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Víctimas piden renuncia de los obispos franceses tras informe sobre abusos

PEDERASTÍA. Representantes de los afectados, más de 330.000, dicen que "es la única manera de responder con dignidad" y acusan complicidad de los religiosos.
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Todos los obispos de Francia deberían presentar su dimisión como reacción al informe publicado en el país la semana pasada que reveló la existencia de al menos 330.000 víctimas de pederastia en el seno de la Iglesia Católica, según una petición lanzada por las víctimas.

"Es la única manera de responder con dignidad a un comportamiento inaceptable que se ha repetido a lo largo de los años, el de una jerarquía que ha cubierto crímenes abominables", explicó a Efe el presidente de la asociación de víctimas de la pederastia La Palabra Liberada, François Devaux, uno de los firmantes de la petición.

Junto a Devaux, convertido en una figura visible de la denuncia contra la pederastia en la Iglesia Católica, firmó el manifiesto la directora de la redacción de la revista Testimonios Cristianos, Christine Pedotti, y la teóloga Anne Soupa.

Para ellos, "la dimisión colectiva de los obispos" sería "una señal de esperanza y renovación" de una institución que no ha sabido proteger a sus fieles.

"Aunque todos los obispos no sean culpables, todos son responsables", acusan los firmantes, que consideran que la renuncia colectiva es "el único gesto a la altura de la catástrofe y la pérdida de confianza" que afecta a la iglesia.

Según las víctimas, sería un nuevo inicio que permitiría recuperar la confianza de los fieles, la única manera a su juicio de que la institución eclesiástica pudiera afrontar el pago de las indemnizaciones a las víctimas.

La Iglesia Católica ya dijo que no cuenta con medios suficientes para indemnizar a todas las víctimas, lo que hará necesario un llamado a donaciones para afrontarlas, por lo que los mismos ciudadanos tendrían que asumir el costo de los abusos de las autoridades religiosas.

"Los fieles han perdido la confianza en esta iglesia, hace falta una renovación", argumentó Devaux.

También consideran necesario reducir el poder de los obispos dentro de la iglesia, asociar a la misma a laicos "y poner fin a esta cultura del patriarcado que aparta a las mujeres".

Inédita denuncia

La Iglesia Católica francesa se encuentra en el ojo del huracán tras la revelación de los casos de pederastia en su seno desde 1950, un informe que encargó la Conferencia Episcopal pero que superó las peores previsiones.

Los autores señalaron que la iglesia cubrió las sospechas de pederastia y antepuso la supervivencia de la institución a la protección de las víctimas, mientras identificó a entre 2.900 y 3.200 religiosos pederastas.

Según el informe, se han identificado 216.000 víctimas de abusos o agresiones sexuales cometidos por clérigos, mientras que el resto, hasta los 330.000, fueron obra de laicos que trabajaban en ámbitos religiosos.

El presidente de la comisión independiente que investigó por tres años, Jean-Marc Sauvé, habló de un fenómeno "masivo", reconoció que tanto las víctimas como los agresores identificados son "un mínimo" y apeló a la iglesia a "pedir perdón" e indemnizar a personas que, en su mayoría, arrastran problemas "importantes" de comportamiento sexual y psicológico.

Macron pide explicación

Además de la petición de las víctimas, la semana pasada el mandatario francés, Emmanuel Macron, pidió al presidente de la Conferencia Episcopal, Eric de Moulins-Beaufort, que explique su defensa del secreto de confesión, tras asegurar que "es más fuerte que las leyes".

"El presidente pidió al ministro del Interior que reciba a Moulins-Beaufort para clarificar las cosas", informó el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, quien adelantó que "nada es más fuerte que las leyes de la República" y según trascendió, la reunión debería ocurrir hoy.

En ese sentido, entre las recomendaciones de la comisión que investigó los abusos, figura revisar el secreto de confesión para que no pueda ser aplicado en caso de la comisión de crímenes.

En menos de cinco años, 4 países han denunciado

Los casos de pederastía en el seno de la Iglesia Católica han generado impacto. En 2017, en Australia, 4.500 personas denunciaron abusos sexuales cometidos por 1.800 religiosos entre 1980 y 2015, mientras que en 2018 la Corte Suprema de Pensilvania (EE.UU.) acusó 300 casos de "sacerdotes depredadores" sexuales e identificó a más de 1.000 víctimas. El mismo año, Alemania se remeció con la denuncia de 3.677 casos de abuso sexual cometidos por 1.670 religiosos entre 1946 y 2014. Por su parte, la iglesia Católica española cifró desde 2001 en 220 los clérigos denunciados por abuso a menores.

2.900 a 3.200 religiosos pederastas identificó la comisión episcopal que investigó durante tres años.

216.000 víctimas de abusos o agresiones sexuales fueron víctimas de clérigos específicamente.

Australia levanta el confinamiento en Sídney después de más de 100 días

PANDEMIA. El país llegó al 70% de la población completamente vacunada y quienes tengan la pauta completa enfrentarán mínimas restricciones.
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La ciudad australiana de Sídney, la mayor del país, celebró ayer la vuelta a la normalidad al poner fin al confinamiento de más 100 días tras haber superado la barrera establecida por las autoridades del 70% de la población completamente vacunada contra covid-19.

"Este es el día que muchos han estado esperando, el día en que las cosas que damos por sentado las celebramos. Estar con la familia y los amigos, cortarse el pelo, comer juntos, ir al bar y tomar una cerveza con los compañeros", dijo el primer ministro, Scott Morrison.

Algunos australianos esperaron con euforia frente a bares y peluquerías la cuenta regresiva hasta la medianoche del domingo, cuando de manera puntual algunos establecimientos reabrieron sus puertas para marcar el desconfinamiento, que impone restricciones mínimas a las personas que tienen la pauta completa de la vacuna.

Desde ayer, las personas totalmente vacunadas disfrutan de menores restricciones, que aquellos que solo tienen una dosis o ninguna, con la excepción de contar con un certificado que desaconseje la vacunación por razones médicas.

Por la mañana y pese a la lluvia, muchos habitantes de la ciudad llenaron gimnasios y cafeterías, cerrados desde el confinamiento decretado el 26 de junio por un brote vinculado a la variante delta y adoptado en el marco de la política australiana de ordenar la permanencia en casa y el cierre de los negocios con pocos casos de covid-19.

Este regreso a la práctica normalidad, que llenó las reservas de los restaurantes, permite a los más de 5,3 millones de pobladores de Sídney los desplazamientos a lo largo de la ciudad y que diez personas totalmente vacunadas puedan reunirse en una casa, así como la reapertura de los negocios con límites al aforo.

Las personas que por el contrario cuenten solo una dosis o aún no hayan sido vacunadas deberán esperar hasta el 1 de diciembre, fecha programada para la reapertura sin restricciones en Nueva Gales del Sur y cuando prevén llegar al 90% de la vacunación.

90% de vacunados con pauta completa se propone alcanzar el Gobierno australiano el 1 de diciembre.