Lo nuclear vuelve a estar "de moda" a raíz de la crisis energética europea
GENERACIÓN. Hacia 2025 el Francia reduciría la participación atómica en su matriz eléctrica: eso no solo no ocurrirá, sino que pronto se anunciarán nuevas plantas.
Agencias / Redacción
Denostada hace cinco años, en la campaña presidencial anterior, la energía nuclear ha recuperado popularidad en Francia y hoy aparece como una política destacada en los programas de varios candidatos.
La "moda nuclear" es notoria en Francia, el país europeo con mayor presencia del átomo en su matriz energética. A diferencia de otros países vecinos, es lo que -en parte- ha permitido frenar las subidas de precios que hoy tiene complicado al resto del viejo continente, dependiente de fuentes más volátiles, sujetas a los vaivenes de los mercados internacionales y eventos geopolíticos.
CAMBIO DE GIRO
El actual presidente, Emmanuel Macron, que aún no confirma si irá a la reelección -pese a liderar todos los sondeos- en 2017 apostaba por ir reduciendo la dependencia de la energía nuclear en favor de las renovables, continuando la línea de su predecesor, el socialista François Hollande, de reducir el peso de la energía nuclear -responsable del 70% de la electricidad francesa- hacia 2025, mediante la baja de doce de los 56 actuales reactores.
Sin embargo, su discurso y acciones se moderaron durante el ejercicio del gobierno. Primero, retrasó hasta 2035 la supuesta reducción nuclear y hoy la ha incorporado en su discurso, responsabilizándola de permitir que Francia emita menos gases de efecto invernadero.
Se espera, incluso, que este martes incluya la energía nuclear dentro del paquete multimillonario de inversiones que anunciará para la próxima década, donde se prevé incorpore un ambicioso programa de renovación de centrales y apostar por las de nueva generación (los reactores EPR), además de su respaldo a los pequeños reactores SMR, un complemento que Francia cuenta con exportar de forma masiva a partir de 2030.
El impulso del gobierno a la energía nuclear busca, además, evitar que el átomo sea parte de la campaña de la derecha, en un contexto en que los franceses valoran esta energía como un freno a los altos precios, una garantía de soberanía energética y un nicho de empleo, ya que Francia tiene un potente sector industrial nuclear.
Ello porque Xavier Bertrand, Valérie Pécresse y Michel Barnier, tres favoritos para llevar la bandera conservadora en las próximas presidenciales, coinciden en apostar por reforzar la nuclear, haciendo público en varias entrevistas su orgullo por el átomo, introducido en el país gracias al general De Gaulle y potenciado por Valery Giscard D'Estaing.
EÓLICa cuestionada
La popularidad nuclear, además se debe al surgimiento de movimientos locales contra la energía eólica -de la que depende un 6,3% de la producción eléctrica francesa-, a la que acusan de ser poco fiable y dañar el entorno y que algunas asociaciones consideran, incluso, perjudiciales para la salud, como ocurrió recientemente en Alemania -líder global en la generación a partir del viento-, donde se inició una acción ciudadana por los efectos de los molinos.
"La eólica, en tierra o en el mar, no tiene sitio en nuestro país", ha repetido Marine Le Pen, la abanderada de la ultraderecha. Éric Zemmour, otro político del sector y también presente en los sondeos, defiende la idea de que "abandonar la nuclear sería abandonar la soberanía nacional".
Junto a ellos, políticos de sectores más moderados han señalado que la energía nuclear será clave en la idea de que Francia sea la primera potencia neutra en emisiones de dióxido de carbono.
Uno de los líderes en ese ámbito, la socialista Anne Hidalgo, conocida por sus posturas medioambientalistas, quien ha relativizado su posición anteriormente crítica sobre el átomo, y ha dicho que cree que Francia no podrá abandonar hasta que las renovables no sean un sustituto fiable, algo que no ve posible en al menos dentro de los próximos 20 años.
Una de las mayores crisis en 50 años
Europa vive una de sus mayores crisis energéticas de los 50 años, impulsada por la escasez y alto precio de las materias primas principales de su matriz: el petróleo y el gas, que alcanzó sus máximos históricos de transacción. Por ello, la Unión Europea busca acordar mejores condiciones de compra con Rusia, su principal proveedor de gas . El sábado el canciller ruso Serguéi Lavrov dijo que están "dispuesto a ayudar a Europa a superar esta crisis" pero pidió "pasos recíprocos".
56 reactores nucleares están activos en Francia, cifra que se buscaba reducir en 2025, lo que finalmente no ocurrió.
70 por ciento de la electricidad que se genera en Francia proviene del átomo. Apenas un 6,3%, como contraparte, es eólica.