Tasas de interés y su impacto
Si bien el alza de las tasas de interés que nos afecta hace ya un par de semanas tiene como objetivo ayudar al control de la inflación (o al menos eso se interpreta del informe que respalda el alza), también persigue desincentivar el endeudamiento, de corto y mediano plazo. Asimismo, pretende motivar el ahorro en instrumentos de renta fija por más de 90 días.
Esto significa que la obtención de recursos monetarios es cada vez más cara y además con un menor poder adquisitivo. Así, los consumidores verán reflejado ese efecto no sólo en sus fuentes de financiamiento sino también en el valor de los bienes y servicios que desean adquirir, generando un aumento en el costo de vida para la población y un aumento en los costos de producción para las empresas.
Esta alza afecta, por ejemplo, a los créditos hipotecarios, los que, además del impacto de la tasa, se ven perjudicados por el aumento del IPC, el cual reajusta ascendentemente la UF.
Por lo demás, el escenario actual no es favorable en el corto plazo debido tanto al aumento en la demanda interna como a los altos costos productivos de bienes importados.
Con estos antecedentes, a los que se suman la incertidumbre socio-política y los efectos de la pandemia, es prudente cautelar la adquisición de deuda no vital, por lo menos por el próximo trimestre, ya que se pronostica una estabilización de la demanda a partir de diciembre si la liquidez disponible también se regula a la baja de manera paulatina.
Dicho lo anterior recomiendo, para efectos de endeudamiento hipotecario, esperar hasta el siguiente informe de política monetaria, mientras que, para los endeudamientos de corto plazo, definitivamente postergarlos hasta después del cuarto trimestre de este año.
Marcelo Gutiérrez
Empleo versus cotización
El destino de la cotización adicional fue la gran piedra de tope para sacar adelante la reforma previsional, y lo seguirá siendo en el futuro Gobierno.
Si bien el parámetro previsional de la tasa de cotización necesita ser aumentado, lo cierto es que un aumento en las condiciones actuales y futuras dificultará la contratación formal, pues se encarece el costo bruto de contratación. Por lo mismo cabe preguntarse qué se debe priorizar, el empleo o el aumento de cotización, y la respuesta es el empleo formal.
Hoy muchos beneficios están anclados a la tasa de cotización del 10%, como el seguro de invalidez y sobrevivencia, licencias médicas, accidentes y enfermedades laborales, etc., que son otros beneficios importantes de la seguridad social que se mantiene independiente de la tasa de cotización, por lo que se debe priorizar que un mayor número de personas accedan a estos beneficios y para eso no debemos encarecer la contratación.
Eduardo Jerez Sanhueza
Potenciar el talento joven
Los jóvenes que se están insertando en el mundo laboral ofrecen un enorme potencial para las empresas. Su entusiasmo, su capacidad de adaptación y su familiaridad con el mundo digital son cualidades que las empresas no deben dejar pasar. Sin embargo, los jóvenes están enfrentando una serie de barreras de entrada. Según un estudio, la falta de experiencia y el escaso manejo de software e idiomas son las principales razones por las que se los rechaza en su postulación a un empleo.
Pero ¿cómo se puede exigir experiencia a personas que están buscando su primer trabajo?
Es muy importante que el mundo laboral realice un cambio de paradigma y se dedique proactivamente a atraer y retener el talento joven. Mediante capacitación las propias empresas pueden formar líderes multifacéticos, preparados para afrontar el futuro de la organización con miradas innovadoras y creativas.
Según estudios, los tres atributos más relevantes para que las empresas atraigan el talento joven son el aprendizaje (23%), ambiente laboral (19%) y sueldos (13%). Es de esperar que las empresas abran sus espacios para el talento de jóvenes entusiastas y dispuestos al aprendizaje continuo.
Andrea Gamboa