Muchas polémicas siguen rodeando el trabajo de la Convención Constitucional. La más difundida en los últimos días es la que se activó por la idea de sacar el concepto de República de Chile del artículo dos del reglamento, aprobada por la subcomisión de Estructura Orgánica y Funcionamiento; pero que ahora debe pasar al pleno. El tema es muy serio y ha despertado razonable inquietud y molestia a nivel público, aunque no se trata del texto Constitucional. Por lo mismo y sin duda, seguirá en la agenda por más tiempo.

Mientras la atención va hacia allá -y como ya ha sucedido en días anteriores con otras situaciones que encienden alertas- hay propuestas notoriamente más positivas que pasan casi inadvertidas. Una, por ejemplo, es la determinación de la Comisión de Descentralización de realizar audiencias públicas en distintos puntos del país, comenzando desde este lunes en Los Lagos, Arica, Coquimbo y Ñuble. En el caso de nuestra región, la Comisión de Descentralización sesionará el miércoles 19 de agosto en la comuna de San Carlos, como parte del despliegue que realizará el organismo en todo el territorio nacional, para llevar a cabo audiencias públicas que aporten en el proceso de redacción de la próxima Constitución.

En cada una de esas zonas participarán los respectivos convencionales locales y de áreas cercanas (para que no se incurra en más gastos, según indicaron) y se reunirán con representantes de las comunidades para conocer las inquietudes respecto de la nueva Carta Magna. Priorizarán los lugares desde los cuales recibieron más solicitudes a través de un sistema en línea y que estuvo abierto entre el 5 y el 11 de agosto. Se trata de una muy buena iniciativa, que responde a la inquietud expuesta por personas, instituciones, universidades, desde el mismo 4 de julio en adelante.

Exponer avances, escuchar ideas, responder preguntas, son una buena manera de transparentar aún más la labor de la Convención. Solamente así se podría superar las polémicas y avanzar hacia acuerdos en todas las materias.

En la semana que pasa se dio a conocer un informe de la ONU a través de sus organismos especializados que señala que la situación de calentamiento global de la tierra sigue marcando un deterioro a niveles alarmantes y muy peligrosos. Ello sería la causa del calor sin precedentes en la costa oeste de Canadá y Estados Unidos, inundaciones catastróficas en Alemania, más de 600 milímetros de lluvia en tres días en China, enormes incendios en Grecia y Turquía y en estos días en California. Chile, por su parte avanza a su 12° año de sequía y registra las temperaturas invernales promedio más altas desde que se tiene registro. Se ha hecho conocimiento común que la acumulación de gases de efecto invernadero aumenta grandemente la probabilidad de que ocurran los eventos de mega sequía y que los explica en a lo menos un tercio.

Lo más grave de todo, pero que paradójicamente es un signo de esperanza, es que en una forma casi plena, ese deterioro tendría una causa humana y que en medida importante es posible de controlar, claro está que con el acuerdo de los países industrializados en que China y Estados Unidos llevan la delantera. Es necesario decirlo también, que el daño está hecho y que se han generado procesos de deterioro los cuales son muy difíciles de revertir.

El papa hace unos años puso en la esfera de atención del mundo la necesidad de que todos, al nivel de cada uno, tuviéramos una preocupación activa por el cuidado de "la casa de todos" como llamó al planeta tierra en su encíclica "Laudato si". Sabemos que no fue bienvenida a nivel de las grandes potencias, porque consideraron que ponía el dedo en la llaga sobre un problema para el cual no tenía autoridad técnica, obvio, y porque derechamente hería sus intereses al exigirles, basándose en su palabra que venía de su fe en Dios, un mayor compromiso activo con el cuidado del planeta que debía expresarse en medidas concretas y urgentes, por de pronto reducir el nivel de producción con tecnologías contaminantes.

Ahora es la ONU, basándose en la autoridad técnica de 234 científicos de 66 países que insisten en lo mismo y con datos muy preocupantes, para que todos los habitantes agreguemos a nuestros preocupaciones diarias de pandemia, trabajo, familia, convivencia política y otras, la atención por el cambio climático, que de ser un problema lejano y extraño ha llegado por sus consecuencias, a afectarnos a todos y cada uno amenazando nuestra existencia futura.

Guillermo Stevens M. Diácono Obispado de Chillán

Vivimos en una sociedad que cada vez está más preocupada por lo que ocurre en su entorno. Por lo mismo, como empresas, tenemos la responsabilidad de analizar e innovar, especialmente en tiempos desafiantes como el que vivimos actualmente.

Desde nuestros inicios como marca, hemos creído en el enorme potencial que tienen las niñas. Es por eso que siempre nos esforzamos en transmitir un mensaje que las inspire a ser valientes y creativas, tal como lo han hecho las grandes mujeres que fueron pioneras y transformaron el mundo en rubros como la ciencia, educación, arte, deporte, política, medios, entre otros.

Tenemos la convicción de que las niñas pueden llegar a ser como ellas y hacer historia desde sus distintas disciplinas.

Sin embargo, también existe una realidad que debemos seguir enfrentando. Según datos de las Naciones Unidas, en todo el mundo, casi una de cada cuatro niñas de entre quince y 19 años no está empleada ni estudia o recibe capacitación, en comparación con uno de cada diez niños de la misma edad.

Como lo plantea el organismo, es esencial abogar para que todas las niñas y adolescentes reivindiquen su poder como impulsoras del cambio, aprendan nuevas habilidades para el futuro que ellas elijan y dirijan una generación de activistas para acelerar el cambio social.

En Limonada les decimos a las niñas: "lo que crees de ti hoy, es lo que crearás mañana", porque una mujer empoderada del futuro se deberá en parte, a cuán afirmada fue en su identidad desde su niñez. Este es nuestro propósito: transmitir a cada niña que puede soñar sin límites, desarrollar habilidades y alcanzar lo que se propongan.

Nuestro aporte es y seguirá siendo empoderar a las niñas para que en un futuro sean mujeres seguras, valientes e imparables. Se nos presenta un gran desafío, escuchar la voz de las niñas y abrirles el camino para que puedan cambiar el mundo. Cientos de mujeres lo hicieron el pasado, negándose a seguir estereotipos sociales y traspasando fronteras, como la aviadora Amelia Earhart, la primera mujer piloto de aviones que atravesó el Atlántico en solitario, o Valentina Tereshkova, la primera mujer en ir al espacio.

Ahora es el turno de las niñas.

Paula Valverde

directora Endeavor y gerente general de Grupo Limonada.