir a trabajar por cuidar a los niños. Esas ya son más de 22 mil personas. Entonces no sólo se han creado más empleos, sino que se ha evitado que se destruyan muchos. Nuestro objetivo es seguir creciendo ojalá a una cifra en torno a que logremos recuperar o mantener unos 800 mil o un millón de empleos.
-Usted se ha mostrado en contra del tercer retiro. ¿Cómo cree que va a terminar?
-Nosotros en el Gobierno creemos que la ayuda a las personas debe hacerse por la vía de utilizar los recursos del Estado y no debilitar los recursos propios que están en esas cuentas de ahorro previsional de las AFP, porque de aprobarse este tercer retiro, cerca de cinco millones de chilenos van a quedar en una situación de máxima incertidumbre. Hablando claro, cinco millones de chilenos que podrían quedar con cero peso en sus cuentas de ahorro previsional. El Gobierno tiene una responsabilidad con los chilenos, con las futuras generaciones y aunque ahora sea impopular no aprobarla, un Gobierno tiene el deber de pensar en el futuro. Mire, que aproximadamente la mitad de los cotizantes activos quede sin ahorro previsional será una tragedia social en 20 años más y eso nadie lo está mirando. Muchos están en la mirada de corto plazo, no le asignan valor al enorme esfuerzo fiscal que ha hecho el Gobierno. Nuestra política es evitar que aquello ocurra, y no porque creamos que los chilenos no tienen necesidades, de hecho, este enorme paquete de ayuda lo hacemos por esa razón, sino porque queremos actuar con responsabilidad.
-¿Y le parece mejor idea retirar los fondos de cesantía? Finalmente, también es la plata de la gente.
-Yo creo que esa propuesta de Joaquín Lavín, que en el Gobierno hemos analizado detenidamente, merece ser vista con seriedad. Es un camino alternativo respecto a tener que utilizar las platas del ahorro previsional de los chilenos y es algo que en la etapa en la que estamos hay que ir viéndola con la seriedad que amerita. La entendemos más como una idea de complementar y llegar con ayuda a un sector muy importante de chilenos a los cuales todavía no les están llegando con toda su magnitud los beneficios para enfrentar la crisis. Es un camino que el Gobierno no ha abandonado, pero por el momento estamos prefiriendo optar por el uso exclusivo de los recursos del Estado. Estamos actuando con una mirada responsable de futuro en términos de no gastarnos todo ahora. Porque nadie sabe el devenir de este virus tan errático y peligroso que nos está afectando. Quién sabe cómo estaremos en agosto o septiembre. Entonces, puede ser que sea necesario implementar nuevas ayudas en el futuro cercano y por ende tenemos que ser cautos en guardar recursos para eventuales situaciones peores.
Las críticas
-¿Cómo tomó las críticas a su nombramiento?
-Estoy seguro de que muchas de las caricaturas que se construyeron respecto a que yo soy una persona muy dura, que no tendría capacidad de lograr acuerdos, va a quedar en el olvido. Tengo una tradición democrática de 30 años en el Parlamento, de haber sido elegido con altísimas votaciones durante ocho elecciones y de haber alcanzado grandes acuerdos con la oposición en el Parlamento. Tengo sin duda una vocación de entendimiento y no de enfrentamiento, tengo una vocación de escuchar y no de imponer, y sin duda una de incluir y no excluir a nadie, de forma que esas son los parámetros con los que estoy actuando y con los que he actuado en mi vida política.
-No sólo fue tildado de duro, sino que de "homofóbico", de "votar siempre en contra de los trabajadores" e incluso de haber sido "informante de la CNI". ¿Qué le dolió más?
-Son todas mentiras. Yo le agradezco esa pregunta porque son todos hechos falsos. Ninguno de ellos tiene asidero en la realidad. Ninguna de aquellas cosas que se relatan me involucra a mí, en ninguna está mi nombre. Ha habido la intención de un escritor y de sectores políticos muy radicales que pretenden enlodar mi trayectoria adjudicándome hechos en los que no tengo participación alguna. Mi nombre no está en ninguna parte de las cartas u oficios que se mencionan, no soy destinatario. Me adjudican una participación en tiempos que yo fui secretario de la Juventud (en la Secretaría de la Juventud), en circunstancias de que ya era hace un año que alcalde de Pudahuel. En fin, no quiero entrar en el detalle, sólo quiero decirle que son hechos falsos, que en ninguno de ellos estoy involucrado y responden a una acción de sectores extremos que incluso buscan hechos falsos parea tratar de perjudicar a una persona. Así que no me preocupan más que eso, sólo quiero señalar que son injuriosos y falsos y que por consiguiente totalmente ajenos a lo que ha sido mi conducta pública.
-¿Y cuando le dicen pinochetista, qué siente?
-Yo creo que haber sido alcalde en el Gobierno del presidente Pinochet no me inhabilita para actuar en la vida pública, porque mis credenciales democráticas son vastas y de muchos años. Yo me he sometido al veredicto popular y por algo he sido elegido de forma democrática en comunas del mundo popular. Tengo el orgullo de haber sido alcalde de Pudahuel. Es más, la alcaldía de Pudahuel fue la plataforma que me permitió llegar al mundo social, al de la gente más vulnerable y ellos valoraron mi trabajo, mi forma de ser. Tanto, que inmediatamente terminada mi alcaldía designada fui validado y elegido democráticamente el año 89-90 y de ahí nunca más me permitieron irme y me reelegían y me reelegían, de tal modo que por algo será, no lo habré hecho tan mal.
-¿Y se definiría como pinochetista?
-Yo no soy "ista" de nada. Yo tengo una visión amplia en general de la vida. Creo que el gobierno militar tuvo luces y sombras. Tuvo cosas positivas y otras muy negativas, como en general lo tienen los gobiernos y las personas. El gobierno militar terminó hace ya más de 30 años, la intervención militar del 73 fue hace casi 50 años, así que creo que seguir mirando el Chile actual desde la perspectiva de décadas atrás es una mirada que yo creo que hay que superarla. Uno tiene que poner la mirada en el presente y en el futuro, en los desafíos. Si usted me pide una definición, soy un chileno de buen corazón con toda la fuerza y ganas de trabajar por mi patria y en especialmente en la tarea que ahora me convocan, que es darles trabajos dignos y pensiones dignas a los chilenos.
el ministro melero dice que no siente nostalgia de sus días como parlamentario y se declara como un continuista del trabajo de su antecesora.
"Ha habido la intención de un escritor y de
sectores políticos muy radicales que pretenden enlodar mi trayectoria adjudicándome hechos en los que no tengo participación alguna".
"Quién sabe cómo estaremos en agosto o septiembre. Puede ser necesario implementar nuevas ayudas en el futuro cercano y tenemos que ser cautos en guardar recursos para eventuales situaciones peores".