Adultos mayores cuentan como han enfrentado la pandemia
COMUNIDAD. Las vidas de muchos se han modificado sustancialmente debido a que no han podido llevar la rutina que tenían antes de la llegada del covid-19.
Actualmente, según el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), la Región de Ñuble tiene 104.216 adultos mayores, conformando un 22,6% de la población.
La coordinadora de Senama en la Región de Ñuble, Denisse Aburto, comentó que muchos adultos mayores se han visto afectados emocionalmente. "Esto se produjo debido al distanciamiento social. En muchos casos, los adultos mayores dejaron de ver a sus familias, amigos, dejaron de participar en los clubes de adulto mayor y de otros dispositivos sociosanitarios a los cuales pertenecían", explicó.
Entre las medidas que trabajó Senama en pandemia se enfocó en la asistencia a los residentes en establecimientos de larga estadía (Eleam) y que se encontraban en situaciones de abandono y necesidad. En el caso de los adultos mayores independientes, aseguraron que la atención de "Fono Mayor" fue un éxito, pues, les permitía solicitar ayuda, ya sea para buscar sus medicamentos o ir de compras, entre otras.
Testimonios
Mónica, tiene 63 años de edad, y es oriunda de Chillán. Sostiene que antes de la pandemia, sus actividades favoritas eran salir a vitrinear y asistir a la iglesia, pero por el confinamiento tuvo que dejar ir. "Por este asunto, una tiene que quedarse encerrada no más", comentó.
Durante este último tiempo, tuvo que aprender a utilizar la tecnología, ya que le permitía estar en contacto con su familia, realizar videollamadas y ver vídeos en YouTube para hacer más ameno el encierro. "Veo videos de recetas y manualidades hasta tarde. Compré materiales y en las tardes hago cualquier cosa para no aburrirme", añadió.
Rómulo, de 83 años, y Rosa, de 80, son matrimonio hace 60 años en Chillán. A Rómulo le gusta andar en bicicleta, actividad que tuvo que frenar. Aún en Fase 4 no lo realiza de forma diaria, ya que continua con preocupaciones y limitaciones dentro del hogar. "Estamos preocupados aún, pero gracias a Dios en nuestro hogar no hubo ningún afectado", puntualizó.
En los últimos meses, Rómulo volvió a la jardinería. "Como persona jubilada tengo que tener mi mente preparada para no aburrirme y adaptarme al hogar", comentó.
Mientras que para Rosa, su mayor entretención era asistir al Centro Diurno del Adulto Mayor. Pese al cambio de fase, aún no asiste de forma presencial, pero los miembros del centro les envían actividades al hogar. "Ir al grupo de adultos mayores era mi principal salida durante la semana y me dolió el no poder salir", sostuvo.
Tras el encierro, continuó con su rutina del hogar y dijo que se sintió frustrada, ya que le gustaría hacer muchas cosas y no puede. "El tiempo ya no me queda como antes", dijo.
Como matrimonio comparten que su situación económica continua estable, no les sobra, ni les falta. Gracias a las ayudas del gobierno, se han endeudado menos y han podido cubrir algunos gastos médicos adicionales.
Héctor (65) hace poco que está dentro del citado grupo etario. El trabaja en Turismo Náutico de Quillón y durante las cuarentenas, dijo que le costó bastante adaptarse al encierro.
Aseguró que existen varios problemas económicos luego de la suspensión de su trabajo. "Las ayudas del gobierno no son suficientes, hay que continuar pagando arriendo, estudios, gastos del hogar, combustible y más", finalizó.
Todos coincidieron en lo difícil que fue adaptarse a la mascarilla, ya que a algunos les provocó una sensación de ahogo y cansancio.