Cultores ñublensinos migran a nuevos oficios por el virus
ADAPTACIÓN. Industria cultural empieza a activarse de manera presencial, pero los conocimientos heredados permitieron generar ingresos .
Los tiempos de tarimas, escenarios, ferias y exposiciones entraron en pausa al mismo ritmo que las medidas sanitarias para controlar la propagación de la pandemia. Y con ella la merma de los ingresos económicos de artistas y cultores que echaron mano de los conocimientos heredados o de los oficios aprendidos para lograr sobrevivir en tiempos de escasez.
A una de las tantas cantautoras regionales a las que se le apagaron los micrófonos en espacios público, mas no sus ganas, fue a Marisole Valenzuela, quien afirma que "recién están empezando a salir algunas cosas, algunos conversatorios on line desde el Museo Casa Violeta Parra".
Pero mientras se retomaron las contrataciones, Valenzuela retomó los conocimientos que da por herencia vivir en el campo. "Yo, después de los pocho, me reinvente con los cactus, las suculentas, plantas, árboles nativos y hierbas medicinales".
Comentó la cultora que a pesar del momento que "he pasado, me he mantenido siempre creando porque eso es algo que va conmigo, es algo innato, hayan o no hayan recursos se trabaja igual".
A esta experiencia se unió Gustavo Villarruel, bailarín de cueca y multi instrumentalista, rememoró que "en un principio todo fue muy difícil porque se nos cerraron las puertas, nos bajaron las cortinas de los escenarios y no pudimos continuar con lo que nos hace vibrar, nos hace vivir, que va más allá de lo económico porque muchas veces esto nos alimenta el alma, aunque va de la mano de lo económico, porque gracias a esto muchos podemos vivir".
Detalló el hoy estudiante de Pedagogía General Básica que "nos tuvimos que reinventar haciendo transmisiones vía online y de esa manera hacer talleres on line, entonces los mismo talleres que dictaba de manera presencial los hice de manera remota".
El bailarín manifestó que "he tenido que hacer cosas que realmente no iban conmigo, reinventarme para vender algunas cosas y lo otro que me ayudó es que tengo una licencia de conducir profesional y esta licencia me sirvió justamente para incursionar en la locomoción colectiva, para una empresa privada".
Este grupo variopinto es integrado por la artesana Ana Luz Quintero, adulta mayor que se dedica a la confección de joyas con distintos materiales y quien solía vivir de las ferias, y quien describe este momento "como un proceso laboral difícil, tal vez lo económico me ha afectado, pero más el contacto con la gente, de mostrar los que uno hace, eso te frustra un poco, o el hecho de estar en la casa trabajando, tener las cosas, saber que a la gente le gusta lo que uno hace, pero al mismo tiempo estar consciente que no puedes vender es frustrante".
Aseguró que en medio de todo "hemos peloteado la pandemia y yo no he cambiado mi rubro, porque tengo mi vocación y aunque tengo redes sociales la gente prioriza las cosas más importantes".
En cambio Javier Díaz artesano que se dedica a la fábrica de muebles con madera rescatada, quien ya se ha reinventado un par de veces, afirmó que "lo que me afectó fue el alto costo de los materiales a causa de la pandemia y tenía siempre como la meta de pasar al siguiente nivel, ampliar mi taller para poder fabricar más pedidos, pero no puede".
Actualmente se ha dedicado a dar respuestas a clientes más pequeños "con la fábrica de comedores de 4 sillas, en vez de seis, los cuales he ido vendiendo a través de las redes sociales. Claro cada mueble lo fabrico a pedido porque no me da, lo vendo, hago otro mueble y así voy".
Reactivación
Agrupación Orígenes La próxima semana tendrá una feria abierta en San Carlos.
Eventos Se empezaron a reactivas con las celebración de Fiestas Patrias, con conciertos en Trehuaco.
Peñas FolclóricasSe realizará el próximo 7 y 8 de octubre en San Carlos en formato presencial.