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Déficit de egresados en enfermería
Según el estudio realizado por el SIES del Ministerio de Educación, se evidencia una importante merma en el número de titulados de pregrado durante el 2020, lo que se manifiesta en todas las áreas, pero es en enfermería donde se muestra una alarmante cifra: -60,4% de egresados. Esta realidad no puede dejar indiferente a nadie, ya que de este profesional dependen un gran número de atenciones de salud, especialmente ahora donde se necesita más fuerza de trabajo y personal que apoye o releve a los que ya están fatigados por casi un año y medio de atender en un escenario de pandemia. Esta disminución es el resultado de las restricciones que impusieron los mismos servicios de salud a las experiencias clínicas de los estudiantes, instancias que son irremplazables a la hora de que ellos adquieran las competencias y habilidades en escenarios reales de atención a los pacientes. Estas circunstancias impidieron que muchos pudieran seguir avanzando en sus planes de estudios, siendo esto un problema más agudo en regiones, aumentando así aún más las brechas de equidad en salud de nuestro país.
Se hace necesario entonces que los servicios de salud abran sus puertas a los estudiantes de todos los niveles que requieran prácticas clínicas y, así en un futuro próximo aportar un número de egresados idóneo, para poder cuidar de la población enferma como se merece sobre todo en estos momentos.
Araceli Echeverría, directora de la Escuela de Enfermería, UNAB
Procesos constitucionales
Los procesos constitucionales llevados a cabo en Latinoamérica en las últimas décadas son acontecimientos que debemos observar y estudiar, pero no imitar. En ellos se observan tendencias a la concentración del poder en una sola autoridad y a una restricción a las libertades con la excusa de favorecer a la población. Han dado lugar a sobre expectativas a la hora de redactar las nuevas Cartas Fundamentales, estableciendo aspiraciones alejadas del Derecho Constitucional, como promesas imposibles que dan lugar a la pretensión de garantías constitucionales sin que en la práctica puedan ser exigibles. Por otra parte, estas nuevas Constituciones apuntan a otorgar amplios poderes a la autoridad Ejecutiva en desmedro del Estado de Derecho. Los ejemplos paradigmáticos son Venezuela, Bolivia y Ecuador que han concentrado el poder en la autoridad presidencial transformándolos en verdaderos "caudillos". Con ello han debilitado las instancias de contrapeso, por ejemplo, el Poder Judicial y también han violado diversos derechos y principios democráticos, como la libertad de expresión, el derecho de propiedad y la igualdad ante la ley. Estos casos, corresponden a un proceso del que debiéramos aprender para no imitar.
Martín Durán F.
Consumo de leche de vaca, un gran debate
Por años, la leche de vaca ha sido considerada un alimento esencial. Destaca por su importante aporte de calcio, potasio, vitamina B12 y B5, magnesio y zinc. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de 3-4 porciones de lácteos preferentemente con bajo contenido graso al día.
Su aporte nutricional varía según su formato: entera (26% materia grasa), semidescremada o descremada. En promedio, en 100 ml, aporta 60 calorías, 3 gramos de proteínas, 5,6 gramos de hidratos de carbono y 2,6 gramos de grasas. 1 porción de lácteo aporta aproximadamente 230 mg de calcio que equivale al 25% del requerimiento promedio de un adulto sano.
Existe un debate entre diversas entidades científicas respecto a su consumo. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, señaló en un estudio que 'Los lácteos no son necesarios en la dieta para mantener una salud óptima, pero para muchas personas, es la forma más fácil de obtener calcio, vitamina D y proteínas que se necesitan para el corazón, músculos y huesos sanos'. A raíz de ello, decide sustituir en la Lista de Alimentos saludables la leche por agua.
Sin embargo, las recomendaciones nacionales respecto al consumo de leche, y la que adopta el Colegio de Nutricionistas de Chile, es continuar promoviendo su consumo en la población apelando a la evidencia que respalda sus múltiples beneficios: Incrementa mineralización de huesos niños y adolescentes por su alto aporte de calcio, vitamina D, B12, entre otros nutrientes; la grasa contenida en la leche tiene menor efecto sobre la acumulación de lípidos a nivel arterial, también conocido como efecto aterogénico, al compararla con la grasa contenida en las carnes. Además, el consumo de lácteos se ha relacionado con una menor incidencia de diabetes, hipertensión y enfermedades crónicas.
Natalia Contreras Jeldres , académica Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello