Inmigrantes
Los hechos ocurridos en Iquique hacen reflexionar sobre problemas que crecen en el norte y en todo el país. Ocurrió a 2.158 kms de Chillán, pero es una problemática que no escapa a ningún rincón de nuestro país.
A nadie pueden dejar indiferentes las imágenes vistas el fin de semana en Iquique. Con todo el derecho a manifestarse de quienes marcharon contra la migración ilegal en el norte, las imágenes que siguieron a la protesta no pueden ser menos que dolorosas. Duele ver a personas destruyendo las pocas pertenencias con las que suelen llegar los extranjeros que ingresan a nuestro país en busca de una mejor oportunidad. Duele ver a personas quemando carpas, ropa, incluso un coche de bebé, mientras se verificaba el desalojo legal de un campamento instalado en el centro de la ciudad. Sin embargo, también apena saber que aquellos inmigrantes residían en condiciones insalubres, que no obedecieron las órdenes de retiro y que la seguridad de un barrio tradicional se ha vuelto crítica.
Ocurrió a 2.158 kms de Chillán, pero es una problemática que no escapa a ningún rincón de nuestro país. Lo que se vio en Iquique no puede ser justificable. Nunca la violencia o la discriminación pueden ser justificables. Bajo ningún pretexto. Pero hay un contexto desde el cual mirar: la crisis que se vive en la frontera desde Colchane, donde se estima que decenas de personas ingresan a diario de manera ilegal. Esto, a pesar de la existencia de una nueva Ley de Extranjería vigente desde abril de 2021. Las autoridades de esa zona coinciden en la necesidad de reforzar medidas regulatorias, pues a su juicio sacar a grupos de un lugar para que se vayan a instalar a otros, no es una solución. Desde La Moneda les pidieron propuestas. Y se abrió una polémica que en nada contribuirá frente a un problema social y humano grave que crece en el país.
Según datos del Departamento de Extranjería y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al 31 de diciembre de 2020 había en Chile 1.462.103 ciudadanos provenientes de otros países, cifra que representó un aumento de 12,4% en comparación con 2018. De ellos, el principal origen es Venezuela (30,7%), seguido de Perú (16,3%) y Haití (12,5%). Si bien la Región de Ñuble se encuentra entre las cuatro del país con menor población extranjera residente, con 11.178 personas que equivalen a un 0,8% del total a nivel nacional, no son pocos quienes llegan desde afuera sin encontrar suficientes espacios de estabilidad laboral, cumpliendo con trabajos informales que la pandemia ha agudizado.
Más que tomar partido por uno o por otro extremo, las imágenes de Iquique hacen necesario reflexionar. Reconocer, acá, cuáles son las "violencias" cotidianas que se pudieran estar cometiendo: discriminación, exclusión, falta de solidaridad; y permitirse espacios para buscar soluciones efectivas. Y, desde luego, humanas.