Frases
"Durante este fin de semana, solicitamos a las personas evitar movilidad innecesaria".
Marta Bravo,
Seremi de Salud
"Tenemos un 60% de nuestra población objetivo ya con el esquema completo".
Cristóbal Jardua,
Intendente de Ñuble
"Durante este fin de semana, solicitamos a las personas evitar movilidad innecesaria".
Marta Bravo,
Seremi de Salud
"Tenemos un 60% de nuestra población objetivo ya con el esquema completo".
Cristóbal Jardua,
Intendente de Ñuble
Lengua sitiada de Maha Vial, corresponde a la antología personal realizada por la poeta de Valdivia (Chile) el año 2020, la cual no alcanzó a ver en vida y que este año, bajo el sello de Alquimia Ediciones, logra situarse más allá de Valdivia y sus ríos.
Hablar de Maha Vial, es hablar de una adelantada incomoda, se podría decir lo mismo de muchas poetas de inicio del siglo XX, maltratadas por la fatiga patriarcal imperante, en el que discurso que no deja de ser una denuncia, una visibilización, un registro de la desigualdad, el dolor, siempre el dolor como motor inefable de la escritura, la queja, el Eros soterrado, para no caer en desprolijidades, el límite. ¿Pero quién puede escribir poesía en esas condiciones?, si ya el lenguaje es una tranca a la libertad. Maha, no sabía de esa palabra, al igual que Bárbara Délano, quien tampoco la conoció y que hoy habita "En las aguas amnióticas de la Eternidad de donde vienen los poetas". Mientras Maha delibera con la tierra y su amada lluvia, allá, cielosa en la ventolera de Valdivia.
Si hubiese sabido en ese 2019 en Concepción, que era la última vez que vería y escucharía a la Maha, hubiese requerido más tiempo para acompañarla con la copa de vino entre los dedos, hubiese besado su cabeza de pájara desosegada, con los ojos inclinados hacia el muerto nacido en Chillán, Pedro Guillermo Jara (Mackandal). La nigromancia no es mi fuerte.
Ahora bien, este libro es una selección hecha en orden de publicaciones, desde la Cuerda floja (1985) hasta Fuerza Bruta (2019), con dos epílogos interesantes de los poetas Yanko González y Elvira Hernández, quienes recorren estas páginas en el orden de la autora, aportando una mirada crítica y certera en torno a la poesía de Maha Vial, tanto en la escrita como en la perfomance que la caracterizó en sus lecturas, abordando el cuerpo como territorio cercado, sin demonizar el desposte y el desolle del amor entre otras prácticas, el puterío como recurso de filiación entre lo humano y lo animal descrito en (Maldita perra, 2004) no exenta de polémica, la que la dejó por muchos años en la huerfanía critica , "sitiada" en la provincia y en el descampado en términos de recepción más amplia de su trabajo. Cuestiones en las que vale la pena detenerse, dice Yanko González.
Sin embargo hoy, la movilidad de la obra de esta poeta, puede atravesar no solo el territorio nacional, en cuanto a geografía, sino que además, ser leída e investigada para las que vienen de todos lados de este Chile sitiado, de lengua larga, a veces.
La pandemia empujó al sistema educativo a reflexionar más que nunca sobre diversos aspectos claves. Desde un enfoque de género, se ha alertado sobre el impacto negativo diferenciado de la crisis, donde las niñas y jóvenes se verían más afectadas, particularmente en contextos vulnerables.
La información que ha levantado la Agencia de Calidad de la Educación a través del Diagnóstico Integral de Aprendizajes es consistente con esto. Los resultados de la primera aplicación, cuya cobertura alcanzó los 360 mil estudiantes, muestran que, en todos los niveles, las estudiantes se han visto más afectadas socioemocionalmente producto del confinamiento.
Al preguntarles sobre el período sin clases presenciales, por ejemplo, un 39% de las niñas de básica y un 54% de las jóvenes en media declaran haberse sentido "mal genio o enojadas"; mientras que, en el caso de los hombres, un 25% de los niños y un 29% de los jóvenes lo declara.
Asimismo, un 36% de las niñas y un 44% de las jóvenes dice haber sentido "miedo a que me pasara algo malo", y en el caso de los estudiantes, solo un 29% de los niños y un 25% de los jóvenes indican haberse sentido de esa forma.
Otros resultados muestran una tendencia similar: un 56% de las niñas y un 59% de las jóvenes se identifica con la afirmación "la mayor parte del tiempo me siento triste", versus un 47% de los niños y 43% de los jóvenes. En tanto, 46% de las estudiantes de básica y un 61% de las estudiantes de media se identifican con la afirmación "aunque me esfuerce, las cosas siempre me resultan mal", pero en el caso de los hombres, los porcentajes son 33% y 36%, respectivamente.
Es preocupante, además, que la mitad de los y las estudiantes de 3° y 4° medio señalen que el período sin clases presenciales ha perjudicado mucho su aprendizaje, pero que la tendencia sea aún mayor en el caso de las mujeres, y eso en todos los niveles de enseñanza media.
Si bien académicamente no se observan brechas importantes, pues tanto en Matemática como en Lectura los aprendizajes en pandemia son bajos a nivel global, y no se perciben diferencias significativas entre hombres y mujeres, esta ausencia de brechas también invita a reflexionar. Históricamente, tanto a nivel nacional como internacional, las evaluaciones de aprendizaje en Lectura siempre han favorecido a las niñas y jóvenes.
Por el momento, hacen falta más estudios que permitan vincular estas brechas educativas de género a condiciones particulares que las podrían estar generando, pero sí se ha levantado información sobre otras brechas de género que la pandemia ha acentuado en perjuicio de las mujeres. Por ejemplo, se ha identificado que en pandemia existe una división desigual del trabajo doméstico y de cuidado al interior de los hogares, que recae especialmente sobre mujeres y niñas. También una mayor exposición de aquellas a situaciones de abuso o violencia, o se atribuye a las mujeres una mayor capacidad de reconocer y expresar su estado emocional.
Avanzar en una comprensión integral y sistémica de estas brechas de género y la subsecuente implementación de acciones orientadas a reducirlas es un desafío imperativo para nuestro país y requerirá de un esfuerzo articulado de todas las organizaciones que trabajan por una mayor igualdad de género en educación.
Laura Daza Valenzuela
Gestora cultural independiente
María Jesús Méndez
Encargada de Mejoramiento e Innovación,
Agencia de Calidad de la Educación